La presencia de manadas de Jabalíes en nuestras urbanizaciones.

 

¿Qué hacer para resolver este problema creciente?

Nuestro sistema de vida, la ausencia de depredadores naturales y la disminución de la caza han permitido que una especie animal como el jabalí, enormemente prolifera, aproveche las fuentes de alimento de  basura de las urbanizaciones con amplios espacios abiertos con vegetación cerrada, para crear su nuevo habitad. La colonización del medio urbano es un fenómeno que supone un nuevo y creciente desafío para la gestión de esta especie cinegética.

La capacidad de adaptación del jabalí a distintos ambientes se debe principalmente a su alimentación omnívora, a su alta tasa reproductiva y a su rápido crecimiento, que puede acelerarse en condiciones ambientales favorables. Por una parte, son conocidos los problemas y riesgos relacionados con este ungulado en el medio rural produciendo un peligro en la colisión con coches, daños a la agricultura o transmisión de enfermedades. Y por otra parte   los daños en las infraestructuras y mobiliario urbano, ataques a personas y peligros derivados de las enfermedades transmisibles.

La elevada disponibilidad artificial de alimento, que suele tener un valor calórico superior al de la alimentación natural, favorece tanto la incorporación temprana de las hembras a la reproducción como el aumento de la supervivencia de los jabatos.  Así, mientras que en ambientes naturales las hembras de jabalí tardan alrededor de un año en alcanzar el peso necesario para reproducirse (30 kg), en las áreas urbanas se han encontrado hembras de 9-10 meses de edad preñadas y que superan con creces dicho peso antes del año de edad. El Jabalí ha dejado de ver en el humano un depredador para considerarlo por el contrario un provisor de alimentos

El problema apareció cuando las crías de estos grupos familiares perdieron progresivamente el miedo al ser humano, y empezaron a frecuentar zonas urbanas para alimentarse asaltar contenedores, sin importarles la presencia de personas cerca de ellos. Estos animales han pasado de percibir al hombre como un depredador a considerarlo una fuente o proveedor de alimento. Así, la alimentación directa a jabalíes ha conducido a que se hayan registrado recientemente casos de ataques de jabalíes a personas para reclamarles o arrebatarles bolsas de comida.

Lo que no cabe la menor duda es que, nosotros con nuestro modo de vida hemos perturbado el equilibrio natural del ecosistema y sufrimos las consecuencias. Como hemos visto, el proceso de adaptación del jabalí al entorno ha sido progresivo. Revertir la situación y poner solución a un problema en el que influyen tantos factores no va a ser trabajo fácil, y probablemente necesitaremos tanto tiempo para conseguirlo como el que ha tardado en establecerse.

Existen diferentes aspectos a trabajar y todos ellos se deben dirigir de forma coordinada a potenciar las limitaciones naturales de las poblaciones de jabalí. Va a ser necesario diseñar estrategias sostenibles y toleradas por sectores mayoritarios de la sociedad. Algunas de estas medidas deberán abordar los aspectos que se encuentran en la raíz del problema, por muy complicados que puedan resultar como la disminución poblacional de animales disminuyendo el atractivo a este nuevo ambiente alejado de su entorno natural salvaje. No existe una relación directa entre la abundancia de jabalí y las incidencias urbanas. Si nos limitamos a disminuir el número de jabalíes sin empequeñecer el atractivo urbano, puede ser que tengamos pocos jabalíes, provocando muchos conflictos. Por lo tanto, hay que combinar ambos tipos de medidas.

En estos momentos no parece que la caza pueda ser una herramienta de gestión ya que no está permitida en estas áreas. Hay que actuar de otra forma, con función selectiva sobre determinadas clases de edad que tienen una mayor relevancia en la dinámica poblacional del jabalí a los menores de dos años, especialmente a las hembras. Entonces los ejemplares adultos de ambos sexos requieren más alimento y territorio que los jóvenes. La eliminación de una hembra adulta hará que las hembras más jóvenes empiecen a reproducirse a edades más tempranas.

Entonces y dado que no se pueden utilizar armas de fuego, la captura y eliminación de jabalíes debe realizarse mediante métodos alternativos: caja-trampa, cercados, redes, tele anestesia…, pero siempre cumpliendo con la normativa vigente en bienestar animal, por tal razón cualquier operativo debe contar con el asesoramiento y la participación de técnicos y veterinarios especializados en fauna salvaje.