LOS "PUNTOS LIMPIOS" DE LAS URBANIZACIONES
SIGUEN SIN FUNCIONAR
Aunque no lo parezca, la política está en debito con la sociedad desde la ética que se asienta en la moral que surge del compromiso con los demás. Frente a esta forma de buen hacer político, sin embargo, existen organizaciones que anteponen sus intereses a los de todos. Por esa intención egoísta no representan los valores de la democracia.
La conciencia social hace referencia a la capacidad de determinados grupos u organizaciones sociales de percibir realidades circundantes que requieren atención, de reflexionar sobre ellas y en algunos casos, de actuar para la transformación de las mismas. La propia sociedad conforma una entidad autónoma y en este sentido una colectividad también tiene una cierta conciencia social. Así, cuando en el seno de la URBANIZACIÓN se reconocen ciertos problemas que afectan de alguna manera a todos se produce una conciencia social colectiva.
Esa conciencia social colectiva tan necesaria de acuerdo a la Ley 10/1998, de 21 de abril, sobre Residuos, los municipios con una población superior a 5.000 habitantes estarán obligados a implantar sistemas de recogida selectiva de residuos urbanos que posibiliten su reciclado y otras formas de valorización. Tenemos además que saber que un punto limpio es una instalación donde se recogen y almacenan temporalmente y de forma gratuita los residuos domésticos que, por su gran volumen o peligrosidad, no deben arrojarse a la bolsa de la basura ni depositarse en los contenedores.
El punto limpio incentiva el reciclaje de ciertos residuos, para conseguir con ello ahorrar materias primas y energía, dado que luego son aprovechados en un proceso de reciclado apropiado. También sirve para evitar el vertido no controlado de ciertos residuos, sobre todo de aquellos que son de gran tamaño y no son recogidos por los servicios de limpieza MUNICIPALES. Además de estas funciones, el punto limpio también es útil para separar residuos peligrosos que pueden generarse en cualquier domicilio y que, como es lógico, es preferible no tirarlos a un contenedor.
Con todo ello deberíamos tomar conciencia tanto los vecinos como el Ayuntamiento para no hacer de un punto limpio municipal un desastre ecológico de consecuencias imprevisibles. No depositar los restos de aceite, en su lugar; los acumuladores en su sitio y otros residuos potencialmente peligrosos, en los lugares que les corresponde para evitar la contaminación ambiental ya suficientemente dañada.
Por tal razón la formación cívica y ética es fundamental para enseñar las competencias necesarias para la inclusión y la convivencia armoniosa con la sociedad, también referido como bienestar socio afectivo y por esa misma razón el Consistorio, tiene la obligación de velar por que los vecinos dispongan de todo tipo de facilidades que los pueda permitir desarrollar su comportamiento cívico con facilidad.
Hasta donde mi racionalidad puede llegar, en las Urbanizaciones no hay ningún punto limpio. Desgraciadamente tampoco en el resto del municipio de Valdemorillo.
ResponderEliminarEs inconcebible que un municipio con más de 12.000 habitantes no disponga de un punto limpio ni nada que se lo exija.
Este Ayuntamiento con organizar las ferias taurinas tiene suficiente.
¡Vaya municipio que tenemos, que permitimos!
El Cerro 2 hay una instalación fija que intenta simularlo pero por circunstancias varía, entre las cuales el Consistorio debe ejercer su responsabilidad institucional. Estuvieron siempre mal. Cuando la ciudadanía no asume su parte de responsabilidad hay que utilizar la sanción. Pero para ello deben habilitar vigilancia.
EliminarEn definitiva, cómo está ahora constituye un peligro latente para todos
Señor González en el Pueblo no existe punto limpio, y dicho esto me va a permitir desviarme de su Editorial,
ResponderEliminarComo continuación a su anterior reflexión sería interesante recapitular de la degradación de la construcción en Valdemorillo.
Recopilando la foto histórica de los últimos 30 años de los gobiernos del PP familiares y en especial de Doña Pilar López, se puede comprobar que el antiguo Pueblo ha perdido el encanto de la piedra.
Si damos un paseo por el Pueblo comprobamos que las construcciones nuevas están hechas al antojo de los propietarios sin respetar la normas Urbanísticas.
Si tomamos como ejemplo el antiguo restaurante "Los Bravos" demolido con el visto bueno de Doña Pilar vemos que lleva en la Plaza del Pueblo cómo solar derribado.
Hace varios días estuve dando un paseo con un antiguo ciudadano de Valdemorillo que vivió en Puente la Sierra quedándose perplejo de ver el cambio a peor.
Ver la Plaza de Toros, monumento al mal gusto, dice mucho de los alcaldes de Valdemorillo, habría que cambiarla el nombre por Pilar López Partida. simplemente para un recordatorio de mal gusto.
Veremos el Clan Doña Pilar y Don Santiago que maléficas ideas nos van a sorprender con el PGOU.
¿Quién "coño" va a venir a ver este Pueblo?.
Gracias Alcaldes y Alcaldesas por destruir nuestro Pueblo.
Saludos
Es verdad, en Valdemorillo no hay un punto limpio. Es verdad que en algunas urbanizaciones hay un punto de depósito de enseres o "achiperres" de cualquier tipo que ya no valen. Luego los señores de la recogida de residuos los llevan a no sé dónde. Pero, lo que es un punto limpio, no existe, que yo sepa. Para empezar, esos puntos tienen un horario para poder llevar lo que se quiera, también tienen empleados que clasifican lo que allí llega.
ResponderEliminarNo seáis pesimistas, cuando se arregle lo del Canal ponemos un punto limpio.
Se me olvidaba, a falta de punto limpio tenemos un montón de jardineras, lástima, que al lado o enfrente de ellas, se mantengan solares vallados con un plástico negro indecente que distrae la mirada del visitante.
Pasadlo bien. Andrés
Punto Limpio, lo pongo entre comillas
EliminarSi en lugar de entre comillas hablases de "el mal, muy mal llamado punto limpio", posiblemente muchos lo entenderíamos mucho mejor y nadie podría imaginar que existe tal lugar.
ResponderEliminarEs un grave error llamar "puntos limpios", aunque sea entrecomillas, a los puntos de acumulación de basura que existen en las urbanizaciones, donde conviven, a menos de 20 metros del parque infantil y la pista de baloncesto, restos de escombros con amianto, bidones de aceite usado derramados en el suelo, restos de poda vegetal, escombros, restos de pintura, muebles y enseres, cristal, papel, etc. Todo al alcance de los niños, sin vigilancia ni control y sin un suelo impermeabilizado, que evite que todas esas sustancias se filtren al subsuelo cuando hay lluvia y contaminen. Además, la montaña de restos de poda seca a veces alcanza más de seis metros de altura, sin que haya un sistema eficaz de tomas de agua para bomberos en caso de incendio, como ya se demostró el año pasado. No seamos cómplices de la desvergüenza de este miserable ayuntamiento. Puntos limpios de verdad, en Valdemorillo, no hay ninguno.
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