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3/27/21

La industria de loza en Valdemorillo

 

El Rio Aulencia a pesar de su corto trayecto y escaso caudal, tiene mucha importancia histórica.

Debido a su vinculación con el Monasterio de San Lorenzo; también uno de los principales suministradores de agua potable, gracias al embalse de Valmayor. Igualmente arrastraba magníficas arcillas con las cuales se fabricaron productos cerámicos en Valdemorillo.

En un En un trabajo de investigación qué se realizó en la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Minas de la Universidad Politécnica de Madrid, tal vez para la elaboración de una tesis doctoral, se hace referencia a que siempre hubo una actividad ceramista en el curso del Rio Aulencia, debido a que se descubrió restos de cerámica de la época visigótica

Parece ser que el Rio Aulencia arrastraba magníficas arcillas con las cuales se fabricaban Productos cerámicos para la Real Fábrica del Buen Retiro. En 1845 Pascual Méndez insigne ceramista de galapagar describía que la calidad de los barros de Valdemorillo eran de una calidad magnifica y establece que la fábrica de Valdemorillo es la continuación de la de Alcora fundada en 1719 por el por el Conde de Aranda denominada Real Fábrica de Loza Fina y porcelana de l'Alcora, que formaría parte de los equipos de gobierno ilustrados de Carlos III y Carlos IV, y que fue quien impulsó esta manufactura de modo más destacado. Su cierre se efectuó en 1945.

La fábrica de cerámica de Valdemorillo fue creada precisamente por el ceramista alcoreño Juan Falcó, como alternativa industrial a la loza inglesa y dentro del conjunto de industrias que en ese periodo progresaron en España, como respuesta a la demanda burguesa de servicios de mesa y muy diverso tipo de piezas decorativas, en imitación de las porcelanas inglesas. ​

La loza de Juan Falcó sustituyo, en la zona, la desaparición de otra fabrica en la vecina localidad de Galapagar que también dedicaba su elaboración a vajillas estampadas con motivos tópicos en la época: cacerías, paisajes imaginarios, jardines románticos y otras escenas pintorescas. A partir de 1880, el ceramista Falcó pone en el mercado una serie "decorativo-geométrica" que alterna palmas, orlas y viñetas centrales, y se caracteriza por una lacería de cintas ciñendo círculos copiado de la porcelana inglesa Clovis.

En el Palacio Real se encuentran piezas de vajillas elaboradas por Falcó para el rey Alfonso XIII, producidas antes de su boda, ya que en el anagrama de las piezas no aparecen las iniciales de su esposa, la reina Victoria Eugenia. Tal y como se indica en el reverso de las piezas, éstas fueron comercializadas en el establecimiento de la calle de la Concepción Jerónima, 16 de Madrid.

A finales del siglo XIX, se fabrica en Valdemorillo un inventario muy diverso de objetos cerámicos; envases de botica, pomos para puertas, morteros de pasta de porcelana, e incluso ataúdes infantiles. Destaca la producción de complementos para la electricidad, contratados por empresas como la Compañía Madrileña de Electricidad o "Tudor", ambas también desaparecidas. Sin embargo, a pesar del progreso comercial y de concederle un premio en la Exposición de Industrias Madrileñas, el empresario Juan Falcó cierra la empresa en 1914 (requerido quizá por sus cargos en el Consejo de Minería y la Jefatura de Minas de Madrid. Un año después compra la fábrica Juan Giralt, ampliando el conjunto de la producción de cal, cristal, gres, loza, porcelana y vidrio.

Con la victoria del Frente Popular en 1936 se interrumpiría primero y desmantelaría después el conjunto industrial del pueblo. ​ Al final de la Guerra Civil no quedaban en Valdemorillo más que las ruinas: tres hornos de porcelana y la torre medieval que servía de depósito de agua. Valdemorillo quedo prácticamente destruido y se fue recuperando con la ayuda de Regiones Devastadas, precisamente la organización franquista que construyo la calle balconcillos ahora nuevamente en restauración.

Más tarde, y con la ayuda de los bancos y del gobierno de Franco, la empresa de Giralt encontró nuevo espacio en el cinturón madrileño y se instaló con apeadero de ferrocarril propio en Villaverde situado en el extremo sur del municipio de Madrid

2 comentarios:

  1. En 1.912, la fábrica se vio obligada a cerrar ante el agotamiento de las minas de caolín locales y las dificultades de transporte, ya que este se tenía que hacer por carretera seguramente en cestones arrastrados por carretas o conducidos a lomos de caballería, al menos hasta El Escorial. Ambas circunstancias hicieron sus productos poco competitivos en un mercado que se había liberalizado y resultaba más barato adquirir vajillas importada
    Con la compra de la fábrica en 1.915 por Juan Giralt Laporta la actividad vuelve a Valdemorillo aumentada con la fabricación de vidrio, porcelana dura para laboratorio y aislantes eléctricos; construyéndose dos nuevas chimeneas. Con los bombardeos de la batalla de Brunete en 1.937, la fábrica fue destruida quedando en pié tres de los hornos conocidos como Las tres chimeneas

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  2. Muy interesante el artículo y el comentario.

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