Las personas que se encandilan en la política deberían ser responsables


Pero..., ¿asumen su  responsabilidad?
En efecto, hay personas que, libre y voluntariamente, aceptan desempeñar cargos políticos y profesiones con determinadas incompatibilidades para su ejercicio; otros trabajos exigen conductas de comportamiento modélico y ejemplar para la vida social y, finalmente, hay actividades como la de los políticos, que reclaman la máxima integridad y transparencia en sus actos y decisiones.
Con la Transparencia necesaria e institucionalizada, un político tiene la obligación de responder ante la institución para la que sirve, y en última instancia, ante la justicia. Todos somos sabedores de la picaresca como característica específica de los españoles y a la que atribuimos la frecuente “corrupción” en la política. Sin embargo, no es esa la verdadera razón causal, sino que el motivo fundamental radica en la facilidad que dan las instituciones para la irresponsabilidad de sus políticos. El diseño de nuestras instituciones deja mucho espacio para la picaresca y la corrupción.
Un concejal o concejala del Ayuntamiento debe rendir cuentas, en teoría, ante el pueblo de Valdemorillo. Sin embargo, al no haber una comunicación sencilla entre ambos dependen directamente del mismo partido político, el segundo no está en disposición de exigir responsabilidades a los miembros del Concejo. Si a ello añadimos que las mayorías de los órganos de control están cooptados por dicho partido político, la impunidad se acentúa. Quedaría el poder judicial como última instancia de exigir adeudos, pero también aquí la larga mano de los partidos políticos mayoritarios construye mayorías en los distintos órganos judiciales, especialmente en su máximo órgano, el Consejo General del Poder Judicial.
Ésta y no otra es la cuestión fundamental a la hora de analizar las causas de la corrupción estructural en la política española. Los políticos del norte de Europa, no es que sean genéticamente más honestos que los españoles, sino que están en unas instituciones mucho más difíciles de trampear. (Aconsejaría que se estudiara el trabajo de los Community Engagement para poder entenderlo mejor) A lo que habría que añadir la altísima permisividad social que existe en España, pero esto es también consecuencia ambiental del mal diseño de sus instituciones.
SIGAMOS CON ESTE ANÁLISIS.
Los partidos políticos ¿ante quién responden? En teoría, ante sus afiliados y ante sus electores. Los afiliados de un partido, generalmente, son hooligans de y segregan poca sustancia gris y menos masa crítica. Respecto a los electores, una vez que han realizado el esfuerzo de votar se olvidan del proceso y de la crítica. Elaborar y mantener toda esta maraña relacional consume casi toda la energía de los partidos, por lo que queda poca fuerza para elaborar proyectos e imaginar soluciones a los diversos problemas que tiene Valdemorillo. Estamos ante un régimen realmente endogámico, donde, salvo ligeros matices, todos van a lo mismo: su propia supervivencia.
El nivel de contaminación que ha estado sufriendo la política de Valdemorillo, desde hace mucho tiempo, viene marcada por el provecho de sus corregidores/as y la inactividad de la oposición. En este asunto la oposición deberia desempeñar una acción más efectiva, fundamentalmente y de una manera muy especial el principal partido de la misma el PSOE, que dispone de medios para realizar una parte importante de su cometido de investigación y de asesoría.
SOBRE ESTE ASUNTO ME GUSTARÍA HACER UNA REFLEXIÓN
Desearíamos que los miembros que se sientan en la mesa de Plenos, que no son de gobierno, lo tuviera presente. La política es algo serio que debe tomarse con verdadero sentido de responsabilidad y que cada uno aplique su casuística moral a este asunto: Nos escribimos a la política voluntariamente, nadie nos obliga y si no se puede realizar correctamente el trabajo encomendado necesario, se debe dejar el puesto para aquel que disponga de tiempo y capacidad para hacerlo. El no cobrar o recibir pocas gratificaciones no es una disculpa a la hora de justificar un mal trabajo; cuando desde el primer momento que se apunta en la lista de un partido, se debe a unos votantes y se debe asumir ser efectivo. Porque resulta claro que quien acepta voluntariamente un mayor grado de exigencia en su gestión, asume también, un mayor grado de responsabilidad en caso de su incumplimiento.
A LOS POLÍTICOS, LES INCUMBE EL DEBER DE SERVIR A LA SOCIEDAD Y REGIR SUS DESTINOS.
Deben tener una mayor responsabilidad que la de los demás ciudadanos. Este mismo criterio debe aplicarse a las demás vocaciones o profesiones, cuya función ética y social, reclamen una conducta intachable. En virtud de estos principios, resulta inaceptable que cuando esas personas comenten actos censurables, se les disculpe diciendo que son “hombres como los demás”. Esta frase es falsa y perversa. Encierra un gran sofisma, pues no se les niega su naturaleza humana, sino que se les exige el cumplimiento de un compromiso específico de ejemplaridad que eligieron voluntariamente. Su incumplimiento lleva aparejada una doble responsabilidad: la del delito o pecado cometido, según el ámbito donde se produzca y la vulneración del especial compromiso u obligación libremente aceptados.
De acuerdo con lo expuesto y con relación a la responsabilidad de los políticos es inaceptable que no se reconozca que su responsabilidad política es distinta de su eventual responsabilidad penal. La primera hace referencia a su conducta ejemplar y la segunda a su posible conducta delictiva. La primera no puede hacerse depender de la segunda; de lo contrario, sería tanto como sostener que para ser político basta con no ser delincuente. Ser responsable políticamente no es, necesariamente, tener que serlo penalmente. Se puede ser defraudador y no cometer delito fiscal, si el importe de lo defraudado no alcanza la cuantía exigida; pero en ambos casos, el político que lo comete es “defraudador” aunque sólo, en el segundo caso, cometa delito. Igual ocurre con los delitos prescritos y los favorecidos por el indulto. Los primeros no dejan de ser delito; pero no se persiguen. Los segundos siguen siendo delito, pero se les condona la pena. En ese “plus” de responsabilidad política, reside la grandeza y servidumbre de su función.
Si queremos que la sociedad sea clara y diáfana, el político debe ser fiel espejo que así la refleje y, al mismo tiempo, modelo y arquetipo que invite a aquélla a imitarlo. Ser y parecer deben ir juntos en la vida del político. De esa manera, se evitarán las sombras de duda, sospecha o desconfianza que pesan sobre los políticos.
Hay un asunto que deberia funcionar de otra manera en la gestión del Ayuntamiento (Community Engagement), y es que el principal partido de la oposición deberia tener algún concejal liberado para poder ejercer sus funciones críticas, aunque eso repercuta en algún concejal o concejala miembro/a del gobierno que no justifica su dedicación exclusiva. Para ser oposición responsable se necesita tiempo y disponibilidad para así establecer más TRANSPARENCIA en la gestión municipal.
Llevo algún tiempo trabajando sobre este asunto, analizando los trabajos de algunos políticos municipales del gobierno pegados a la silla de un despacho, cuando el verdadero trabajo lo realizan los funcionarios y las funcionarias y que su presencia en muchos casos es una limitación para realizar correctamente su trabajo.
PARA FINALIZAR
Espero y deseo que los políticos de Valdemorillo opinen, asegurándoles que no se aceptaran anónimos, tampoco descalificaciones no probadas. Para conseguirlo: dejare este articulo durante una semana.

Comentarios

  1. Estoy totalmente de acuerdo contigo, todos los políticos, y me refiero a esta legislatura, tienen la obligación de ser servidores del pueblo y para el pueblo, antes de presentar sus candidaturas, deberían hacer una reflexión, seré capaz de trabajar para mí pueblo? mi dedicación absoluta o parcial y mi situacion familiar me lo permitirá? sii autorespuesta es si, seré un buen concejal, si me produce dudas, entonces solo primara el dinero, y esto para la persona y el municipio, será muy triste.

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    1. Mariano Glez. Cortina13 de julio de 2020, 11:28

      A los políticos españoles, muy especialmente a la mayoría de vosotros los simples concejales, que os habéis creído que lo más importante para los españoles es solo el dinero. Os digo: ¡Estáis muy equivocados!
      Como decía Hayek, la sociedad se divide en vínculos hegemónicos y vínculos contractuales. Ahora en España los políticos manejáis directamente el 47% del PIB… y esto financia vuestros vínculos hegemónicos… vuestro poder hegemónico en la sociedad, y lo utilizáis para comprarnos el voto con nuestros impuestos y endeudando a las futuras generaciones de españoles.
      Los españoles sabemos que, aunque cambie el color de los gobiernos nacional, autonomicoo de Valdemorillo cada cierto tiempo, la mayoría no estáis a la altura del pueblo español, no estáis solucionando los problemas, tampoco los económicos… ¡los estáis agravando!
      No solo controláis la mitad de los recursos que producimos los españoles en todo el mundo, sino que además legisláis para controlar el restante 53% de la sociedad libre que se rige por vínculos contractuales o contratos libres. Intentáis intervenirlo todo para manteneros en el poder, enriqueceros a costa de los españoles de bien y ser impunes. ¡Estáis muy equivocados!
      La vergüenza y la ignominia de vuestra actuación reciente, ha hecho que los españoles se hayan puesto en marcha, al margen de partidos políticos, para defender la Nación, para defender la unidad de España.
      ¡Estamos hartos de vuestras mezquindades que han dejado a España a los pies de los caballos, a merced de traidores, de separatistas, de nazis y bolcheviques, terroristas, ladrones y vagos!
      La espontánea y vigorosa actuación del pueblo español os demuestra lo equivocados que estáis. Tenéis la oportunidad de cambiar, de uniros al Rey, de respetar nuestra historia común, de respetarnos a los españoles y de poneros a trabajar de una vez para solucionar los problemas y dejar de crearlos. Tenéis la obligación moral de unirnos, de defendernos y de respetarnos. Si no lo hacéis ¡retiraros, dejadnos en paz o iros al infierno!
      Solo desde una España unida, libre y menos corrupta moralmente podremos vivir en paz y armonía, y podremos prosperar los españoles de bien. Una economía fuerte es imposible sin una sociedad civil fuerte, o con una sociedad dividida y corrupta; o ¿acaso podemos prosperar económicamente rodeados de corrupción e inmoralidad? Si pensáis que puede darse tal mezcolanza… ¡Estáis muy equivocados!

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    2. Siempre hay excepciones en el comportamiento de los políticos, los hay excepcionales, pero en general,estoy contigo y, además, sobran más de la mitad.
      Pasadlo bien. Andrés

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  2. Pedro Simón Archilla12 de julio de 2020, 21:55

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    1. Sin datos me resulta imposible su publicación. Aporte algún dato o escriba con un logo que le identifique pf.

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  3. La realidad desde mi punto de vista es: la sociedad y la política son dos en uno. Las personas q son elegidas para esos puestos, bajo un sistema que ni siquiera me parece justo,no son transmisoras de valores que yo considere adecuados con respecto al puesto para el q han sido elegidas. La responsabilidad está fuera del congreso, está cara a cara con la vulnerabilidad, con la educación que lucha por ser para todes, con la justicia que condena a la venta callejera y no hace devolver a los Borbones ni un euro de todo lo que se han llevado. La responsabilidad de nuestros políticos se la lleva el aire como sus palabras porque la gente q estamos en la calle no sentimos lo q dicen pero si experimentamos lo que hacen, las camas que restan en hospitales, la resta económica a la educación, el yugo en el cuello de servicios sociales. Eso sí, luego pretendemos que todes seamos responsables y coherentes mientras tenemos unos modelos que pierden aviones cargados de material médico en situaciones extremas o alimentan a menores con pizzas porque: a que menor no le gusta una pizza.
    Yo tengo un sueño, quiero responsables en mi país, primero que tengan estudios de política, segundo que hayan currado de verdad, tercero que se ocupen de diseñar como debe funcionar lo público pero que no pese más su ideal político que su experiencia.

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    1. Perdona Ainhoa, lo de los Borbones estaría bien, si se hiciera lo mismo con todos los Presidentes de Gobierno, entonces podría entenderlo. Yo no sé lo que tiene cada uno de ello, ni lo que tenían antes de tener esos puestos. A parte de lo que hayan ganado con sus sueldos o los negocios que hayan podido tener, pero si estoy bien seguro de que en esos puestos se reciben regalos importantes, unos serán regalos de verdad y otros serán pago de algún chanchullo. Esos solo lo saben ellos y los pagadores.
      La responsabilidad es una virtud, cada vez más ausente en la clase política, es como la culpa, nadie la quiere. Algunos si la tienen. Pero, tan importante como la responsabilidad es tener conciencia de la capacidad personal para aceptar un puesto de trabajo en el que juegas con la vida de los demás. Hay algo que llaman NIVEL DE INCOMPETENCIA, bueno, eso no lo reconocen muchos de los que se presentan en las listas, pero salen y, a veces, mandan y mucho. Otras veces, mandan los que realmente son competentes, tanto que se pasan y no aceptan quedar relegados y, hay que oírlos...
      Por último, hace ya mucho que pienso que los ideales hay que dejarlos para el ámbito privado, en la política hay que gestionar, pero no gestionar cómo dejo a este o aquel en ridículo, si no hacer que funcione la cosa pública. En Valdemorillo, por ejemplo, hay que saber cómo hacerse cargo del suministro de agua a todos los vecinos y dejarle el mochuelo a Presidentes de urbanizaciones que ... De ahí la importancia de la experiencia. Poner a un filósofo a gestionar la sanidad es... ilusionante y fantástico, como poner a un tal Pachi a dirigir al grupo que deberá sacar a España de esta tercera ruinera que nos llega con los del PP, no seáis mal pensados, la primera P es de Pedro y la segunda es de Pablo.
      Pasadlo bien. Andrés

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  4. Un concejal de la oposición de un pueblo puede ingresar unos 300 euros brutos al mes. No pienses que mucho más. No cobra sueldo público. Solo dietas por la asistencia a órganos colegiados. Es una manera de compensar el tiempo empleado en reuniones que a veces se hacen eternas y son improductivas. Pero el tiempo es lo más valioso que tenemos los humanos. Algunos, incluso, donan la mayoría de esa dieta al partido tras ver cómo el IRPF mengua drásticamente la cantidad. Más abajo te mostramos un ejemplo.

    En España hay 8.116 municipios. Más de 7.300 son localidades de menos de 10.000 habitantes, cifra que marca la frontera entre pueblo y ciudad en nuestro país. Es algo más de un 20 por ciento de la población. Actualmente, costeamos los sueldos y dietas de unos 75.000 cargos públicos electos. Hasta la víspera de las anteriores elecciones municipales teníamos unos 68.400 concejales. Con la reforma de la Ley de la Administración Local habrá 21.000 menos. Pero hasta 2019 tenemos en 'nómina' unos 67.500.

    Ahora, olvídate de grandes sueldos públicos, dietas astronómicas, coches oficiales, jefe de Protocolo y restaurantes de lujo. Todo esto, mal usado, es lo que sale en los medios de comunicación y que tanto hemos denunciado en este digital. Todo esto, mal gestionado y bien despilfarrado, es lo que ha dañado la política del día a día, al político del pueblo honrado, al concejal vecino que trabaja en su profesión y que luego, por las tardes, atiende a los ciudadanos, echando más horas que un reloj. Es una faena que, a la larga, con carrera profesional consolidada, no compensa económicamente y quema mucho. Más, con disensiones internas en los partidos. Las puñaladas de los compañeros de filas desgastan. Y al final, uno acaba mandando todo a freír espárragos.

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    1. De siempre he dicho que los concejales de la oposición, difícilmente harán buena oposición si tienen que dedicarse a otras cosas para vivir. El problema está en que hay demasiados concejales, demasiados políticos, sobran la mitad. También sobran cantidad de "chiringuitos", enchufados, subvenciones, empresas y organizaciones extra-gubernamentales que la mayoría de las veces solo hacen que duplicar competencias... Esto no hay quien lo soporte. No me extraña que le digan a Don Pedro que "antes de pedir fuera,mire lo que tiene en casa", o algo parecido.
      De coches oficiales... He oído que tenemos más que en EEUU.
      Es verdad que los buenos políticos pueden salir quemados, suele pasar mucho más en esos que son voluntarios y que han dedicado su tiempo y demás a cambio de nada. Es difícil darle el gusto a todo el mundo. Es una lástima y una vergüenza.
      Pasadlo bien. Andrés

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  5. Quiero añadir q la responsabilidad en la vida es algo VITAL, en tu casa, en la de l@s amigues, cd viajas, con tus hijes... Pero SEÑORES Y SEÑORAS, que son politic@s la responsabilidad de ustedes es la q sale en los medios la q nos muestran, a la q todes tendríamos q aspirar..... Perdonen que me tía, a día de hoy yo admiro la responsabilidad de la tutora de mi hijo de 8 años, la de mi frutero que avisa por estar hospitalizado y no poder abrir, la de mi amigo Jesús q se queda con todos sus niet@s....

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  6. Amigo Jesús, soy remiso a escribir en estos lugares, pero contigo voy a hacer una excepción como la hice el año pasado en la Universidad.

    No pienses que ningún político de la cara, tienen un miedo brutal a la descalificación sabiendo que se inhabilitan ellos solos evitado el debate y el contraste de opiniones. A estas horas ya se habrán puesto todos de acuerdo para no contestar ninguno como es tu objetivo, sigues siendo un utópico. Ni los de Podemos contestaran ya que igualmente pertenecen a la misma casta.

    España sufre una enfermedad que podríamos llamar 'crowding out employment', una variedad laboral del conocido 'Efecto Expulsión', que se produce cuando el Estado absorbe tal cantidad de recursos financieros que provoca la asfixia de la economía productiva. ¿Tiene cura? Solo una: la desparasitación de la Administración Pública y por tanto también de los ayuntamientos. Por cada empleo público municipal innecesario que se ha creado, y se sigue creando, en España ha impedido la creación de al menos un empleo productivo en el sector privado, según numerosos estudios. Pero esta ratio 1/1 podría dispararse en el entorno político de las Comunidades Autónomas.

    La situación es especialmente grave si se comparan los niveles salariales en las que se mueven los nuevos empleados que acceden al mercado laboral del sector privado y el sueldo de cualquier político medio: supera los salarios “seiscientos-euristas” de muchos nuevos trabajadores. Cualquier cargo de concejal de un Ayuntamiento puede cobrar 30.000 euros al año. Por tal razón, los sueldos de los políticos afectan además a la media salarial en la Administración, que es actualmente superior a la del sector privado por los altos sueldos de políticos (cuyos puestos están duplicados y triplicados), asesores, liberados, trabajadores enchufados por partidos políticos.

    Hay que evitar confundir los empleados públicos productivos de los innecesarios. Médicos, enfermeros, jueces, maestros, profesores, bomberos... y en general cualquier funcionario con su oposición legalmente ganada son empleados públicos necesarios y productivos. Y son un mal necesario los políticos que realmente están cumpliendo una función pública imprescindible, siempre que no esté duplicada 17 veces. En España se calcula que hay un millón de empleos públicos considerados improductivos, por lo que podemos concluir que este desequilibrio laboral impide trabajar a varios millones de profesionales en el sector privado. Y eso sin tener en cuenta el coste de mantener las estructuras político-administrativas autonómicas y locales, en las que están colocados todos los enchufados. Y es que estas administraciones paralelas son el refugio de estos caníbales laborales.

    La impagable deuda pública, que crece imparablemente, condicionando a las generaciones futuras, así como los abusivos impuestos que pagamos los españoles, se destinan a mantener este chiringuito político, económico y laboral, integrado principalmente por las redes clientelares de los partidos políticos y los sindicatos.

    ¿Hay alternativas? El PP- PSOE y Podemos mantendrán este modelo parasitario, mientras que Ciudadanos no se pronuncia al respecto. Los españoles ya somos conscientes de que PP y PSOE necesitan sostener a toda costa este modelo clientelar, comisionista y corrupto, porque es su fuente de alimentación. Podemos, por su parte, incluso potenciaría este injusto sistema. Pero, ¿qué piensa Ciudadanos? Este partido es el único de los denominados regeneradores con posibilidades de éxito electoral, por lo que debería proponer alguna medida sería al respecto.

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    1. Gracias D. Pablo nuevamente por tu aportación. Algunos políticos de este pueblo, con criterio, participarán del debate otros sin embargo no tendrán nada que poder opinar. Hasta la próxima

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    2. No Profesor, no espere usted que la mayoría de los políticos escriba en su blog, no tienen argumentos, no tienen nada que decir salvo la simple verborrea que exhiben en los plenos municipales. Su único trabajo que hacen mal rematadamente mal.

      Es curioso que a nivel político se insista en trasladar un mensaje de responsabilidad a los ciudadanos, mientras la irresponsabilidad política de Valdemorillo campa a sus anchas. Es irresponsable que hayan gastado durante años más de lo que se podían permitir ¿Es posible poder entender que una vez que algunos políticos se ven reflejados en su participación en los soporíferos plenos no decida dimitir? Lo es también que el partido que ha ganado no exija auditorías en sus nuevos nichos populares, pero no en sus feudos, esto supone una irresponsabilidad de libro.

      Lamentarse sobre la irresponsabilidad política tiene un fin: reivindicar una política basada en razones pragmáticas, en cálculos y beneficios, costes y oportunidades, una política, esta vez sí, pensando en la gente, pero no en la gente en abstracto, sino como individuos cuyas vidas pueden ser mejoradas marginalmente gracias a esa cosa tan detestada llamada política. Que se sepa, la política (democrática) sirve para cambiar la vida de la gente a mejor. El político ansía el poder porque es un medio de lograr esos fines. Si tiene mucho poder puede cambiar muchas cosas, si tiene poco puede cambiar menos. Es solo una cuestión de grado. Y los partidos son instrumentos para lograr esos fines, no fines en sí mismos.
      El suicidio de un político o de un partido político no es, como se dice estos días, votar a éste,
      abstenerse para que gobierne el otro o formar coalición con el de más allá, sino ser incapaz, por supuesta coherencia con unas convicciones inamovibles, de transformar las vidas de la gente, ser irrelevante para aquellos que te eligieron, no devolverles nada a cambio de sus votos. El suicidio del PSOE, como el de Podemos, no está tanto en su incapacidad de gobernar sino en la incapacidad de elegir entre alternativas, de asumir costes, de ordenar las preferencias de forma transitiva, ser coherente con ellas y explicarles a sus votantes cómo y por qué han tomado esas decisiones. Y el suicidio del PP es ser incapaz de entender que sin Pilar López Partida todo es posible, incluso una gran coalición que pueda incluir al PSOE.

      Gobernará la derecha, sí, pero seguiremos siendo de izquierdas. ¿Qué más se puede pedir? Y mientras, el PP seguirá prefiriendo un líder neutro a un acuerdo político incluyente. Anteponer un líder a las políticas que se quieren llevar a cabo es una mala idea cuando no se tiene mayoría absoluta y además se cuenta con los mimbres que tiene.

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    3. Los de Podemos, más que nadie.
      No conocía el efecto expulsión, pero apoya la idea de que sobran la mitad. Yo lo aplico a los políticos, pero es perfectamente aplicable a los funcionarios. La verdad es que no sé, porqué se los llama funcionarios, porque muchos no funcionan.
      Recuerdo haber oído más de una vez, hace tiempo, que había gente que prefería trabajar de funcionario antes que, en el sector privado, por la seguridad en el puesto, aunque el sueldo fuera menor. Ahora es al revés y vamos listos. Está bien que separes funcionarios necesarios de los improductivos, la pena es que no parece que haya forma de quitar a los improductivos. En Valdemorillo, y supongo, que, en cualquier ayuntamiento, esto lo dicen los que se sientan en la mesa del Pleno y, sin embargo, no hacen nada para quitar de en medio a los ineficaces, si, dejémoslo así. Es una pena que la Administración no regule los sueldos de otra forma, por ejemplo, dividir el sueldo en dos, la primera mitad en función de la valoración del puesto de trabajo, la otra mitad dependiendo de su productividad.
      Visto lo visto, no veo al PP con ganas de meterse en este tema, y al PSOE, mucho menos y a este PSOE-Sanchista, es que no se le ocurre, ni por el forro. Los de Podemos, mucho peor, lo han dicho, que había que preparar algo así como una "caja de resistencia". Conozco gente estupenda de C´s, pero como grupo nunca sé por dónde van a salir.
      Me llama la atención que no hayas hablado de dinero gastado inútilmente, de duplicidades, de autonomías y demás y no hayas hablado de VOX, que se mete bastante con estas cosas.
      Pasadlo bien. Andrés

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  7. Andrés, estoy bastante de acuerdo con casi todo lo que dices:
    .. No creo que nadie de la mesa del pleno se atreva a opinar.
    .. No dimiten porque no se dan cuenta o no quieren darse cuenta de que han llegado a su nivel de incompetencia y eso que con los votos ya se lo han dicho.
    .. Algunos quieren ser responsables, quiero creerlo, otra cosa es que sepan o puedan serlo.
    .. Convicciones inamovibles. Si las hay, que me digan cuales. Los pactos parece que se hacen en la trastienda y lo cambian todo.
    .. Coherentes. Yo creo que son bastante. Otra cosa es que su coherencia y la mía se parezca como un higo a una castaña.
    .. Lo del suicidio del PP por no pactar con el PSOE, no lo entiendo. Ya se suicidó cuando pacto, Pilar López con Carmen Villanueva. PP-PSOE, yo no lo veo en los plenos, desde luego y a nivel nacional, y con este PSOE Sanchista y podemizado, ni "patrás".
    .. Hay decisiones que se han tomado en el Pleno que, aunque les pongan nata encima, sería complicado entenderlas y las han tomado. Recuérdese: Recepción de las EUCC. Para una vez que lo pide la Oposición, el Equipo de Gobierno sale con un Nada de nada. Lo que me hace pensar que, en este asunto, hay gato encerrado.
    .. Gobernará la derecha, sí, pero seguiremos siendo de izquierdas. "Tio", perdona la confianza, "más copiao", pero eso lo digo desde que me he dado cuenta que el PP se ha tragado todas las leyes ideológicas de la izquierda. Por eso a nacido VOX y yo, seguiré dando guerra desde el PP de mis amores. Creo que lo dijo Jose Antonio Primo de Ribera "amamos a España porque no nos gusta".
    Pasadlo bien. Andrés

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  8. REMITIDO A LAS 18:43 POR RICARDO TENDERO CABALLERO

    Tendero: Aunque me voy a permitir aportar un punto de vista aparentemente tangencial, pero que considero que está muy relacionado: la rendición de cuentas. Cualquier gestión sin rendición de cuentas no es gestión es marketing.
    Si la opción política fuese la de conseguir el bien común, sea cual sea el sesgo con el que se quiere conseguir, las iniciativas políticas ampararían la transparencia y la parametrización de los logros.
    El trabajo de los grupos políticos sería reconocido dentro y fuera como imprescindible, pero si no rinden cuentas ni las estructuras de los partidos es imposible pensar que la actuación política sea otra cosa que postureo y ponerse de perfil.

    Los partidos políticos son, en la práctica, sociedades sin ánimo de lucro colectivo que facilitan medios de vida y recursos a un grupo de ciudadanos sin tomar en cuenta sus méritos y capacidades sino solo atendiendo a su confesión de fe, a partir de ahora denominados clientes.

    Para hacerlo no tienen que rendir cuenta de su eficacia ni de su actitud, y así su jerarquía tampoco es sometida a crítica en un pacto entre cliente de un servicio ilícito o cuando menos amoral y un "padrino" dadivoso que no favorece ni consiente la rendición de cuentas, bajo pena de expulsión de la sociedad limitada de interés recíproco que gestiona.

    Preguntas, o más bien afirmas, que todo el que recibe la confianza y el honor de participar en la vida pública debe comprometerse a hacer un trabajo eficiente, con dedicación y poniendo en la toda su capacidad.
    Mi pregunta es ¿para conseguir que? Si el partido solo requiere obtener el mejor resultado posible cada cuatro años, es mejor perfil bajo y dejar que ptrao se quemen y ya desgastaré al contrincante cuando pueda arrebatarle algo.

    Si otros compromisos tuviesen los partidos la rendición de cuentas podría no ser solo el resultado de la votación sino el desempeño de un programa, una actitud o, al menos, una puesta en común de los entresijos y beneficios de la gestión política.

    Siento el tono ligeramente agrio, pero dentro de poco va a ir a votar solo la madre del candidato y la responsabilidad es del candidato.

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  9. REMITIDO A LAS 19 HORAS POR JOSÉ LUIS GONZÁLEZ MARTÍNEZ

    Buenas tardes Jesús,
    En general me parece bien y sin entrar en comentarios particulares te hago puños complementarios por si te pueden valer.

    El problema que tenemos en el país es de formación y que hemos perdido los valores que a ti y a mí nos enseñaron de niños.

    Para ser político cualquiera vale, no se les exige ningún tipo de formación solo lealtad no a unos sentimientos sino lealtad a los líderes del momento. Su tiempo en política suele ser corto y los que están a niveles intermedios saben que después de sus responsabilidades actuales tendrán el vacío y tratan de pensar no en la sociedad sin en ellos mismos y en su futuro y entonces aparece la corrupción o los servicios prestados.
    Si cuando un político, los pocos, al final de su etapa pública pudiera volver a un trabajo digno, remunerado y para ello debería tener una formación y una experiencia fuera de la política, como pasa en países nórdicos o en USA, otro gallo nos cantaría.

    Muchos políticos se sacrifican por la sociedad y son transparentes, honestos y se entregan a su función pública, pero otros, los más, piensan en cómo llegar a estar un tiempo en política para servirse.
    Esto es una breve semblanza.

    Podemos debatir cuando quieras.

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    1. Muchas gracias Ricardo y José Luis, mi objetivo fundamental de este artículo es el análisis y la reflexión de los políticos y de una manera muy especial de los políticos de mi pueblo. Con la sana intención de escribir algo con el fundamento de la opinión.

      Por eso, lo mantendré por tiempo necesario el articulo para que no pueda decir ninguno que no pudo contestar por falta de tiempo. Por eso vuestras opiniones las considero importantes, muy importantes.

      Esta condena a los políticos arrastra fácilmente a una condena general de la política. Si la política es "lo que hacen los políticos", es inevitable concebirla como el reino del engaño, la corrupción y la pugna egoísta por las ganancias particulares de quienes están en ella. Muy lejos, por tanto, de concebirla como el espacio donde se trabaja por el bien común. Hay que preguntarse por las razones de una opinión tan extendida. ¿Es una reacción fundada? ¿Cuáles son sus motivos? Con ayuda de bibliografía antigua y reciente, resumo algunas explicaciones.

      La profesionalización de los políticos. La ciudadanía se aleja cada vez más de una dinámica institucional muy profesionalizada que monopolizan (cada uno a su modo) políticos de dedicación exclusiva y periodistas que les siguen como su sombra. Constituyen un círculo cuasi autónomo, en el que comparten reglas no escritas, escenarios públicos, latiguillos retóricos y otras complicidades. "Los políticos nos ganamos la vida gracias a los periodistas. Y los periodistas políticos os la ganáis gracias a nosotros": es la frase contundente oída hace años a un profesional de la política. Pero yo no soy ni pretendo ser periodista, si un viejo profesor que procuró siempre contar a mis alumnos la verdad.

      Convertir la política en un modus vivendi vitalicio entreabre una puerta al corporativismo, la rutina o la corrupción de mayor o menor cuantía. Afortunadamente en la política municipal es difícil, pero cuesta atribuir el desencanto masivo sobre la política a una reacción irritada cuando se dan prácticas condenables. Unos centenares de corruptos o aprovechados no bastan para explicar la tacha que se lanza sin matices y sin datos sobre 150.000 cargos electos y 2.500.000 de empleados públicos.

      La dimisión de los ciudadanos. Los ciudadanos de los países más desarrollados tienden a dimitir de sus responsabilidades colectivas. Están sometidos a la presión publicitaria que promueve un estilo de vida donde el bienestar personal pasa por delante de cualquier otro objetivo. La disposición a la cooperación para fines comunes disminuye. Si apenas se admiten los sacrificios y privaciones que exige la búsqueda de la prosperidad individual, mucho menos aceptables aparecen las renuncias y las privaciones que reclama la entrega desinteresada al bien público. Ocuparse de los asuntos comunes o comprometerse en su gestión representa una merma del tiempo y de la energía que requieren las obligaciones familiares, las tareas profesionales o las aficiones recreativas.

      Hay quien lo formula en tono más filosófico: una pérdida creciente de la virtud cívica -y no sólo o no tanto la corrupción de sus profesionales- provoca esta indiferencia o desafección por la política.

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    2. Buenos días Jesus, el artículo que has escrito me parece muy interesante y en mi opinión refleja muy bien la realidad actual de la política. Suscribo lo que afirmas casi en Su totalidad, pero me gustaría realizar por mi parte algunas matizaciones o destacar determinados aspectos.
      En mi opinión uno de los aspectos principales de la actividad política es que los que ejercen cargos públicos ven a la política como una profesión, no como un servicio a la comunidad o a los ciudadanos, que en mi opinión es lo que debería ser. Esto hace que los que van a la política no son los mejor preparados. Esto degrada mucho a los políticos, pues yo creo que los que ejercen cargos públicos deberían tener una profesión al margen de la política, que dejan temporalmente mediante una excelencia asimismo temporal para dedicarse a un servicio público en beneficio de la comunidad, y a la que vuelven cuando termina su ciclo político. De este modo la preparación profesional del que eventualmente ejerce cargo público, electo en muchos casos, es una garantía para su ejercicio político.
      Creo que los partidos políticos deberían seleccionar a los candidatos en función de esta premisa, y no elaborar las listas con personas cuyo único mérito es la fidelidad al jefe, y que va a votar lo que le digan, pues se pierde el criterio propio y la capacidad de la crítica personal.
      Por otra parte es muy importante el plantearse el reducir la capacidad mastodontica de las administraciones, tanto Central, como de las Comunidades Autonómicas o de los municipios, pues hay demasiados políticos y asesores, siendo preferibles menos ejercientes de cargos públicos y mejor remunerados, ya que es fundamental esto último para atraer gente competente y buenos profesionales a la política, tratando que la brecha salarial entre la actividad pública y privada sea la menor posible, a fin de que resulte atractiva la idea de ejercer temporalmente la actividad política en beneficio de la comunidad y los ciudadanos..
      Resulta deprimente el hecho de que se ejerza cargo público de responsabilidad y presupuesto sin haber trabajado nunca, y no saber lo que es una nómina ni conocer los aspectos de cualquier actividad profesional.
      No obstante es de justicia destacar que dentro de la actividad municipal he conocido concejales que ejercen su cargo de forma desinteresada, y que no reciben remuneración por su cargo, siguiendo ejerciendo su actividad profesional que hacen compatible con su actividad política fuera del tiempo de su trabajo, o sea dedican parte de su tiempo libre a su cargo de concejal. Esto es muy meritorio en mí opinión, y honran a la política. Esto contrasta con aquellos otros concejales, sobre todo los que están al cargo de las Concejalías de obras e infraestructuras, que mediante re calificaciones y licencias de obras entran en la corrupción, y degradan, a mi entender de forma injusta a los ojos de los ciudadanos la política y los políticos, ya que una mayoría de ellos son honestos. En ese punto sería bueno el llevar a cabo de forma eficaz una especie de “juicio de residencia” que se llevaba a cabo con los corregidores en siglos atrás en España al comienzo y al final de su mandato para ver la diferencia y ver si se habían enriquecido durante su mandato. En cualquier caso son los partidos los que deberían controlar todo esto, faflando muchas veces el control de los partidos para evitar el beneficio de alguno de sus miembros de esas actividades ilícitas.
      Otro aspecto a destacar es el casi nulo desarrollo en España de lo que se denomina la “sociedad civil”. Se critica mucho, pero se actúa poco, pues nos creemos, y yo me incluyo, que con votar cada equis años ya hemos cumplido, y no es así, o no debería ser así. Si la sociedad civil española fuera más activa, gran parte de la labor de los políticos estaría más fiscalizada.
      Finalmente

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  10. Jesus no se si me reconoces con el seudónimo que no se como me ha salido, EZamarro, no domino esto de los blogges. Soy José Ramón Arnal, y respondo a tu sugerencia de que te de mi opinión sobre tu escrito

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  11. D. José Ramón, mil gracias y como siempre das una lección de sensatez intelectual que tanta falta nos hace

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  12. Buenas tardes, soy Ignacio Rodrigo. En mi opinión, la transparencia es la clave. Con la excusa de la pandemia se han archivado, o aplazado, más de 800 solicitudes de información en el portal de transparencia de la Moncloa. Y cuando termío no el estado de alarma, el gobierno dijo que había respondido a 600 de esas preguntas cuando, según datos de Maldita.com, no había respondido ni a 300. Y eso en la política nacional, la más fiscalizada por los grandes medios de comunicación.
    Pero, ¿cual es la realidad en la politica municipal? Mucho mas atomizada y menos accesible al control externo, apenas ofrece datos parciales y sesgados, que impiden un análisis medianamente fiable. Esa es la gran tarea pendiente de nuestra democracia: la transparencia. Y con un acento particular en la vigilancia de lo que sucede, en realidad, en los más de 8.000 municipios españoles.
    Ignacio Rodrigo

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