¡Sí con la VERDAD se producen las grandes transformaciones!

 

¿No debería ocurrir lo mismo en un Pleno Municipal?

La verdad es capaz de darle un giro de 180 grados a la realidad. Es a partir del encuentro con la verdad como se producen las grandes transformaciones: Más del 80% de los alérgicos lo son a las arizónicas. La Asociación Profesionales de Agentes Forestales de Madrid ha pedido que no se pongan arizónicas en ya que “suponen un factor de riesgo en los incendios”.

Así como la mentira crea una gran cadena de equívocos y errores, la verdad engendra una secuencia de resoluciones y aciertos. A partir de la verdad es como se construyen los cimientos de una realidad estable y dotada de confiabilidad. A partir de la verdad también, nace en las personas una fuerza interior que no se derrumba ante nada. Pero ¿qué es y cómo llegamos a la verdad?

Dentro de esas verdades, algunas son absolutas y otras relativas. Una verdad absoluta es que todos hemos nacido de una mujer. Una verdad relativa es que es de día o de noche: sabemos que mientras en un hemisferio sale el sol, en el otro aparece la luna. Pero ese tipo de verdades no crean mayor dificultad. Se verifica en los hechos: ocurren o no. El problema viene cuando profundizamos en las causas de los hechos, o en su significado. Lo que no es razonable es que una verdad confirmada en la boca de un partido político puede llegar a ser considerada peligrosa como fue la propuesta del Grupo Socialista en el Pleno del jueves pasado, cuando planteo el peligro que tienen las arizónicas ante el fuego y todas las urbanizaciones de Valdemorillo están plagadas de ellas.

Alcalde, la Asociación Profesionales de Agentes Forestales de Madrid ha pedido que no se utilicen arizónicas  porque se trata de una conífera muy resinosa e inflamable, "que supone un factor de riesgo añadido en los incendios. 

Además de ser un peligro para el fuego, en los últimos años podríamos decir que más del 80% de los alérgicos a cualquier polen lo son al de estos árboles. El asunto podría no tener ninguna relevancia si esta planta floreciera cuando lo hacen otros pólenes muy alérgicos como las gramíneas y el olivo, en cuyo caso su efecto se vería ensombrecido por aquellos.

Pero no, las arizónicas florecen en un período atípico, en invierno, un tiempo en que nadie espera ser alérgico a ningún polen. Y es más, los síntomas que desencadena adquieren con frecuencia la forma de procesos catarrales, por lo que son difíciles de distinguir del típico catarro infeccioso común.

La combinación del polen de las arizónicas con los compuestos de la contaminación del aire forman un cóctel irritante. La coincidencia del periodo de polinización de las cupresáceas con un periodo anticiclónico, ha hecho que los niveles de contaminación del aire se disparen y las alergias también. Entre los meses de enero y marzo cumplen su proceso de polinización, es justamente durante este período que las personas que han desarrollado alergia a su polen presentan los clásicos síntomas: picor en ojos y nariz, mucosidad líquida y clara, dolores de cabeza esporádicos y cansancio, todos ocurren cuando se exponen a los alérgenos que causan los problemas. Los niveles de polen dependen de la producción y la emisión de polen de las plantas y de su dispersión en el aire que respiramos.

Pero también hay que saber que los días más secos y templados hay una mayor dispersión del polen y los niveles son más altos. Cuando hay vientos moderados y fuertes, los niveles de polen en el aire aumentan, ya que se produce una mayor emisión y dispersión del polen de las plantas cuyo mecanismo de polinización es el viento. Además se origina una reflotación de los granos de polen que ya se habían dispersado. También los días de tormenta primaveral, de alto contenido eléctrico y viento fuerte, se producen aumentos bruscos de concentraciones políenicas, y se reflota gran cantidad de polen. Lo mismo sucede en los días secos y soleados de verano.

Su principal utilización en jardinería es la formación de setos, porque soportan muy bien la poda para dar lugar a verdaderos muros verdes. El rápido crecimiento es una bendición para los nuevos habitantes de chalets cuando plantan estos árboles, y una condena a trabajos forzados para toda la vida si no quieren que ese "hermoso seto" se transforme en una masa desangelada de ramas, que llega a ocupar medio jardín.

Las arizónicas tienen flores de formas globosas que se llaman y piñas que cubren por entero los extremos de las ramas. Esas flores, de color amarillento y aspecto escamoso, producen millones de granos de polen que es arrastrado por el viento formando verdaderas nubes. Es necesaria esa cantidad para que algunos de ellos lleguen hasta las flores, que empiezan a abrirse en la misma época. Tan gran cantidad de polen es un suplicio para las personas alérgicas que no entienden cómo es posible que en pleno invierno tengan tan fuertes reacciones.

El tronco está cargado de resinas, y arde con gran facilidad, por lo que no es muy recomendable situar cerca de un seto de arizónicas hacer fuego. Además, bajo las arizónicas tampoco es conveniente aparcar el coche en pleno verano pues, casi con seguridad, debido al calor, la resina chorreará sobre él y nos dejará un recuerdo difícil que limpiar. Para colmo, no están exentas de plagas y en muchas ocasiones tienen grandes zonas atacadas por la enfermedad o grandes calvas producidas por una poda mal hecha. Aun así las siguen recomendando a los incautos que llegan a por sus primeras plantas para el jardín. Para terminar la moción del Pleno no fue aprobada porque no fue presentada por algún partido del Gobierno Municipal.