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2/21/22

¡A dónde hemos llegado!

 

Los políticos mentirosos han acabado dominando la situación 

Los últimos acontecimientos ocurridos en el PP, pero que podría haber acontecido en cualquier otro partido, demuestra a las claras el nivel de “ponzoña” acumulado para la consecución del poder. ¿Cómo es posible que hayamos llegado al nivel de tolerar la mentira como manera de acceder al dominio y como forma de gobierno? Los  mentirosos han acabado dominando la situación, se han convertido en preponderantes, y a nosotros en dependientes de la mentira. 

La desafección hacia la clase política se ha forjado en parte en la creencia de que todos mienten y además con impunidad. Los sondeos recogen desde hace años un nivel alto de desconfianza hacia la política. La distracción es también una técnica de los políticos para que el ciudadano desvíe la atención de lo importante y se fije en un punto de interés alternativo que no compromete el truco. Si sale bien, los suyos le aplauden.

Hemos llegado a no entender una arenga política si no está acompañada de una sarta de mentiras disfrazadas en promesas grandilocuentes. ¡A dónde hemos llegado! Si un político/a candidato/a algo, se le ocurre soltar su rollo sin que lo acompañe de promesas mentirosas, el público se aburre, y como consecuencia directa, ese político no se comerá una rosca, y mejor será que se retire, porque no tiene nada que hacer. Pero si la arenga es ilusionante, la gente “traga”, aún a sabiendas de que lo que les ha dicho aquella que estaba detrás del atril, arengando a las masas, no lo cumplirá. Eso ya lo tenemos somatizado, asumido y perfectamente asimilado. Es lo que hay. ¿Cambiaremos algún día aprendiendo a ser más coherentes, más realistas y mejores críticos con nuestros políticos? Es probable que no. Si en todas estas generaciones, lo único que hemos hecho, ha sido no evolucionar, es de suponer que, aún que pasen otras tantas generaciones, tampoco habrá cambios sustanciales respecto del tratamiento de los políticos hacia sus seguidores y votantes, cuando de ganarse sus voluntades se trate. 

Tiene que ser con mentiras, con grandilocuencias, con promesas espectaculares y con palabras que llenen el cerebro de las personas de la basura necesaria para que sirva de hilo conductor, dirigiendo así sus pensamientos. Es patético. Pero la situación no acaba ahí, en unas campañas electorales. La degradación alcanza niveles espectaculares y estratosféricos cuando seguimos consintiendo que aquel que nos mintió en campaña electoral, con el fin de atraer el voto, lo sigan haciendo desde las poltronas del poder, desde los Plenos, ocupando un cargo democráticamente elegido, pero fraudulentamente logrado de espaldas a la realidad ciudadana. 

¡Váyanse ustedes a la … ¡Sí, váyanse ustedes a la...! Puedo parecer grosero, mal educado, pero lo prefiero a que me llamen mentiroso. Y ustedes son eso, mentirosos. Y ahora díganme, “no incluya usted a todos, porque hay excepciones”. Y mi respuesta es: Que las excepciones me lo demuestren cuando salgan afuera a denunciar a los mentirosos. Mientras no lo hagan, de manera contundente y definitiva, notoria, seguirán estando en mi particular lista, ya que tan mentiroso es el que miente como el que consiente la mentira.

7 comentarios:

  1. Teresa Sainz Pascual21 de febrero de 2022, 12:32

    “No mienten todos los políticos. Los hay que mienten algo y a veces, y otros intentan mucho no mentir. Los que más mienten son los corruptos para intentar tapar sus actos, nosotros tenemos una buena muestra en Valdemorillo. Pero, en términos generales, los políticos se distinguen más por el intento de excluir a otros actores de la esfera de la legitimidad que por mentir. Me preocupa más esa tendencia a excluir, aunque obviamente se miente”. En los plenos, vemos cómo “crecen narices” frecuentemente

    Los efectos de la mentira en política suelen tener consecuencias en la vida de los ciudadanos y es un factor que influye en el rechazo hacia ese comportamiento, que tiene una dimensión pública. Pero no está claro que a los políticos se les censure por mentir en la misma medida que se hace en el ámbito privado. Algunos dirigentes se aprovechan de la ignorancia política de una parte de la población para disfrazar sus opiniones y proyectos sobre determinados temas sensibles. “Hay formas de hablar que acaban matizando o manipulando tanto la verdad que el efecto puede ser parecido a la mentira, aunque el político no sea consciente, pero hace una selección de los elementos de la verdad de forma tan interesada que el impacto es parecido a la mentira.

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  2. No tienes razón Jesús, dices "podía haber ocurrido en cualquier otro partido". No Señor, ha ocurrido en el PSOE, en Podemos... Creo que hay en todos los partidos. Uno ya no sabe dónde tocar para no mancharse. Lo de creer en alguien, hoy día, es solo para los santos, si es que queda alguno en este mundo. Alguno seguro que queda. Esta gentuza metida en política hace mucho daño, pero, tanto o más hacen los bobalicones que se lo creen todo, que lo ignoran todo, que pasan de todo o que te dicen, una y otra vez, "para que lo haces, no vas a conseguir nada". Maldita miseria.
    Y ahora ¿Qué? Tendremos que seguir aguantando, a toda esta panda, echarse en cara, unos a otros, lindezas de todo tipo. No, no, mejor hacemos como Don Pedro, pactar con quién haga falta para poder seguir engañando a más y más gente. Digo gente, como decía mi profesor de literatura, ALLÁ POR LOS CINCUENTA Y PICO, cuando había alguna movida en clase, nos recriminaba con un "XENTE HAY MOITA, PERSONAS, PERSONAS POUCAS". Y todos callados.
    ¿Dónde están aquellos políticos que eran HOMBRES, que lo fueron de los pies a la cabeza? ¡Que bajo ha caído una buena parte de nuestra clase política! ¡Qué poquitos se salvan!
    En esta tristeza, me viene una frase a la cabeza, creo que de Espronceda: DIOS MÍO ¡QUE SOLOS SE QUEDAN LOS MUERTOS!
    Pasadlo bien. Andrés

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    1. Andrés, podemos entender puede u ocurre como términos similares para este caso. El historiador británico Lord Acton escribió una frase que pasó a la historia: “El poder corrompe y el poder absoluto corrompe absolutamente”. La aseveración se ha tomado siempre por cierta, debido quizás a los personajes por todos conocidos que la han cumplido a rajatabla, pero no es, ni mucho menos, algo que se cumpla a rajatabla. La cuestión plantea muchos interrogantes y los psicólogos han tratado en muchas ocasiones de encontrar un patrón que explique cómo el poder influye en nuestro comportamiento.
      El poder corrompe, hace a las personas menos justas, y empuja a cometer actos inmorales, sólo cuando cae en manos de gente que estaba acostumbrada con anterioridad a puestos sin ninguna responsabilidad. La Neurociencia nos muestra que el poder cambia el funcionamiento de nuestro cerebro. Hormonas como la testosterona están relacionadas con el status elevado y su aumento propicia un patrón de conductas más competitivo y defensivo del propio interés. Nuestra forma de comportarnos puede modificar este flujo hormonal, influyendo en nuestras emociones y decisiones. Fomentar la gestión emocional positiva por parte de los actores políticos sería un componente decisivo dentro de sus programas de formación. Conceptos nucleares de la inteligencia emocional tales como autoestima y empatía podrían ser protectores frente a la corrupción.

      Imagínate ahora a nuestros gobernantes municipales con su “alto nivel cultural” ¿cuál puede ser su comportamiento?. Esto explica muchas cosas, fundamentalmente todas aquellas relacionadas con la soberbia. Y las personas soberbias no gozan de la aprobación popular. Al principio, pueden parecer agradables, pues se muestran seguras y decididas. Pero a medida que aflora su soberbia, resultan menos aceptadas. Y es frecuente que se las deje de lado y terminen aisladas. Tenemos un muestrario que no se dan cuenta que se las elige para servir no para ser servidas, eso es lo más lamentable.

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  3. Es de Bécquer, Andrés, pero da igual los que tenían que quedarse solos son los políticos. Eso no va a suceder, en las próximas elecciones iremos como borreguitos a votar a nuestros corruptos, cada uno a los suyos, porque pensamos que los otros son peores. Y veremos como los mismos rostros volverán a sentarse en las mismas poltronas. quizá algunos nos quedemos en casa renegando y jurando que los vote su...Lo cual no soluciona nada.

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  4. Últimamente me asalta una duda fundamental, ahora que estamos intentando profundizar en ese mundo tan brumoso como es el de la política. Realmente los políticos, al uso en este pueblo, ¿tienen ideología? ; sinceramente creo que no ya que las ideologías pueden ser intercámbiales en mor del interés. En los primeros plenos el concejal Moreno se oponía sistemáticamente al gobierno, ahora que ya ha visto su interés, y ha cambiado el panorama. Los de Ciudadanos están a un paso de mudar de aires en las próximas elecciones.
    ¿Pero estos personajillos no se percatan del daño que están haciendo a la democracia y la fiabilidad de ellos mismos?.

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  5. El problema es que hay muchos políticos con ideología intercambiable. Me gusta más lo de Groucho, aquello de la abundancia de principios. Así pueden tomar en cada caso y en cada momento los apropiados. Estoy empezando a pensar que entre tener muchos y no tener ninguno, hay muy poca diferencia.
    Tengo una tía que ha cumplido cien años y tiene la cabeza más amueblada que la mía, gracias a Dios, es socialista hasta la médula. Eso nos da pie para hablar. Cuando le cuento las cosas que están haciendo los de este gobierno, sí, con minúsculas, no me lo cree. Entonces le digo: No te preocupes, estos no son socialistas, tú eres socialista, estos no. Cualquier cosa que tú quieras para todos, la quiero yo, seguro. Entonces nos reímos, nos tomamos un flan con nata de postre y disfrutamos del momento.
    Con que Bécquer ¡Eh! Bueno, ya me parecía a mí. Gracias Fernando.
    Pasadlo bien. Andrés

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  6. Cualquier observador que lleva algunos años sin perder de vista a los políticos más veteranos se puede dar cuenta perfectamente de su carácter y de la importancia que dan a su afiliación y a su “vergüenza torera”. Es fácil darse cuenta de su verdadera intención y donde no entra el auténtico interés del pueblo. ¿Cómo los partidos no son más cuidadosos en ofrecer una imagen más creíble de esa realidad incuestionable? No lo son en absoluto, y dejan libre albedrio a los electos y solamente en aquellos momentos especialmente delicados plantean algún objeto de conciencia, como ocurrió en el PP de Pilar López hace años. Sin embargo ahora nuevamente está en el gobierno municipal manejando el cotarro a su antojo.
    Estoy de acuerdo que es muy importante que los políticos den una imagen muy distinta a la que vienen dando ahora y se hace necesario que aparezcan nuevas caras mucho mejor preparadas en el panorama y con un nuevo concepto de la decencia.
    Yo también soy de la opinión que la figura del Concejal independiente Sr. Moreno y el ausente de Ciudadanos arrojan una imagen patética que daña frontalmente al interés del electorado.

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