Vivir de la política crea adicción como la droga

 

El legítimo político vive para la política, no de ella.

Si el apego a la vida es esencial en las personas, también lo es para algunos políticos renunciar a la política, porque para ellos es su medio de subsistencia, su vida, han vivido muy bien y quieren seguir haciéndolo.

Esperar, por tanto, que los políticos vayan a cambiar por muy duras que sean las críticas que se les hace y por muy alto que suban en la escala de preocupaciones de los españoles, es pura ilusión. Para muchos y muchas la política es su medio de subsistencia.

Tenemos una anécdota reciente, cuando un diputado andaluz de ciudadanos, para no ser un tránsfuga se ha pasado al grupo mixto, en lugar de dejar escaño como sería lo lógico y para que otro militante del mismo partido ocupara su puesto. ¿Habéis visto a muchos políticos que renuncien voluntariamente a la política? ¡Tratan de complacer al jefe para que no los borre de las listas electorales o los ponga en los primeros puestos! ¿No había un partido político que decía en sus estatutos iniciales que una persona no podía ejercer un cargo político durante más de dos legislaturas y a la primera de cambio suprimió esta cláusula de sus estatutos? Son políticos vitalicios, y cuanto más jóvenes entren en la política, tanto peor, más dependientes se hacen de ese modo de vida. Despotricar contra ellos es perder el tiempo.

Es hora de prestarse a vivir para la política, a dedicarse a la política de forma gratuita. Esto no es algo exclusivo de los ricos, como algunos piensan. Un arquitecto o un abogado que se retira a los 65 años, por no hablar de los prejubilados, puede estar en condiciones de dedicar 8 horas a trabajos solidarios y altruistas en favor de la sociedad. ¿No nos inspirarían más confianza que un joven de veintitantos años que no ha hecho nada en su vida y, encima, está cobrando cuatro mil euros mensuales? Hay muchos profesionales liberales que podrían dedicar 2 o tres horas a la semana a trabajos políticos solidarios. Si esto os parece utópico, os digo que mucho más utópico es pensar que los políticos profesionales van a acabar algún día con tanta injusticia social, ya se llamen de izquierdas, liberales o de derechas. Y criticarlos simplemente no sólo es utópico, sino que le crea mala sangre en el que critica.

No desaparecerán los políticos profesionales, los vividores de la política, pero hay que arrebatarles pacíficamente el monopolio de la acción política. Es la hora de los ciudadanos solidarios. ¿No han sido los jubilados los que en muchos casos han tenido y tienen que echar una mano a sus hijos y nietos en las épocas de crisis? Quizás les espere un papel fundamental también en la política.

Hablando con un amigo Psicólogo, del diputado andaluz que se pasó ayer al mixto; me comentaba que posiblemente esta actitud no sería tomada por un alemán; pero para un latino incluso puede imprecar de su ideología marxista para hacerse liberal de derechas, si con ello logra mejor puesto. Es lamentable, pero forma parte de la mentalidad de una parte de la sociedad “enmerdada” con el poder.

Volviendo al enunciado de este artículo: afortunadamente, no toda política es adicción. Conviene diferenciar, como hace Max Weber, entre vivir para la política y vivir de la política, lo usual. Lo peligroso es esto último, delicado para el mismo político y peligroso para la sociedad.  Vivir de la política crea más adición que la droga. Raras son las personas vividoras de la política que se “desencadenan”.

No es solo el dinero fácil y la adición en lo que se asemejan el narcotraficante y el político, con el consiguiente peligro de que utilicen cualquier método para no cambiar de vida. Si el primero se sitúa fuera de la Ley, el segundo está por encima de ella. ¿Muchos políticos condenados? ¿Y cuántos han cumplido la cárcel, aunque hayan sido procesados?  Al narcotraficante se le puede juzgar si se le pilla. Al político, ni siquiera se le pilla, porque no se le persigue.

 

Comentarios

  1. En mi opinión la creación y mantenimiento de nuestros políticos en cualquier cargo remunerado con fondos públicos (todos los Partidos los reciben proporcional a sus resultados), arranca del grave defecto de nuestra Constitución en lo referente al valor REAL del voto que emitimos cuando se nos consulta. Emitimos nuestro voto y a partir de ese momento dejamos de tener derecho alguno sobre él y queda al albur de los Partidos su gestión. Aparecemos y desaparecidos cada cuatro años. Los "propietarios" de nuestros votos son los Presidentes de las formaciones y los políticos rehenes de su criterio, por lo que ya no tienen por qué dar cuenta de su gestión a sus votantes.

    Una SEGUNDA VUELTA en las elecciones devolvería la administración del voto a los ciudadanos. Eso es lo q debemos conseguir.

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    1. Los políticos no deberían estar tan bien remunerados y los partidos deberían actuar sobre aquellos que arrastran una función pasiva o se sospecha de corrupción, aunque sea a menor escala. Es cierto, que, en algún caso, esos partidos de ámbito nacional se percatan de situaciones poco claras y apuestan por retirar a un político de su candidatura.

      Agustín, conozco algún caso concreto que eso ha ocurrido y el candidato decidió montar otro grupo político local con ayuda foránea. Por eso es fundamental que el votante sepa lo que vota y porque lo vota. El voto de todo el mundo vale igual, pero unos tienen mayor valor que otros.

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  2. Tengo una visión pesimista de la realidad, aumentada cuando conozco el comportamiento de algún político de este pueblo sabiendo de su trayectoria.

    Efectivamente en muchos casos un candidato milita en un partido de izquierda y su comportamiento en la vida no tiene nada de socialista, incluso en algún caso aparece con tintes racistas.

    Por otra parte, en los pueblos resulta muy fácil saber de los candidatos, aunque solamente sea de referencia y es más difícil engañar, pero inexplicablemente sacan votos e incluso para seguir estando en la mesa de plenos municipales.

    Jesús, en otro género de cosas y con respecto a las urbanizaciones

    Es la voluntad política. Los responsables sucesivos y actuales hacen caso omiso por un motivo, siempre hay un motivo... lo saben y se callan, o desprecian sistemáticamente por el carácter endogámico de los gobiernos municipales y el entendimiento de que las urbanizaciones solo son vacas lecheras a las q estrujar. En cualquier caso, nunca se ha planteado realmente la intención de recepcionar ninguna urbanización. Año 2020 y todavía estamos hablando de iniciar el proceso proponiendo material inductor: debates. No es una crítica. Las infraestructuras deficitarias que conllevan el corte de suministros esenciales y el estado de conservación de éstas y los costes de mantenimiento asociados al margen del IBI son factores determinantes para la valorización de las viviendas. Al mismo tiempo si no atienden las necesidades básicas de habitabilidad de las urbanización porque atender necesidades sociales: educación o sanidad: un consultorio superado por las necesidades asistenciales que debería ser ya centro de salud con urgencias desde hace 10 años y no lo es, 800 niños que salen de Valdemorillo a diario a estudiar a otras localidades porque no hay un segundo colegio, un centro de día construido en 2010 y nunca habilitado, una residencia de ancianos que figura dentro de la concesión de 2004 de la plaza de toros nunca construida, el desarrollo local afectado que no crece... a todo esto le llaman progreso. Una vergüenza.

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  3. Hoy, San José, vayan mis mejores deseos para todo el mundo...
    Hace unos cuantos años, en una reunión de amigos, se me acercó una niña, apenas me conocía, y muy contenta me dice: "Mi mamá es la Alcaldesa". La miré sonriente y le pregunté: ¿Tú sabes que significa ser Alcaldesa? La noté asombrada por la pregunta, entonces le dije: Significa que tiene que estar al servicio de todos. La respuesta la dejó más asombrada todavía y se fue al otro lado del corro.
    Esta niña, en su inocencia, sin saberlo, dice mucho de algunos políticos y explica el porqué de muchas actuaciones y el porqué de no tomar decisiones que, hace muchos años, debieran haberse tomado. No puedo estar más de acuerdo con Nicolás.
    Lamentablemente, este gato, al que ponemos un cascabel, detrás de otro, me tiene realmente descolocado. Estoy convencido de la buena voluntad de nuestro Alcalde, pero el hecho de que siga los mismos pasos de sus predecesores, me hace pensar que de recepción, nada de nada y en el tema del Canal, más de lo mismo.
    Solo le veo una salida a esta situación, vuelvo a comentarla: TUTELA. TUTELA EFECTIVA DE LAS EUCC, NO SOLO DE LAS CUENTAS, TAMBIÉN DE SU GESTIÓN.
    Haber estado haciendo las cosas mal durante cincuenta años, no justifica que sigamos haciéndolas mal, ni un solo minuto más.
    El primer ejemplo está muy claro: Si para crear una EUCC las infraestructuras deben estar terminadas, y no estaban. ¿A qué viene crearlas? Disuélvanse en el acto y hágase cargo el Ayuntamiento del desastre. Aunque tengamos que pagar lo de la conservación y el mantenimiento, sin gabelas. ¡HAGASE! Que diría un tal Maduro.
    El otro ejemplo, clarísimo, es el del suministro de agua a todos los vecinos. ¿Por qué tenemos que pagar el agua a una EUCC, que nos pasa unos recibos incorrectos, en vez de una factura con los cuatro conceptos de aducción, distribución, alcantarillado y depuración y encima sin el IVA correspondiente? ¿Estamos estafando a Hacienda?
    ¿Qué dice nuestro buen Gustavo de estas cosas? En treinta años al cargo del asesoramiento de legalidad de los actos de los políticos ¿No ha tenido tiempo de informarse acerca de la las leyes vigentes? ¿Dónde están los Servicios Técnicos y la Intervención?
    ¿Hasta cuándo Catilina...?
    Pasadlo bien. Andrés

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