Queremos un Ayuntamiento que funcione.

 

NO SÓLO POR INTERES POLÍTICO 

Aún hay quien sigue preguntándose si se puede vivir sin una organización que articule el funcionamiento democrático de la sociedad civil. El Ayuntamiento de Valdemorillo debería valer, para que el servicio al pueblo funcione y cuente con recursos que permitan una ágil tramitación justa y segura.

En contextos complejos como los que estamos atravesando, algunas voces cuestionan la utilidad de lo público y la razón de ser de la Administración. Sobre el papel, una sociedad sin Administración Pública es una sociedad sin capacidad de gestionar la voluntad de sus ciudadanos. Por tanto, podemos decir que un Ayuntamiento es imprescindible y debemos requerir que funcione mucho mejor. Para lo cual se deben articular mecanismos y actitudes que lo permitan.

En términos económicos, el sector público representa el 41% del gasto del total del Producto Interior Bruto (PIB) español. Es preciso tener en cuenta el carácter del funcionario como impulsor o rémora del desarrollo; como catalizador o freno a nuevos proyectos o como facilitador u obstáculo a las iniciativas de ciudadanos. Desde luego, como ya hemos conocido algún caso, nunca como guardián de intereses particulares o políticos, esperando con ello promociones.

¿PERO QUÉ OCURRE CUANDO EL AYUNTAMIENTO NO FUNCIONA BIEN? COMO ESTA OCURRIENDO AHORA

Y los expedientes se atascan y los vecinos no encuentran respuestas a sus preguntas, incluso las reclamaciones presentadas por registro, que las actas de los Plenos no estén en tiempo y forma. El portal de trasparencia no está adecuadamente actualizado y no cumple con su función principal y  los empleados no atienden, en muchas ocasiones, debidamente las llamadas telefónicas.

Es absolutamente inadmisible que las consultas de los ciudadanos, presentadas en tiempo y forma por registro, queden archivadas en la mesa del secretario o de los técnicos durante meses, de manera que cualquier respuesta puede ser extemporánea

Se puede y se debe discutir si lo público responde a las necesidades de los ciudadanos o si está adaptado a un mundo en pleno cambio, pero esto no significa que la Administración deje de tener un papel clave en las sociedades del siglo XXI.

NECESITAMOS UN AYUNTAMIENTO EFICIENTE, ÁGIL Y QUE SOLUCIONE LOS PROBLEMAS DE LOS VECINOS.

Es preciso que se transforme y se convierta en un verdadero catalizador del desarrollo de ciudadanos y juegue el papel que le corresponde, para lograrlo, se necesita voluntad política y consenso. 

Porque al ciudadano no le importa qué departamentos participan en una tramitación, o de qué concejalías dependen los servicios que se está solicitando. Lo que le sirve es que el canal de comunicación funcione, cosa que ahora no hace. Todos los concejales deben tener presente que una legislatura no es suficiente para hacerlo todo, por eso hay que llegar a un acuerdo para asegurarte el apoyo de reformas. Para conseguirlo es fundamental que los canales abiertos al servicio del ciudadano sean sostenibles, ahora no lo son. Que la utilidad y la Red debería servir para ahorrar siempre que se actué sobre todo el sistema, ahora es compleja y no funciona correctamente. También se debe conseguir que los departamentos y sus trabajadores comprendan que el nuevo enfoque pretende una mejora del servicio y que son los ciudadanos y no los políticos los verdaderos protagonistas de la gestión municipal.

No obstante, es igualmente necesario que la esfera política ocupe su lugar y no se mezcle de manera inadecuada con la administrativa, como se viene haciendo hasta ahora en la contratación del personal. Cada político, en el poder, impuso a su incondicional si selección previa, incluso demostrando su incapacidad. Se impuso al recomendado por encima del competente.

QUE EL AYUNTAMIENTO FUNCIONE NOS INTERESA A  TODOS

Pero, sobre todo, al conjunto de los ciudadanos. Es necesaria una transformación de la gestión municipal inteligente y con altura de miras. Sabemos que ya existen “islas de cierta modernidad” que nos demuestran que el cambio es posible, y que se debe caminar por la senda adecuada.

No hay que olvidarse tampoco, que la principal función del concejal es la promoción y el desarrollo de Valdemorillo, dentro de diversas áreas (cultura, economía, hacienda, urbanismo, etc.), No debería ocuparse de menesteres que competen a los trabajadores o funcionarios. Por tanto, esto debería ser razón para cuestionarse, de verdad y con generosidad, la dedicación exclusiva, que tienen algunos miembros del gobierno, además de algún otro otros remunerado. En otra ocasión hablaremos de ello analizando su gestión y sus posibilidades

No obstante, es igualmente necesario que la esfera política ocupe su lugar y no se mezcle de manera inadecuada con la administrativa, como se viene haciendo hasta ahora en la contratación del personal. Cada político, en el poder, imponía a su incondicional, su convidado de piedra que posteriormente puede quedar marginado. 

NECESITAMOS UN AYUNTAMIENTO INDEPENDIENTE, PROFESIONALIZADO Y SIN INJERENCIAS O INTERESES ESPURIOS.

Libre de ataduras políticas para que sirva a los intereses de los ciudadanos y al pueblo de Valdemorillo, no a los partidos que gobiernan. Desde este convencimiento, proponemos un camino hacia ese cambio de modelo porque, como sociedad, nos jugamos mucho. Nada hay que influya más en el presente y en el futuro de un pueblo que la salud de su Administración Pública y cómo la gestionan sus gobernantes.