¿Y después del confinamiento…?

Cuanto más largo sea, peor para nuestra salud mental
Afortunadamente, para todos ya se está hablando del principio del final de esta “experiencia negra”, que solo se ultimará con una vacuna eficaz. Sin embargo, no soy el único que opina que esta sociedad ha sido marcada para algún tiempo y es difícil que pueda ser la misma a corto plazo, teniendo en cuenta toda la experiencia vivida durante lo que llevamos de año de: fragilidad, impotencia, miedo e incertidumbre.
La incertidumbre es imposible de resolver. Ni siquiera lo saben solucionar quienes tendrán que definir las nuevas normas de convivencia para los próximos meses, porque la batalla contra el Covid-19 no finalizará cuando se levante el Estado de Alarma y salgamos de casa, tampoco lo celebraremos abrazándonos como si fuese una liberación…. Se parecerá más a un final abierto y repleto de interrogantes.
Por el momento y durante algún tiempo las cosas no van a volver a la normalidad, Algunas actuaciones nunca lo harán por miedo al contagio y con compañías aéreas que te piden los datos de geolocalización antes de embarcar para asegurarse de que no has estado con ningún contagiado; edificios públicos y medios de transporte que leen tu temperatura corporal y tu historial médico una experiencia antes desconocida.
La primera incertidumbre a despejar es saber qué ocurrirá con los contagios una vez que hayamos aplastado la curva. El virus no desaparecerá hasta que no haya suficiente gente inmunizada para frenar el contagio rápido y el riesgo de un rebrote de la enfermedad seguirá existiendo. Eso nos obligará a mantener activas muchas de las normas de distanciamiento social durante tiempo. Lo normal es que la relajación de las medidas sea gradual. Habría que ver la conveniencia o no de abrir colegios, institutos y universidades, como medida para tratar de reducir las trasmisiones en la comunidad”.
No hay duda alguna que este confinamiento está ayudando a combatir el coronavirus, también del mismo modo está poniendo en riesgo la salud mental de los ciudadanos. Durante estos días la reclusión puede aumentar la sensación de angustia, los pensamientos catastrofistas e incluso la depresión. Sin embargo, es demasiado pronto para saber cómo la situación actual nos está cambiando y nadie se atreve a aventurar cuáles serán las consecuencias de esta crisis en la salud mental de los ciudadanos.
Es lógico que los síntomas estresantes que sufrimos tengan más efecto cuanto más tiempo se experimenten. Lo aconsejable para minimizar el daño a la salud mental de los ciudadanos es restringir la duración de la cuarentena a lo que es científicamente razonable teniendo en cuenta los periodos de incubación y no adoptar un enfoque excesivamente precavido. Sentir ansiedad o tener síntomas depresivos durante este periodo no es sorprendente: los ciudadanos vivimos semanas de incertidumbre protegiéndose de una pandemia mundial. Sin embargo, la evidencia dice que estos efectos psicológicos todavía se pueden detectar meses o años más tarde. La revisión sugiere que es necesario garantizar que se implementen medidas efectivas de mitigación como parte del proceso de planificación de cuarentena.
La población que más se exponen al virus es también el que más sufre las consecuencias psicológicas incluso después de controlar la pandemia. Los sanitarios sufren síntomas más severos de estrés postraumático que los miembros del público en general. Además de emociones relacionadas con la frustración, la culpa, la impotencia, la soledad y la tristeza. “Los trabajadores de la salud también albergan muchas más probabilidades de pensar pueden tener el virus y de preocuparse por infectar a otros”, tal y como está sucediendo con el coronavirus.

Comentarios

  1. Pedro Pedrosa Gómez12 de abril de 2020, 11:10

    En un piso de 40 metros cuadrados, vivimos dos familias cada una de ellas con dos hijos pequeños. Tenemos únicamente una cocina y un cuarto de baño para los 8. Mi compañero de piso está en paro desde hace 3 meses y no tiene 1 €. Y yo estoy a merced di lo que me pueda pasar una vez que me incorpore a mí puesto de trabajo. Esta es una situación que no se puede generalizar que cada familia lo sufre en silencio desde su propia intimidad. Veo con pesimismo nuestro futuro inmediato y con mucha preocupación qué será de los pequeños.

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  2. Ánimo, Pedro, nada que yo o cualquiera, ni siquiera los que apoyen a estos señores del Gobierno, te pueda decir algo que apague tu angustia. Hoy, estoy de un pesimismo subido. No sé en que trabajas, pero hay muchos pequeños empresarios que, después de esto, van a cerrar, aunque no quieran, no van a poder pagar a sus empleados. Mientras eso ocurre, a este santo Gobierno, no le importa seguir cobrándolo bien y, al mismo tiempo, exigir el pago de impuestos a esa gente, que, a lo mejor, viven en una casa mejor que la vuestra, pero no va a poder mantenerla y se la llevará el banco. Se de lo que hablo porque lo tengo muy cerquita. Como supongo que no te sirve eso de "mal de muchos consuelo de tontos", no te voy a contar otras historias iguales o peores.
    En lo de seguir cobrando, da igual ser del santo Gobierno, que de la santa Oposición, en eso me parece que no se distinguen.
    Tengo la mala costumbre de echarle la culpa, de lo malo que ocurre en cualquier grupo social, a los que dirigen ese grupo social. Así, de las dos ruineras que he vivido, considero que el responsable ha sido el Partido Socialista. Esta vez tiene la colaboración inestimable de Podemos, filo-etarras, independentistas y demás, mientras los de centro derecha, con la disculpa de preocuparse por la recuperación económica, abandonaron y se tragaron todas las leyes ideológicas de los que provocaron las ruineras. No digo que este virus coronado lo hayan traído ellos, tampoco lo descarto, son comunistas, como los chinos y nadie me asegura que no estén "conchabados", pero la gestión que han hecho para atajar esta situación, la gestión es de ellos. Gracias a Dios.
    Mi amigo Álvaro, que se nos ido estos días, me diría. "¡Qué cosas dices!". Yo le contestaría: "Es lo que veo". Y seguiríamos compartiendo mesa y mantel y los amigos.
    Amigo Pedro, cuando la ruinera de Felipe González, me decía un amigo: "Andrés,somos ricos, España lo aguanta todo". Hoy nos pillan entrenados, lo aguantaremos, mal que les pese a algunos.
    Pasadlo bien. Andrés

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    1. En estos momentos tenemos este gobierno, fundamentalmente porque sacaron más votos. En una situación como la presente no existen ideologías para intentar salir de este hoyo que no nos metió nadie. La única manera de conseguir algo positivo se logra desde el consenso y la unión de criterios a la hora de afrontarlo.
      Lamentablemente, como siempre, quien paga es el más pobre. El más pobre es el rigor de las desdichas al que le toca todos los marrones. Por esa razón la única manera de conseguir algo positivo pasa por la solidaridad, por la aportación de aquel que más tiene y que si se hubiera muerto por el Coronavirus no le hubiese servido para nada.
      Jesús, te veo afectado, talvez demasiado por el momento presente. Precisamente tú, que te has enfrentado a mil batallas en tu vida. Esta es otra batalla que superaremos, y como cuentas en un anterior escrito puede servir para hacernos mejores, mucho más solidarios. Te deseo ánimo para ti y para todos aquellos que habéis superado esta enfermedad y ahora sufrís la dura resaca

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    2. Parece que mi escrito conduce al desánimo y al pesimismo. No. No es esa mi intención, que es la de cambiar las cosas, pero no como dice Don Pablo, "haciendo política con coj.nes". No, haciéndola con sentido común. En las campañas electorales todos los políticos, de alguna manera, mienten, prometen lo que no saben si van a poder cumplir o no. Pero estos que gobiernan ahora, además, son lo más cínico que yo me pueda echar a la cara. Me explico: El Señor "de los recortes", recortó y bien, pero le obligó a ello la ruinera que nos dejó Zapatero. Estos solo saben de subir impuestos a diestro y siniestro, de mal repartir lo que ellos no han generado. Cuando digo cinismo, lo digo porque comparo lo que esta pareja que mal gobierna
      decía antes de gobernar con lo que dice ahora. Curiosamente, estos defensores de los pobres, son los que más les arruinan y más los hunden en la miseria. Un ejemplo: ¿Por qué se meten con los alquileres? Lo que tenían que haber hecho es construir casas decentes para alquilar a precios asequibles, no para venderlas, esa gente no puede comprarlas, otros países lo hacen, aquí, hace mucho que yo no las veo. Da igual quién gobierne.
      Está muy bien lo del consenso y el diálogo. No se puede consensuar con los que quieren destrozar todo lo conseguido hasta ahora. ¿Qué diálogo se puede tener con Torra y alguno más? Ninguno. ¿Qué diálogo puedo tener yo con el Ayuntamiento de Valdemorillo con relación a los OKUPAS de mi calle? Ninguno, a las pruebas me remito, 101 escritos originales, 1.531 entre copias y originales y 22 respuestas. CON UN PAR. Ni siquiera en esta lucha contra este virus puede haber consenso, solo hay que ver las conferencias de prensa, para darse cuenta de lo bien que lo están haciendo y el caso que han hecho de lo que se les ha dicho. Son perfectos.
      Cada uno pone su granito de arena, a saber: LOS POBRES, porque no tienen nada y nada se les va a sacar, salvo que pasen de una cierta edad y entonces se les pueda... LOS DE LAS RENTAS MÁS BAJAS, se apretarán un agujero o dos el cinturón y andando, salvo que pasen... LOS DE LA CLASE MEDIA, que se den por "estrujaos", muchos pasarán a RENTAS BAJAS, salvo que pasen... LOS RICOS, esos seguirán siendo ricos, aquí o en San Petesburgo, dónde les cobren menos impuestos. Aunque pasen de una edad... si se mueren es porque les toca, no por otra cosa.
      Resumiendo, no va de pesimismo, va de luchar, porque no nos van a regalar nada, al contrario, nos quitarán lo que puedan.
      Pasadlo bien. Andrés

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  3. El mundo, en el fondo tan bueno como el mundo en el que vivimos, no va a cambiar con la crisis del coronavirus. Sí, van a morir personas, aunque a eso estamos muy acostumbrados porque la muerte siempre nos rodea. Sí, la situación económica, política y social se va a poner muy fea en los siguientes meses y trimestres. El impacto económico, imposible de valorar exactamente ahora mismo, va a ser drástico y profundo, dejando muchos perdedores por el camino.

    Pero a nivel individual no es racional volverse pesimista. Es, de hecho, una gran estupidez porque el pesimismo te puede cegar y no ver las oportunidades que seguirán existiendo. Y eso sí que sería un error enorme, porque evitarlo está en tu mano, a diferencia de muchas de las cosas que están ocurriendo estos días y que por definición están fuera de nuestro control.

    Primero, no vivimos en la edad oscura donde no sabemos qué está ocurriendo, esto no es la peste negra donde va a morir el 25% de la población en medio de una profunda ignorancia sin saber por qué ocurren las cosas. Gracias al gran avance tecnológico y científico en el que vivimos, conocemos perfectamente lo que está ocurriendo y en muchos lugares hay una carrera de toda velocidad por inventar la vacuna que frene esta pandemia. Los ensayos en humanos ya han comenzado.

    Segundo, el impacto económico va a ser tremendo. Las cosas se van a poner difíciles. Pero también se recuperarán porque la gente va a necesitar seguir viviendo. La gente querrá comer, viajar, moverse, educarse y disfrutar de los bienes y lujos del mundo. La recesión es inevitable, pero la próxima recuperación también es absolutamente inevitable. Si te vuelves pesimista o crees que las cosas se pueden poner muy feas y que no hay nada que hacer al respecto, entonces no vas a ver la realidad del mundo en el que vivimos y te vas a perder ese nuevo ciclo, esa nueva recuperación, ese nuevo mar de oportunidades que te está esperando.

    En el gran esquema de las cosas, esta crisis no cambia nada. El mundo se encontraba y se encuentra en su mejor momento de toda la historia, su momento de mayor luz y conocimiento, el momento más alejado de la oscuridad y la ignorancia que la humanidad jamás ha conocido. Los números que demuestran esto están por todos lados, a pesar de que como personas seamos muy dados a centrarnos en los aspectos negativos y fácilmente olvidemos la verdad profunda de las cosas.

    Si lo ves todo pesimista estos días, no lo hagas. El futuro es brillante. Si eres joven e impresionable, despierta y razona las cosas e intenta observarlas con la máxima perspectiva, porque no vamos a peor sino a mejor. El mundo sigue siendo tuyo, con todas las cosas que hay en él.

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  4. Felipe, casi, casi estoy de acuerdo contigo en todo. De hecho, suelo decir muchas veces: Hay que saber reírse de la sombra de uno mismo. Un pensamiento que me viene a menudo, cuando me paro a pensar en todo lo que tenemos a nuestro alcance ¿Como es posible que teniendo para vivir estupendamente todos, andemos con estas "guerras" y estas miserias? Entonces caigo en que somos humanos, humanos manipulables por otros humanos más listos, más egoístas, más poderosos, más... Es verdad que ahora vivimos mejor que los reyes de hace dos siglos, para no ir más lejos, y que la distribución del conocimiento es mayor, pero, lo que yo veo, es que, la mayoría de la gente, más de la mitad, todavía tiene un nivel cultural muy bajo y eso hace que políticos, como los que nos gobiernan, puedan sacarles el voto con promesas increíbles para el resto. Miento un poco, porque conozco a personas de un buen nivel y que siguen creyendo en comunistas y similares, como estos del gobierno.
    No quiero convocar al pesimismo, quiero convocar a la lucha contra los políticos que nos gobiernan y no saben hacer la o con un canuto y encima nos quieren hacer creer que son muy buenos, que han hecho lo que les han recomendado los técnicos y ahora piden que pactemos con ellos el futuro. Todavía no se han enterado que no son de fiar y que con ellos no se puede ir a ninguna parte. Yo no pactaría nada con ninguno de los que ahora mismo están en el Gobierno, no sé si salvaría a Nadia Calviño.
    Yo creo que, para ir a mejor, todavía nos queda algo de ir a peor. Quizás estemos en eso que llaman punto de inflexión. Me gustan los refranes, por que expresan como nadie el saber y la experiencia de muchos: No hay mal que por bien no venga. A Dios rogando y con el mazo dando. Todos los días sale el sol. Mañana será otro día... Podéis añadir los que queráis.
    Pasadlo bien. Andrés

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  5. El coronavirus va a provocar una recesión muy superior a la de 2008-2009, y todo va a cambiar muchísimo, además esta pandemia aportará una mentalidad de guerra, pero que une a todo el planeta en el mismo lado. La crisis no es tan ruinosa como una guerra mundial o la contienda civil en España, pero sus efectos económicos serán morrocotudos, sin precedentes.

    Las empresas se han dado cuenta del peligro que tiene sumar dependencia y lejanía. Pero es cierto que las cadenas de producción nacionales también se paralizan en caso de una pandemia. Da igual. A través del planeta circula una corriente de desenganche. Antes de la crisis muchas multinacionales con sede en Estados Unidos ya estaban reconsiderando su dependencia de China. Además, uno de los grandes cambios puede llegar en noviembre de la Casa Blanca con otro presidente. Ford perdió contra Carter después de la crisis del petróleo de, Carter perdió contra Reagan en la segunda crisis y Bush perdió frente Clinton tras la invasión de Kuwait. Estas cicatrices y esta memoria dejan la sensación de que Estados Unidos ya no será el líder del mundo. Por primera vez en su historia, la primera potencia del planeta ha renunciado a encabezar la lucha sanitaria y económica mientras China responde con una campaña muy agresiva para mejorar su imagen pública.

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  6. MEJORAR SU IMAGEN PÚBLICA. Esta es la cuestión. Esto es lo que todos los partidos intentan conseguir, todos los partidos, todas las naciones y todos y cada uno de nosotros. Eso, en sí, no es malo. El problema está escondido detrás del objetivo. Todos, en general, nos sentimos más a gusto cuando nuestra imagen es aceptada por los que nos rodean. Eso le pasa a los partidos políticos, por eso en las campañas siempre prometen más de la cuenta. Cuando llegan al poder, lo primerito que hacen es subirse el sueldo, luego se dan cuenta de que no pueden cumplir lo prometido. De ahí el dicho popular "prometer hasta meter y después de metido, nada de lo prometido". Esto es general, da igual el partido que quieras, es verdad que hay unos que son más prudentes y lo hacen con más discreción que otros, es entonces cuando empiezan a buscar escusas, algunas son creíbles, otras no se las cree ni san "patrás". Si a esto añadimos las orejeras que pone nuestra propia ideología, queramos o no, podemos tener un "popurrí" mental de mucho cuidado.
    Bueno, pues con ese "popurrí mental" volveremos a votar, pero antes, este gobierno está pidiendo un pacto para el futuro. A ESTO LE LLAMO YO "UN BUEN INTENTO POR MEJORAR LA IMAGEN". Estoy totalmente a favor de los pactos, la vida no es otra cosa, pero, en mi vida, se me ocurriría pactar con Don Pedro y con Don Pablo, ni, aunque me prometieran por el "falcon" y el "casoplón", solucionar mis lloradas al Ayuntamiento de Valdemorillo. Todavía me cuesta creer que hayan llegado al poder. Cuando comparo las cosas que dijeron, con lo que dicen y las hacen, me pongo de los nervios. Bueno, y si miro lo que me llega por las redes... ni os cuento. ¡¡¡¡"pa" que seguir!!!!
    Cuidaros y pasadlo bien. Andrés

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