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11/04/20

Después del Covid 19, las urbanizaciones de Valdemorillo.

Estarán más pobladas, debido al teletrabajo y a otra forma de vida.

Está cambiando nuestra forma de vida, que nos ha vuelto a mostrar la fragilidad de nuestra existencia, lo efímero de nuestro paso por la tierra… y que solo trasciende el legado que dejamos en la memoria de quienes nos rodean.

Por ello quiero iniciar esta reflexión, con una frase de “El Principito”, de Antoine de Saint-Exupéry, que dice así: “Cuando pase, … Vas a entender, que algunas historias terminan, para que otras mejores puedan empezar.”

Cuando pase esta crisis, que todavía durara un tiempo, ya no seremos los mismos. A lo mejor seremos mejores con menos complejos en nuestra forma de vivir. De toda dificultad, deben quedar experiencias y enseñanzas que debemos aplicar para seguir luchando. Algunos comentarán que antes también se vivieron pandemias, pero entonces no existía la tecnología, tampoco internet; sólo eso hace que el escenario sea diferente.

Seguramente, después de pérdidas y sacrificios acumulados durante esta pandemia, valoraremos más a quienes están a nuestro alrededor, también lo que hemos logrado conseguir con nuestros propios esfuerzos y procuraremos aportarle más a un mundo que nos lo ha dado todo y al que le hemos retornado muy poco. Estamos viviendo con lo que necesitamos. Lo superfluo, el lujo y el consumismo en exceso, han pasado a un segundo plano. La vida nos ha vuelto a notificar de la fragilidad de nuestra existencia, lo efímero que es nuestro paso por esta tierra y que solo trasciende el legado que dejamos en la memoria de quienes nos rodean.

No seremos los mismos y tampoco ese trabajo cumpliendo un horario, al que muchos califican como estable, no será estable. No seremos los mismos porque el teletrabajo habrá evidenciado: que no es necesario el desplazamiento porque muchas tareas se pueden realizar desde la casa; que las reuniones son un “virus” que baja la productividad y que pueden ser meros correos electrónicos; que algunos empleadores; o que trabajar a control remoto aumenta la productividad.

Sin embargo, los trabajadores y trabajadoras de la economía “bajo demanda” no pueden permitirse el distanciamiento social. ¿Veremos con nuevos ojos la importancia que tienen todas estas formas de trabajo? ¿Servirá la pandemia para dar impulso a una protección más inclusiva?

No seremos los mismos, porque estamos echando de menos a los amigos, a nuestros familiares y el valor que tiene un beso y un abrazo. Hemos sido testigos de la valentía de hombres y mujeres que están dispuestos a sacrificarlo todo por el bienestar común. También hemos tomado conciencia de que el remedio para la cura de nuestros grandes males, se encuentra en nosotros mismos, en nuestro espíritu de lucha.

Si hemos sido capaces de reflexionar sobre nuestras vidas, nos habremos percatado que los dineros acumulados no sirven si no tenemos la libertad y la oportunidad de gastarlos en bienestar propio y de quienes nos rodean. Nos acostumbramos a guardar distancia física y no afectiva de los demás, y a preguntar con real interés cada mañana y al final del día, cómo están aquellos que habitan en nuestro corazón.

Después de esta experiencia seremos más conscientes de nuestro cuidado personal, de la calidad de vida que buscamos tener, del inmenso valor que hay en el paisaje, en el canto de un pájaro y en el poder perpetuo de la palabra, ¡te quiero! Aprenderemos que la ingratitud solo saca lo peor de la condición humana.

Indudablemente seremos distintos, aunque ya somos mejores. Este otro golpe de la vida nos ha enseñado a ser valientes y recursivos. Los pregoneros del desastre no tendrán cabida en quienes tenemos Fe en la bondad de los seres humanos.

Por último, podemos decidir recuperar la confianza. Muchas personas de la política se han beneficiado enormemente de atacar los conocimientos técnicos y restar validez a las pruebas y la ciencia en los últimos años. Han intentado silenciar la verdad y han atacado sin descanso a los medios informativos. Pero ahora que nuestras vidas dependen tan claramente de la ciencia y del acceso a una información precisa y fiable, ¿será posible restablecer la confianza de la opinión pública en las pruebas?

A nosotros nos corresponde tomar estas decisiones; y debemos asegurarnos de que sean las correctas. Es la mejor forma de rendir homenaje a todas las víctimas de esta pandemia.

 

6 comentarios:

  1. Pablo González Sneider4 de noviembre de 2020, 20:19

    Me entusiasma la reflexión Profesor y la comparto plenamente. Esta pandemia está generando un miedo atroz y los medios de comunicación tienen parte de responsabilidad. Esta información no debería bajar a los datos y sí a todos los medios de protección precisos.

    Efectivamente está enfermedad tan generalizada está produciendo una mutación sociológica de consecuencia imprevisibles a medio y largo plazo, ya que al generalizarse el trabajo en red para bastantes profesiones de la llamada clase media, las comidas, los trajes y otras actividades del comercio tendrán menos demanda y tendrán que cerrar.

    Las personas que trabajen desde casa modificarán sus costumbres de vida y decidirán trasladarse a pueblos fuera de la capital quedando miles de casas vacías y los alquileres estarán afectados.

    Los políticos y economistas deberán adelantarse a este cambio en las costumbres que deben preverse antes de que ocurran.

    Muchas gracias Jesús, por hacernos pensar en una realidad ya presente y que está en el ánimo de mucha gente

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  2. No está mal la reflexión. Pero, en el fondo, ¿Qué vamos cambiar? ¿Una costumbre, un hábito? Eso ¿Nos hará mejores? ¿Hará que los políticos trabajen por el "pueblo", más que por sus bolsillos? Si así fuera, disfrutaría bastante más que Pablo Iglesias, cuando ve que le sacuden a un Policía o que Pedro Sánchez, con la catedra recién estrenada o a punto de estrenar de su Señora, a la que Dios guarde muchos años. Yo, que la lluvia me cae fatal, por muy necesaria que sea, creo que, cómo "ser humano", vamos a cambiar poco, seguiremos cómo hace diez mil años o en la época de las cavernas. Algunos querrán cambiar el mundo, otros se erigirán en salva-patrias y la mayoría seguirá pasando de todo para disfrute de los mal-gobiernos venideros.
    Cómo sería un canalla si lo dejara tan sombrío, os recuerdo que, a pesar de los políticos de pacotilla, también los hay buenos y mañana saldrá el sol.
    Pasadlo bien. Andrés

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    Respuestas
    1. Necesitamos ver el lado positivo de nuestra existencia a pesar de todo e incluso de los corruptos y corruptas que también se tienen que morir como todos.
      También es cierto que no todos pasamos igual por la vida y necesitamos a menudo parar para reflexionar, si el pasado y lo vivido corresponde al proyecto de la vida que quisimos o la que merecemos.
      Para mí esta pandemia me está sirviendo para saber, cuál es más importante de salud dinero y amor y tengo la plena convicción que con salud, amo amor y poco dinero podemos ser felices. El que se embarca en la especulación o en la corrupción termina pasándolo mal

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    2. Creo, desde hace tiempo, que muchos han dejado la religión por el partido, cada día estoy más convencido. Es sabido, que, "no es más rico el que más tiene, si no el que menos necesita". A mí, se me ha juntado "el hambre con las ganas de comer".
      A saber, mi primer voto fue para Tierno Galván, El Profesor, al poco se cambió al PSOE. Desde entonces he votado al centro derecha y es dónde creo que estoy, aunque alguna vez haya manifestado que, si VOX es de extrema derechas, yo me he salido del mapa. Con el tiempo he llegado a la conclusión de que, cada vez que han gobernado las izquierdas, terminaban dejándonos en la ruina y con millones de personas en el paro.
      Zapatero superó a Felipe en mucho y estos, que se han juntado, y que nos mal-gobiernan ahora, no solo nos van a dejar arruinados, van a dejar a muchos sin trabajo y muchos muertos. A ellos, la pandemia, no les ha servido para reflexionar, no, les ha servido para taparnos la boca, hacer de nosotros lo que les da la gana y nosotros, cada vez más atocinados, dejándoles hacer. Ya no entiendo lo de poner la otra mejilla. El buenismo está bien, si estás pensando en las cosas del alma, en política me parece un "crimen".
      Dices: "El que se embarca en la especulación o en la corrupción termina pasándolo mal". Es posible, lo malo, es que, mientras tanto, los que lo pasan mal somos todos los demás y, además, aunque ellos terminen mal, lo nuestro seguirá mucho más tiempo.
      Hoy ya he dicho mis disparates del día.
      Cuidaros y pasadlo bien. Andrés.

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    3. Totalmente de acuerdo con la manera de entender la vida en un momento como el que nos está tocando vivir.

      Yo no entiendo a las ideologías, solamente comprendo a las personas que viven de manera consecuente con su casuística moral. Y además los golfos pueden tener cualquier ideología que no fue elaborada al servicio de los demás trabajando por la paz para conseguir la justicia.

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  3. Parece que este trabajo ha servido para conseguir profundizar un poco en la vivencia que tenemos ahora, y debería servir para darnos cuenta de algunas cosas que vivimos sin darnos cuenta que lo hacemos.

    He tenido ocasión de expresar varias veces, que me siento un socialista que no encuentra respuesta en la política. No encuentro esa identidad de justicia en ningún partido, pero de verdad, sin que el hombre pueda ser explotado por otro hombre.

    Yo también vote al Profesor Tierno Galván, ya que su discurso aparecían frases que entonces me parecían fundamentadas en una concepción de justicia social. Ahora solamente me convencen las personas y no su planteamientos partidistas que empiezo a aborrecer.

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