NUEVA LLAMADA A LA RECONCILIACION ENTRE LOS POLITICOS Y LA SOCIEDAD ESPAÑOLA
Libertad sin ira, sin ira libertad.
La música, como manifestación cultural,
ha estado siempre unida al sentir popular como una expresión más
del momento sociopolítico. Por esa razón, teniendo en cuenta que el actual
estado de cosas en España, después de un desastre sanitario, no es bueno desde el
punto de vista histórico y sociopolítico, me puede servir para poder establecer
un paralelismo vivencial referido a la Transición
Democrática Española, que viví con intensidad y que ahora recuerdo con
verdadero entusiasmo.
El
clima político ha dejado de hablar de políticas públicas o de diferencias
ideológicas de fondo hacia un ataque personal de trazo grueso que recuerdan
momentos previos a nuestra Guerra Civil, pero en un contexto sociológico y económico
distinto. Afortunadamente no viví esa guerra, pero conocí la posguerra y todo lo que suponía estar en una parte de Europa al margen de todos los acontecimientos
que se producían durante demasiados años y con las limitaciones existenciales
afectas a la cultura y a la libertad. Por eso la democracia fue recibida con
profundo entusiasmo por los jóvenes de entonces, y se tradujo en otra manera de
entender la vida. Fue toda una experiencia vital de reconciliación de lo que llamábamos las dos Españas.
Parte
de la notoriedad histórica que ha cobrado la transición radica en el acusado
contraste que ofrece respecto al carácter pendular y convulso de la mayoría de
los cambios políticos que jalonan la historia contemporánea de España. Hoy
pretendo destacar lo que supusieron las nuevas canciones de entonces, que fueron
exitazos y muchas de ellas teniendo como fondo la palabra España, la nueva
España.
Es
una pena que Cecilia se
fuera tan pronto. Fue una cantautora aventajada para las músicas y las letras. “MI QUERIDA ESPAÑA”: un autorretrato colectivo conmovedor.
Incluso censurada, donde decía "mi
querida España, / esta España viva, / esta España muerta"
tuvo que cantarse "mi querida España, /esta España mía, / esta España nuestra".
Aun así, continúa resultando emocionante esta canción que refleja un momento de
nuestra historia (aquel 1975 en el que se estrenó) y, a la vez, tiene algo de
imperecedero e emocionante. Partiendo de un verso de Blas de Otero "ESPAÑA, CAMISA BLANCA", en la voz de Ana Belén, podríamos proponerla como himno nacional. Otra canción maravillosa cantada por Mocedades:
“ERES LA OTRA ESPAÑA”/ la que
huele a caña/ tabaco y brea/ eres la perezosa/ la de piel dorada/ la
marinera". El "MEDITERRANEO" que cantara Serrat...
El
himno de la Transición sonaba a la vez que "HABLA, PUEBLO, HABLA", canción
que animaba a votar en el referéndum por la Ley de Reforma Política. Vino Tinto fue un grupo de estudiantes
murcianos cuya trayectoria se asemejó bastante a la de Jarcha. De ellos se
recuerda esta canción que se hizo
muy popular en diciembre de 1976. La canción
"LIBERTAD SIN IRA"
supuso el gran éxito de Jarcha,
un grupo de progres de Huelva a medio camino entre el folk, la canción de autor
y Mocedades. La letra de este himno generacional habla de una España que
promete ser buena y no liarse a garrotazos con el prójimo si la dejan vivir en
paz.
Los
cambios sociales siempre han estado estrechamente ligados a la música. Durante
los años 70, la reivindicación de las libertades y los cantos de autor y de
izquierda iban de la mano. Eso es algo de lo que se debe actualmente. Sin ir
más lejos, las marchas de la dignidad culminaron con la interpretación de la
histórica “CANTO A LA LIBERTAD” de Labordeta. La Transición se podía cantar. Ya fuesen temas que
más tarde sonarían en las primeras campañas electorales tras la dictadura, como
poemas de Miguel Hernández. Letras
que en muchas ocasiones tuvieron que esperar para ver la luz, pero que no
caducan y se siguen utilizando como himnos.
Raimon
representó el reclamo de Valencia frente al franquismo. El germen de “AL
VENT” se puede situar a principios de los sesenta, cuando se
celebró el quinto centenario de la muerte de Ausiàs March, uno de los adalides
de la poesía en valenciano. “AL ALBA” estaba escrita para ser cantada en las
manifestaciones. Aute, el cantautor
recientemente fallecido, dijo que la escribió con urgencia justo después de los
fusilamientos de 1975, su valor reivindicativo era fundamental y el tiempo
corría en su contra. “PARA LA
LIBERTAD”, Serrat representaba
la censura y la lucha por las libertades, el cantautor se convirtió en todo un
mito para los soñadores. Este poema de Miguel Hernández se suma a otras como “HOY
PUEDE SER UN GRAN DÍA”,
que se convirtieron en himnos optimistas, compartidos y que alentaban la lucha,
al igual que lo hizo el barcelonés.También fueron años del auge del rock
andaluz con grupos como Medina Azahara y
Triana y, por qué no decirlo, hubo tiempo para cantantes melódicos como Pablo Abraira y su “GAVILÁN O PALOMA”
(1977) … Podría seguir relatando canciones de la transición que supusieron un
enorme revulsivo a la sociedad juvenil de los setenta, que arrastraron al entendimiento de toda la clase política de
derechas e izquierdas para propiciar un ámbito de tolerancia en la sociedad
de entonces.
Ese espíritu debería inspirarnos en estos momentos de profundo
dolor por los muertos del coronavirus para comenzar un periodo nuevo de aguante
político.
Me encanta esta reseña histórica de las canciones que nos gustaban en nuestra juventud y sin ser demasiados conscientes del contenido sociopolítico que tenían. La canción de Labordeta la cantaba con verdadero entusiasmo mi padre que era también aragonés de pura cepa.
ResponderEliminarEfectivamente que los políticos y la sociedad misma debemos rebajar el nivel de crispación política aceptando la voluntad de los españoles y realizando una crítica constructiva y no siendo altavoz de una parte del capitalismo temeroso con la ideología de Podemos. También la izquierda debe intentar ser más conciliadora y Ciudadanos conquistar el lugar que tuvo en su momento Adolfo Suarez.