No se castiga toda la corrupción

 

¿Desinformación de  ciudadanos?.¿Autodefensa de políticos?

La Audiencia Nacional ha vuelto a condenar al PP por lucrarse de los beneficios que obtuvo la red Gürtel entre 2001 y 2009 en el municipio de Boadilla. No es la primera vez como partícipe a título lucrativo. 

Los escándalos de corrupción y la correspondiente preocupación por este fenómeno a través de encuestas de percepción y de victimización, se han sumado a la presión hacia la desconfianza institucional existente, derivada de la crisis económica y de la sensación de falta de respuesta por parte de los poderes públicos a las demandas de los ciudadanos. Lo que parece incuestionable “quienes poseen el poder político no pretenden cambiar un sistema del cual son los principales beneficiarios”. Resulta especialmente significativo que para investigar el asunto de Fuentevieja fuera necesaria la denuncia de Los Ecologistas, sin que ningún partido hiciera una mueca previa para ello. Y que el asunto del fallido Plan General de Valdemorillo no haya sido indagado por ningún concejal. La corrupción tiene consecuencias directas sobre el funcionamiento de las instituciones, en general, y, en particular, sobre la administración de justicia.

Sin embargo, en la sociedad política moderna, la idea de participación política implica necesariamente instituciones intermedias que oficien de nexos reales entre los ciudadanos y los poderes e instituciones. El funcionamiento de estos nexos debería ser tal que permitiera el contacto fluido, por un lado, de los ciudadanos entre sí y, por el otro, de las instituciones y los ciudadanos. Porque cuando las democracias han alcanzado su consolidación, se observan bajos niveles de corrupción en razón de su calidad institucional elevada (políticos representativos, jueces eficientes, organismos de control profesionalizados, sociedad civil activa, etc. 

Quiero hacer un inciso para decir que, este articulo como el anterior debería servirnos para reflexionar sobre lo poco que hicieron los concejales electos para neutralizar los focos de "irregularidades" pasadas. Asistiremos a un juicio contra políticas municipales como protagonistas de una denuncia fragante. Han tenido que ser la iniciativa privada y a los Ecologistas los protagonistas con la pasividad del PSOE y Ciudadanos que aparecieron en Fuentevieja como espectadores.  Pero, desgraciadamente, el propio sesgo político del votante e incluso la ignorancia de la realidad, lleva a juzgar de manera diferente los casos de corrupción en función de qué partido los cometiera. Además, los votantes son proclives a perdonar la podredumbre si consideran que es un mal menor en comparación con otros atributos del político presuntamente corrupto.

Si les preguntamos a los expertos: ¿Qué factores son necesarios para que progrese Valdemorillo?, a buen seguro la mayoría destacaría la calidad de los gobernantes, disponer de unas “reglas de juego” claras, que varíen poco a lo largo del tiempo y que todos cumplamos. Porque la corrupción es capaz de amenazar y debilitar todo. Dentro de un mundo corrupto, los ciudadanos operan con y dejan de creer en la institución y, por tanto, se abre la puerta a situaciones nocivas que hemos vivido. Por tanto, neutralizar la corrupción, supone siempre la obtención de mejores resultados para la sociedad, desde cualquier perspectiva.

La existencia de la corrupción es inherente al ser humano. Los casos de corrupción son usuales y también incide sobre nuevos casos la difusión que hayan tenido en los medios de comunicación. Pero en las dos últimas décadas, se ha asistido a una “verbena” de casos de corrupción política (siempre que un político de la oposición cumple con su obligación de control “salta la liebre” de la corrupción) Si bien no hay bases de datos recientes que recojan toda esta información sistemáticamente, algunos artículos científicos descubren esa expansión, principalmente relacionada con el desarrollo urbanístico. Estas actividades ilícitas generan costes económicos y una merma de la calidad institucional para la sociedad.

Y… ¿si los votantes castigamos la corrupción?: castigar la corrupción en las urnas. Pero para el caso español, los resultados le sorprenderán (o quizás no). Varios autores han analizado, con información de elecciones a nivel municipal, qué cuota de votos ha obtenido el partido que previamente ha cometido un acto de corrupción política en su municipio. Pero lamentablemente hemos comprobado que la pérdida de votos es reducida, muchas veces condicionada por la difusión que se hubiese dado a esos casos en los medios de comunicación (cuanta mayor difusión, mayor es el castigo) y, lo que puede ser más preocupante, en función de quién la hubiese cometido, y es apoyado por los beneficiarios, para las siguientes elecciones.