La política municipal

 

ES TEMPORAL, NO UNA PROFESIÓN.

Según afirmo hace un siglo el filósofo y político-sociólogo alemán Max Weber. “Hay dos formas de hacer de la política una profesión. O se vive para la política o se vive de la política”.

La política debe ser algo transitorio, que no puede ni debe convertirse en una profesión y que hay que saber tanto cuándo llegar como cuándo marcharse. Se trata sencillamente de entrar a la política con el fin de prestar un servicio a la sociedad (no a uno mismo) y marcharse a casa cuando termina ese cometido, o simplemente cuando te das cuenta que tu ambición de poder no podrá llegar jamás.

En estos momentos me estoy refiriendo, a todos aquellos políticos locales que llevan años ejerciendo y viviendo de una manera u otra de la política, olvidando sus profesiones de: abogado, economista, tendero, electricista, arquitecto…etc. Los políticos con ideales en la forma social de su entorno, deberían seguir en política, desde puestos de gestión partidaria y no desde posiciones de poder.

La sociedad no deberia negarse, a la hora de emitir su voto, de aquellos políticos “chaqueteros” que montan un partido de la noche a la mañana para continuar en la “poltrona” del poder local a toda costa. En definitiva, hay personas que se hacen viejos en política. Son sus ansias de poder las que les traicionan, porque se aferran a los que en otras ocasiones les fue favorable, y no admiten que su ciclo ha concluido.

Cuando las personas se apoltronan en lo bueno es difícil que hagan dejación de sus poderes para volver al terreno plano. Las alas favorecen el vuelo y a seguir pensando que siempre se dispondrá de la fuerza necesaria para mantener la altura. El volar alto permite la supervivencia para que no te lluevan los sopapos que se dan en el vuelo raso, no es incompatible saber ponderar el momento de conocer que se cumplen etapas en la vida como para decidir el momento de pasar a otra nueva.

El tránsito favorece la personalidad en tanto que se sale con la cabeza alta y el agradecimiento de aquellos con los que has podido estar estrechamente vinculado. Pero si agotas el tiempo, puedes salir bastante trillado. Tu imagen y entrega anterior puede quedar tan diluida como para que se te recuerde exclusivamente por ese instante final.

No veo, en cambio, esa misma predisposición en los políticos que se aferran a la poltrona de tal forma que convierten el escenario en un parque jurásico, aburriendo a un electorado que le gustaría ver recambios para que, si realmente somos conscientes de que sean unos representantes del pueblo, lo sean con la participación actualizada deseada. Pero no, es más cómodo estar pelando la pava y esperar a que el electorado o algún atrevido deseoso de poder revolucione el sistema y nos mande fuera del escenario político. Con esta convulsa actuación permitimos que al aburrimiento del pueblo conviva con los linces que se aprovechan de la situación, en una incertidumbre que no estará exenta de pasar la oportuna factura.

Se trata de individuos con una necesidad permanente de tener relevancia social. Una adicción que en algunos casos puede asemejarse a las personas enganchadas al juego. Al igual que en éstas, la motivación no es tanto la recompensa sino el mantenimiento y el proceso. El político debe saber que serlo, no es ni puede ser algo vitalicio. Un político debe empezar a contar los días que le quedan para abandonar el cargo en el mismo instante de la toma de posesión.

A veces, en las distintas facetas de lo cotidiano, hay personas se creen imprescindibles y desconocen que el tiempo pasa para todos y hace falta siempre savia nueva. No es fácil papeleta de situarse ante el espejo y discernir si es la hora en que uno suma o resta. Es el ser o no ser de una existencia política.

Para terminar, quiero decir al lector que comentó, que como podía abordar cualquier tema, si yo era especialista en todo. Debo decirle que cualquier persona pensante, y con un mínimo de preparación, puede opinar de cualquier cosa, desde luego si dispone de criterio para hacerlo. Otra cosa es, que siempre lleve la razón y para eso están los críticos lectores. Tal vez por eso, me encantaría que ustedes hicieran sugerencias de debate sobre asuntos que tengan que ver con este pueblo.