La oferta cultural veraniega de Valdemorillo
¿Deben ser jóvenes los protagonistas?
Hay que reflexionar sobre el significado
cultural y el público consumidor, a partir de tres factores: el valor de las
prácticas culturales, el papel del público en el hecho cultural y los intereses
de demanda reales que Valdemorillo reclama y necesita.
El
Ayuntamiento a través de su responsable la Concejala de Cultura debe defender y
respetar la independencia, así como los límites de su actuación profesional,
evitando su degradación por intereses mediáticos o electoralistas. En la
gestión, es Valdemorillo y su gente quienes debe marcar la orientación cultural,
en función de sus intereses formativos con agentes que gestionan la cultura
deben estar atentos a las tendencias culturales.
La
experiencia obtenida con el grupo cultural “La Fuente” que lleva varios años ofreciendo
cultura a todos los participantes, debería haber sido un “hito” referencial
para que la Casa de Cultura lanzara otras alternativas similares, referidas a
diferentes tipos de manifestaciones de cultura colectiva no centralizada. Para
un investigador que durante años ha tenido la necesidad de documentarse de
diferentes formas para intentar ofrecer una información de acuerdo con las
necesidades del momento, no resulta dificultoso utilizar la prolija
documentación existente para formarse una idea real sobre cómo debe ser la
Gestión Cultural en un pueblo como Valdemorillo, su sociología heterogénea y la
verdadera demanda cultural de los diferentes grupos sociales.
Antes
de nada, deberíamos distinguir, de entrada, entre el valor objetivo y
el valor subjetivo de una práctica cultural. El valor objetivo
es el que ha sido reconocido por el sector cultural y por la realidad social en
la que se realiza. El valor subjetivo es el que tiene para cada persona. En el
hecho cultural, como experiencia humana, interactúan dos agentes diferenciados:
los creadores que invitan a otros ciudadanos a compartir sus reflexiones sobre
la realidad personal o social a través de prácticas presenciales o del consumo
y el público, que son los agentes esenciales en el hecho cultural. Las
prácticas culturales son bienes de consumo de interés público que deben ser
protegidos y fomentados por el Ayuntamiento.
Por
lo que he podido comprobar, utilizando como base el programa de oferta cultural
en Valdemorillo hay un público infantil en oferta de desarrollo, que proviene
fundamentalmente de los centros escolares. En la programación no parece que el
público adolescente tenga una importante penetración cultural en el programa.
Dentro del mundo de los adultos hay un grupo ocasional de raíces familiares que
gira en el entorno del teatro. Hay una cantidad importante Público con demanda
inexistente que no tienen interés por unas determinadas propuestas culturales
probablemente porque no han tenido ninguna experiencia de referencia que haya
sido significativa y satisfactoria. Son públicos indiferentes a una determinada
propuesta cultural.
Ahora
deseo volver a abundar en las consecuencias derivadas de una programación
encorsetada que no permite a corto plazo organizar un evento cultural por
interesante que pueda resultar para el pueblo. La cultura debe beber de las
fuentes de la actualidad sociopolítica, debe ajustarse a la realidad del
momento y ser lo suficientemente flexible a cualquier contingencia como la
acontecida sobre el Asunto del Cambio Climático. También soy consciente de que
determinados actos culturales atraen a un público diferente al habitual, pero
resulta imprescindible que este público también participe de la cultura del
pueblo ofreciéndole temas atractivos para su integración.
Tengo la plena convicción que la responsable de programar la cultura del pueblo, lleva demasiados años repitiéndose dentro de un entorno en el que tiene asegurado un público popular con unas determinadas características de demanda. Pero esta Sra. debe darse cuenta que en Valdemorillo también hay otro público diseminado por las urbanizaciones y que representa más del cincuenta por ciento de la población, que puede consumir otro tipo de cultura distinta. De hecho, lo está haciendo de forma privada con escasa o nula participación de la gestión cultural del pueblo.
Otro tema
Para terminar, me gustaría hacer
un comentario que tiene que ver con la obra pegada al Ayuntamiento que lleva
muchos años dañando la estética de la Plaza de la Constitución. No se debería
haber permitido la demolición del edificio habida cuenta que se trataba de una construcción
armónica con la configuración arquitectónica de la Plaza.
Antes de escribir sobre el
tema me encantaría tener opiniones.
Para hacer cultura es necesario escuchar más la opinión del pueblo y conocer cuáles son sus verdaderos intereses a la hora de planificar la cultura. Lo que hace usted referencia con la comisión cultural "la Fuente" la amistad existente entre los participantes en este foro de Cultura.
ResponderEliminarRespecto a su última pregunta a mí el parece vergonzoso qué pueblo tenga que aguantar año tras año ,gobierno tras gobierno, una obra que nunca se debía haber tirado y que ahora lo que haces aparecer una estructura metálica por más de una valla justamente al lado de la tamiento de Valdemorillo
Para acto cultural: La Asamblea General Ordinaria de Mojadillas celebrada el sábado POR LA MAÑANA, en el Pabellón de Fiestas de Valdemorillo.
ResponderEliminarPasadlo bien. Andrés