PROMOTORES Y AYUNTAMIENTO
Estamos viviendo una crisis de valores.
Los
años de libertades que llevamos no han servido para crear una democracia
madura. El desprestigio de la política local es total y no tiene el
reconocimiento ni la confianza de los ciudadanos, después del amago de censura
preparado por Oval.
Los años de democracia
que llevamos no han servido para crear los requerimientos de una democracia
madura. Vivimos tiempos en el que el desprestigio de la política local es total
y no tiene, el reconocimiento ni la confianza de los ciudadanos.
La distancia entre los
discursos y las acciones de los políticos municipales en las urbanizaciones y
pueblo, es enorme. En el pueblo todavía existe el voto comprado con intereses espurios
que continúan practicando algunos vecinos del entorno de distintas familias adineradas. Estos políticos están
trabajando poco y viven sometidos a un sistema que les da poco margen de
maniobra para actuar de otra manera.
Hoy en, el pueblo, cuenta
el titular y el impacto. Cuentan los seguidores que acaban siendo la semilla de
los votos en unas elecciones. Y todo ello busca que se cumpla la regla de oro:
“más votos son más poder”. Es decir, el político busca “gobernar” para poder
decidir y hacer las acciones que considera adecuadas siempre marcadas por unos
intereses concretos.
Pero, en realidad. ¿por
qué quiere gobernar un político de estas familias? Podíamos responder que para
poner unas políticas que considera que son las mejores para para ellos mismos.
Pero lo que les mueve fundamentalmente es mantenerse en el “poder”. Sin embargo,
la oposición busca erosionar al gobernante. Y donde gobierno y oposición
pierden de vista el verdadero objetivo de la política: “SERVIR AL CIUDADANO”.
Valió todo para la
consecución del poder, incluso unos pactos con intereses antes no encontrados,
como aconteció después del amago de censura. Perfectamente preparado por Oval, y
el otro concejal, para conseguir el fin previsto y crear, falsedades y mentiras
con la “denominación de origen”. Se está viviendo una verdadera crisis, ya que
la política de valores, la hacen las personas que aprenden y saben trabajar por
ellos. No se trata sólo de hablar de valores, sino de actuar de acuerdo con los
valores. Esta manera de hacer se puede aprender y hay que aprenderla.
Tal vez por ello, los
nuevos habitantes de las urbanizaciones ahora absolutamente despistados vienen votando
a sus partidos de referencia, sin tener en cuenta quienes encabezan sus listas.
Únicamente por eso es fundamental dar la importancia que se merece ese dato DE
VALOR determinante para el futuro de las urbanizaciones, porque la educación de
calidad incluye necesariamente la educación emocional y la educación
actitudinal y por lo tanto la educación por valores.
Por esa razón, la
práctica de la política sin valores es el de las personas inseguras, con
complejos de inferioridad y con egos desmesurados que para sobrevivir actúan
sin escrúpulos y dan cumplimiento al lema “del todo es válido para seguir en el
lugar”. En el equipo actual de gobierno tenemos un buen muestrario.
Hay algo que está pasando inadvertido o, a mí, me lo parece. Entiendo que se hable de una forma más específica de Ampliación Cerro. Pero, a mi saber y entender, el hecho de que el Ayuntamiento haya recepcionado, de aquella manera, a la urbanización Ampliación Cerro, representa una metedura de pata más del Alcalde de turno y un agravio comparativo hecho al resto de urbanizaciones de Valdemorillo por él y por todos los que le siguieron en el cargo; bueno, le siguieron, le siguen y le seguirán, porque esto no tiene arreglo mientras los que vivimos en las urbanizaciones sigamos siendo unos “pardiños”. Perdón por el abuso de confianza, pero es lo que pienso.
ResponderEliminarDebo haberme vuelto pesimista, menos mal que levanto la vista, por encima de los OKUPAS, y veo las "vaquiñas" y la "panera" de Jesús, el asturiano y, a veces, algún aguilucho, milano o, vaya Usted a saber qué, surcando este cielo y este campo que me trajeron a Valdemorillo y que me relajan de tanta insensatez política y vecinal.
Pasadlo bien. Andrés
CREO QUE ESTÁ TODO DICHO. PERO CREO QUE TENEMOS QUE SEGUIR PENSANDO QUE NUESTRO VOTO PUEDE SER IMPORTANTE Y SEGUIR LUCHANDO POR LOS VALORES ÉTICOS EN NUESTROS CÍRCULOS MÁS CERCANOS.
ResponderEliminarSinceramente no creo que estemos en una crisis de valores. Es algo que se repite a lo largo de la historia, pensamos los mayores que cualquier tiempo pasado fue mejor. Es cierto que, en muchos casos, heredamos de nuestros padres principios éticos ejemplares, pero también a veces, el legado fue una moral rancia y lo que es peor hipócrita.
ResponderEliminarLos valores éticos de la mayoría de nuestra juventud son encomiables. Hay una juventud que razona, que busca la verdad, que no ha sido adoctrinada; Jesús los que tenemos una cierta edad lo fuimos, aunque a la postre supimos rechazarla. Es razonable que la juventud se desengañen ante el mal hacer, los discursos baratos y hasta ridículos de muchos políticos. Estos sí están en crisis de valores o mejor dicho han renunciado a ellos.
Es alarmante ver como un cierto nivel de poder transforma a las personas en más arrogantes y soberbias cuando debía ser al revés.
Tenemos que confiar en las nuevas generaciones, que se conviertan en auténticos ciudadanos y que las futuras y diversas familias políticas se esfuercen por alcanzar el bien común y no solamente el propio. Una vez más aparece la importancia de la educación.
Hoy estoy optimista. No siempre va a ser un Ayuntamiento de desastre; una vez más surge la importancia de nuestros votos ¿Cuándo nos convenceremos de que no siempre los míos son los buenos y los otros los malos y cambiaremos nuestro voto?
Como diría Andrés pasadlo bien.
Pero ¡Vamos a ver! Fernando: Si destruyes un huevo de águila, te sacuden100.000 € de multa y un año de prisión y se permite abortar por la jeta y hasta se paga con nuestros impuestos. Claro que hay jóvenes estupendos, pero me reconocerás, que, una buena parte de la clase política no tiene principios, ni valores, ni nada que se le parezca. Mira el Congreso y los ministros que tenemos. Luego nos metemos con estos amigos del Pleno.
EliminarPasadlo bien. Andrés
Estoy especialmente de acuerdo con todo lo que cuenta en su artículo profesor. El caos que se vive en el Ayuntamiento que gestiona es mayestático , es un ayuntamiento que no funciona, cualquier papel que entra al Consistorio para una resolución tarda meses en conseguir resultados.
ResponderEliminarPero de todo ello los responsables somos los votantes qué elegimos a incapaces para administrar muestra Ayuntamiento. Este alcalde y la mayoría de los miembros está en el gobierno son unos incapaces qué gastan y gastan si traer el cuenta lo que son las verdaderas necesidades los vecinos.
El efecto principal de actuar exclusivamente en función de las improvisaciones del desconocimiento, que pagamos entre todos los contribuyentes, se desarrolla en este Ayuntamiento de Valdemorillo, como señalara el sociólogo Max Weber en su libro “ética de las convicciones”. El cauce viaja río abajo hasta desembocar en el océano del fracaso, no permitiendo nunca remontar el curso del río para, a la luz de las consecuencias de las acciones propias, corregir las decisiones tomadas.
ResponderEliminarPero, lamentarse sobre la irresponsabilidad política tiene un fin: reivindicar una política basada en razones pragmáticas, en cálculos y beneficios, costes y oportunidades, una política, esta vez sí, pensando en el pueblo de Valdemorillo incluyendo urbanizaciones, pero no en abstracto, sino como individuos cuyas vidas pueden ser mejoradas marginalmente gracias a esa cosa tan detestada llamada política. Que se sepa, la política (democrática) sirve para cambiar la vida de la gente a mejor. El político ansía el poder porque es un medio de lograr esos fines. Si tiene mucho poder puede cambiar muchas cosas, si tiene poco puede cambiar menos. Es solo una cuestión de grado. Y los partidos son instrumentos para lograr esos fines, no fines en sí mismos. ¿Pero qué ocurre cuando el político está en el poder únicamente pensando en sus intereses?
La falta de transparencia en las operaciones municipales y los procesos de toma de decisiones a menudo está relacionada con la falta de responsabilidad y gobernanza disfuncional de los Concejales del Regencia municipal. La transparencia se considera una de las condiciones críticas para la buena gobernanza y un mecanismo esencial para equilibrar el poder entre el gobierno y el público, ya que permite que se detecten irregularidades, se descubran abusos de poder y se examinen algunas actividades ilícitas afectas a todos los políticos del gobierno con dedicación exclusiva, que declinan parte importante de sus responsabilidades por otras actividades lucrativas de carácter profesional.