El conductor, que con su comportamiento, arriesga la integridad física de otro ciudadano

 

Es un delincuente social.

Nuevamente, en la carretera de los Cerros un Kamikaze, con una velocidad muy superior a la permitida, me ha adelantado sobre una línea continua poniendo en riesgo la vida de los que pudieran venir en dirección contraria.

Lo peor es que esta misma experiencia la padezco muchos días en la zona en la que está prohibido adelantar, ya que determinados conductores no soportan conducir a 80 Km/h, que es su limitación, y se lanzan a la aventura que hace peligrar la integridad de cualquier ciudadano o ciudadana que esté conduciendo correctamente.

En ninguna de las múltiples ocasiones en las que he sido testigo de esta irregularidad, había un policía para evitar un accidente, sancionando al “delincuente” para que aprenda, o retirándole el carnet de conducir para proteger del peligro a los demás.

Sin respeto a las normas y con baja autoestima. Se suma a todo ello, que la conducción es una actividad estresante y que cualquier situación que obligue a disminuir la velocidad incrementa la tensión y la agresividad. También hay conductores que buscan intencionadamente el riesgo, como un mecanismo de recompensa rápida cerebral que conduce a la excitación. Por otro lado, no es menos cierto que muchos varones se identifican con el coche. Representa posesión, estatus social, fuerza, velocidad, seducción, además del sentimiento de libertad o independencia.    

En alguna ocasión he visto el mismo vehículo circulando a gran velocidad, incluso por el pueblo. Se trata de un caso reincidente, como sucede en el 70% de los conductores por delitos al volante, según un estudio realizado con 93 presos de la Modelo. De las 771 personas que cumplen penas de prisión en España por un delito de la seguridad como causa principal, el 26,2% (202 personas) lo hacen por conducción bajo los efectos del alcohol y el 33,4% (258) por conducir sin carné, según la Fiscalía de Seguridad Vial. Las condenas por delitos contra la seguridad vial rondan las 100.000. El 70% de los conductores condenados por delitos al volante son reincidentes.

Señores de la policía, ahora que al parecer están ustedes sin problemas serios en su demarcación municipal, asómense con más frecuencia a las carreteras que discurren hacia las urbanizaciones y ejerzan su misión de vigilancia,

 sanción y denuncia para evitar que algún loco pueda cometer un delito con graves consecuencias para otros.