Ante los recientes acontecimientos politicos municipales.
Groucho Marx, decía que la política: es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar remedios equivocados.
Vivimos tiempos en los que, por diversos motivos, dedicarse a la política no está bien valorado. Es más, podría decirse justamente lo contrario. Rodrigo Rato, Bárcenas, Ignacio González, …. Podría seguir con algún ejemplo en este pueblo, pero hoy prefiero intentar pensar en aquellos que trabajaron y trabajan en silencio que han hecho de la honestidad, un valor. Porque otra forma de hacer política deberia ser posible.
Con humor afilado e ingenioso de Groucho, que le caracterizaba, decía que solo se sentaría a la mesa de un político ‘si paga él’. Al igual que el cómico, son muchos los personajes históricos, más o menos ilustres, que quisieron opinar y hacer una sátira sobre ese extraño “perro del hortelano” que es la política. Considerado como un pilar fundamental de cualquier sociedad, la política y los políticos ocupan un papel más que significativo en la vida del ciudadano.
Entre nuestros políticos hay de todo y, en ese todo, estamos acostumbrados a ver falsos, mentirosos, corruptos, cínicos, trepas… pero eso, con ser deleznable, a veces, se queda solamente en el ámbito político y esos tales hasta pueden (por raro que parezca) ser aceptables como personas. Y esa maldad, ya sea por quienes ejercen el poder, quienes están en la oposición o quienes se pasean por los juzgados, debería hacer reflexionar a los ciudadanos sobre la catadura de algunas personas que ostentan, han ostentado o aspiran a mostrar, responsabilidades en la gestión de los intereses públicos municipales.
Quizás la regeneración de la que tanto se habla, debería empezar porque quienes se dedican a la cosa pública fueran, ante todo, buenas personas. Pero si con lo anterior no bastara, otros se apresuran en sus aspiraciones de ocupar vacantes y hasta afirman sin sonrojarse que ‘cualquier propuesta para desbancar a los que están les parece bien’. Para cierta oposición, cualquier propuesta, la que sea, es válida con tal de quitar de en medio al adversario o por mejor decir, al enemigo. Los tontos se apresuran a entrar donde los cuerdos ni siquiera pisan.
Últimamente, en este blog, hemos sido especialmente crítico con todos aquellos políticos municipales que se apuntaron voluntariamente a un carro Consistorial para intentar medrar a costa de su poder y lo hicieron sin estar preparados para la gestión. Estos políticos produjeron y siguen produciendo un daño atroz a todos aquellos los que pretendieron construir un Ayuntamiento de todos y para todos y no pudieron hacerlo. También a los que actualmente quieren trabajar al servicio del pueblo y tienen sobre sus espaldas un lastre histórico añadido que no son capaces de sacudírselo por pura cobardía.
En todos estos casos la crítica propone nuevas soluciones a los problemas o defectos que se expongan y como criterio general, es buena cuando se encuentra basada en una observación objetiva referente a un comportamiento que se desvía de lo que deberia ser el estándar o del proceso. Las críticas constructivas están acompañadas de un conjunto de valores como el respeto, honestidad, amabilidad y sencillez, entre otros. La intención es dejar claro que la crítica se realiza para evolucionar o construir algo mejor de la que ya existe o se tiene. No se debe criticar de manera despiadada desde el anónimo, dando pie de esta manera al escarnio permanente de todos los valores morales.
Por eso y a pesar de todo lo anterior, hay que romper una lanza a favor de todos esos políticos honestos que han decidido dedicar una parte de su tiempo, de sus conocimientos y experiencias, al servicio público; que lo han asumido con responsabilidad dando la cara ante los ciudadanos … Deben hacer su trabajo para que nadie siga pensando que todos los politicos son corruptos en mayor o menor medida, aunque por malos usos y abusos de los correctos canales de actuación han llegado a este punto, tan delicado.
Meterse en política desde una vida profesional plena exige un talante que no se encuentra al alcance de cualquiera; y es por eso que el buen político, el político honesto si no es capaz de aceptar y analizar constructivamente las criticas debe abandonar la vida pública por el bien de los demás y por el suyo propio. La dimisión es una demostración plena del buen talante político que es capaz de tolerar la vida democrática. Yo no puedo entender como el gobierno municipal de Valdemorillo después de un acto Pleno de reprobación no ha sido capaz de ajustar su gobierno a las circunstancias.
Profesor Gonzales Martín, ser crítico es una tarea que demanda conocimiento pleno de lo que es objeto de crítica. Un crítico de arte, música, literatura, educación, etc. tiene necesariamente que ser un experto. Lo contrario supone la apropiación indebida de una actividad o, en el lenguaje de los forenses en derecho, una usurpación. Pero muchas veces la crítica, no es debidamente percibidas por el grueso de la población, pues se mueve en una esfera poco ejercitada, constituyéndose en una actividad propia y de interés del sector intelectual afín a cogitaciones principalmente filosóficas.
ResponderEliminarEn lo que respecta a la crítica política, se está en presencia de una actividad, ejercida por los hombres, igualmente con voluntades, impulsos, y ansiedades. Sin embargo, el carácter científico que caracteriza la política, le da una especial connotación, pues, como parte de las ciencias sociales, tiene toda una formulación conceptual, principios, contenidos y filosofías, que necesariamente tiene que conocer quien pretenda hacer crítica política. Es más, hay especialistas, los politólogos, que estudian la ciencia política.
Esto, desde luego, no descalifica a los analistas políticos, bien formados, no únicamente en el ámbito político, sino también profesional, con clara concepción de la crítica objetiva en materia política. Es más, no solo acuden a la opinión política, sino también desarrollan los análisis respectivos en materia política con sentido crítico.
Pero la crítica municipal resulta sencilla ya que los políticos al uso se expresan en los plenos municipales con una verborrea que los identifica plenamente en su capacidad política y en sus intenciones marcadas fuera de ese ámbito. Viendo los plenos municipales, yo alucino
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EliminarLo lamento, mi intención es no caer en los mismos errores de algún colega, ya que la política en general, implica discrepancias y ha sido ella la que paso a paso, fue ampliando el campo del INSULTO, aunque este modo de expresarse, es humano antes que político. Es cierto también, que la política ha procurado sustituir los insultos por las razones y las buenas maneras.
EliminarHabría que poner algún énfasis en evitar los insultos, los de propia inspiración y los sugeridos "a manta", en más de uno de esos argumentario, aunque comprendo que es casi imposible y que a veces, tienen su gracia.
Aunque pueda ser solo ocasionalmente, el insulto tiende a rechazar la convivencia democrática entre las distintas posiciones políticas inherentes a la pluralidad social: aquella sería imposible si pensáramos todos lo mismo. Es preferible omitir mejor que aludir a los personajillos que buscan hacerse publicidad diciendo necedades; dejémosles solos con sus reconcomios.
Los Plenos hay que verlos como entretenimiento, en vez de ver una película cómica, veo una función de títeres,suelo pasarlo bien.
ResponderEliminarTristeza ver la cultura política de los actores y su interpretacion cómica.
D. Jesús, escribió usted un buen artículo, lo importante ahora es que los políticos del pueblo sepan entenderlo.
ResponderEliminarLa política es el arte de servirse de los hombres haciéndoles creer que se les sirve a ellos y la escuela del mundo político se aprende rápidamente e incluso los mismos partidos políticos ayudan a prodigarla. Es cierto que cuando un político es cazado en mentira, deberia ser el catalizador que le animara a dimitir. Y si eso es difícil a nivel nacional, mucho más complicado en un municipio que todo el mundo puede conocerse.
la mentira política es diferente a la mentira común por varias razones: la primera es que mientras el mentiroso común lo hace con palabras, el político no solo usa palabras o mensaje literal, sino que también recurre a varias maniobras lingüísticas, como verdades a media o Bulls hit
las mentiras son distintas a las falsas promesas, pues estas últimas se refieren a acciones futuras que el político sabe que no va a poder cumplir (no va a subir impuestos o no va a permitir el fracking). Otra diferencia entre mentira común y política radica en que esta no solo busca timar al electorado, sino también generar adhesiones o consensos o separaciones o disensos.
Es curioso cómo, cada vez que tienes que citar a políticos sinvergüenzas, solo te salen nombres del partido Popular. Te recuerdo que, en las izquierdas, hay diez veces más corruptos y sinvergüenzas y nunca los citas. ¿Es que te ciega tu ideología de izquierdas, aunque no milites en ningún partido? A los sinvergüenzas del Partido Popular que los cuelguen de la pata derecha, creo que están todos en la cárcel, es fácil pillarles. Pero, por favor, a los del PSOE que los cuelguen por la pata izquierda. Y, a los sinvergüenzas de los otros partidos, que los cuelguen por la pata que más les duela. Perdonad por las imágenes que hayan podido aparecer en vuestras cabezas, pero es por dejar claro que esa panda no son políticos, son otra cosa, son alimañas y... me callo, que luego se me entiende todo.
ResponderEliminarTal como han dejado la política algunos políticos, cuesta creer que hay algún partido que no tenga sinvergüenzas. Así le va a esta España nuestra.
He dicho patas y he dicho bien, esta gente no tiene piernas. Nos decía un profesor de literatura que tuve en el bachillerato, cuando alguien se salía fuera del tiesto: "Xente hay moita, personas poucas".
En cuanto a lo de dimitir en la mesa del Pleno de Valdemorillo, dime, quitando al Concejal de VOX, que todavía está de estreno, dime en dónde tiene que haber más dimisiones, en los siete del Equipo de Gobierno o en los nueve del resto de la Oposición.
Sinceramente, creo que, antes, tendrían que dimitir algunos de los funcionarios de primer nivel, no en vano, ellos son los que permiten que lleguen al pleno tantos expedientes sin estar completos y de que andemos tan atrasados en las actas del pleno y otras, de las que no nos enteramos.
Pasadlo bien. Andrés
Andrés créeme yo he confeccionado una lista de “ilustres” y por supuesto no he puesto a todos. Me faltan muchos, pero con eso aportaría poco para definir el lastre que arrastramos desde hace mucho tiempo. Es claro que los indeseables no tienen color político, incluso alguno llego a ser Dirección General de la Benemérita… o incluso Mosén.
EliminarEstas libre para explayarte enumerando los militantes de la izquierda “enmerdados”