Actualmente, las palabras son más importantes que las acciones y el mercadeo más que la política.
No puede existir democracia sin
confianza y verdad.
La actual política social de Valdemorillo
esta desideologizada, un concejal socialista puede aparecer en un partido de
derechas y viceversa sin que la ciudadanía se escandalice. Las nuevas hornadas
de políticos jóvenes del pueblo pretenden vivir vinculados al poder más que a
las ideas, lo que implica subirse a cualquier tren sin que importe muchos los
programas.
Destutt
de Tracy filosofo de la Ilustración, desarrolló por primera vez el concepto
Ideología. al tratar las ideas que expresaban la relación entre el hombre, y su
medio natural de vida. Así, para él, lo que el estudio de la ideología
posibilitaba era el conocimiento de la naturaleza humana al preguntar
de dónde provenían nuestras ideas y cómo se desarrollaban. La teoría de que la
conducta humana es formada por ciertos elementos ideológicos convierte a De
Tracy en un antecesor del concepto marxista. Aunque tanto la derecha como la
izquierda en España han ido ensanchando, cada día más, el foso que les separa
de la sociedad y de los ciudadanos. Zapatero, un político teóricamente socialista,
se convirtió, de la noche a la mañana, en el abanderado de las reformas
neoliberales más agresivas.
La
ideología tiene mala fama. Hay mucha gente que afirma convencidísima no tener de
eso. Pues bien: sí
tiene ideología, por poco articulada que esté y por escaso que sea el tiempo
que dedique a pensar en ella. La tiene todo el mundo, porque todos contamos con una escala de valores, una noción de cómo
deberían ser las cosas y unos planteamientos más o menos elaborados sobre la
sociedad en la que vivimos. Este conglomerado nos orienta a la hora de opinar
y, aunque sea en un sentido muy básico, tiene contenido político.
El principal problema a la hora de definir la ideología radica
en que todos estamos cargados ideológicamente. Tanto los partidos “llamados” de
derecha como los de izquierda se quejan de que los otros le han robado el
programa, los ciudadanos ya no pueden distinguirlos. En realidad, es más lo que
les une que lo que les separa. Les unen la connivencia con la corrupción, la sustitución
de la democracia por una partidocracia, el apoyo a los privilegios, la
distancia del ciudadano, el monopolio que ejercen de la política, la aspiración
de poder y la primacía del interés propio sobre el bien común. Lo que les
separa: la izquierda alardea de políticas sociales, cobra más impuestos y gasta
más, mientras que la derecha genera más riqueza, cobra menos impuestos y es más
autoritaria.
La derecha y la izquierda se financian con fondos públicos y sienten idéntico apego a los privilegios y prebendas; unos y otros se proclaman demócratas, pero ambos grandes partidos violan la democracia a diario; hablan de Justicia independiente, pero nombran jueces y magistrados; los dos partidos dicen servir al ciudadano, pero únicamente sirven sus propios intereses; han aprendido a convivir con la corrupción.
La derecha y la izquierda se financian con fondos públicos y sienten idéntico apego a los privilegios y prebendas; unos y otros se proclaman demócratas, pero ambos grandes partidos violan la democracia a diario; hablan de Justicia independiente, pero nombran jueces y magistrados; los dos partidos dicen servir al ciudadano, pero únicamente sirven sus propios intereses; han aprendido a convivir con la corrupción.
El
pueblo los percibe como tropa sin principios sólidos, que cambia tanto de ideas
y que generan tanta confusión que es imposible diferenciarlos. Llegaríamos a la
conclusión que la actual política social de Valdemorillo esta desideologizada,
que un concejal socialista puede aparecer en un partido de derechas y viceversa
sin que la ciudadanía se escandalice. El programa del partido aparece escondido
bajo la estrategia mediática y la gestión de la imagen sustituye a las reformas
audaces. Los discursos son más importantes que las acciones y, lo que es más
grave, el mercadeo tiene más peso que la política misma. Al día siguiente de
las pasadas elecciones municipales, los
socialistas de Valdemorillo ya estaban buscando pactos con quien pudiera
ostentar el poder, sin importar demasiado su origen. Las nuevas
hornadas de políticos jóvenes del pueblo, quieren vivir vinculados al poder,
más que a las ideas. Aspiran a privilegios, gracias a la política, lo que
implica que podrían haberse subido a cualquier tren, sin que importen muchos
las ideas y programas.
Los
resultados de ese mecanismo diabólico y degenerado es el fin de la democracia. SIN CONFIANZA NO PUEDE EXISTIR DEMOCRACIA Y
SIN VERDAD LA DEMOCRACIA ESTÁ MUERTA. El resultado final de todo es que los
políticos se apartan de los ciudadanos, se bunkerizan y se transforman en una
"casta" cada día más odiada por aquellos que, en democracia, son los
"soberanos" y los únicos que pueden otorgar legitimidad al sistema.
Efectivamente, no somos demasiado conscientes que efectivamente nuestros políticos locales les da lo mismo ocho que ochenta y pueden estar en cualquier partido político que les puedan votar.
ResponderEliminarEn Valdemorillo apareció un partido con el nombre de anticorrupción, pero se diluyó por intereses electoralistas. O simplemente que la estructura de un partido decide, por razones de su interés, eliminar a su candidata y su candidata decide montar otro partido en unos meses para poder seguir. ¿Que interés expureo tiene la política municipal para gustar tanto a determinadas personas.
Luego, renglón a parte tenemos a los electores, que no les importa demasiado quién sale elegido.
Ante semejante panorama ¿Que podemos hacer? Necesitamos políticos que funcionen por el interés del pueblo,pero ¿como los conseguimos?
En la reforma luterana (siglo XVI), los partidarios de cada tendencia se distinguían de los demás por el color de sus chaquetas. Pero algunas personas llevaban chaquetas con un forro de distinto color al externo, y en alguna ocasión y por beneficio propio, se ponía la chaqueta por el color que le pudiese ofrecer más beneficio.
ResponderEliminarEn la actualidad, quien quiere cambiarse de bando lo hace sin necesidad de darle la vuelta a su chaqueta.
El chaqueterismo político se acepta en este pueblo porque una parte de la población no tiene ideología y vota a todo aquel del que pueda obtener algún favor directo indirecto o circunstancial.
Dura es la conclusión que uno puede sacar de lo que habéis dicho. Esta es mi sugerencia, para todos los políticos de Valdemorillo que quieran hacer algo por sus vecinos: Cogéis con mucho cuidado la ideología que decís que tenéis, la envolvéis en un papel de estraza, para no mancharos, la empaquetáis bien y se la enviáis a Ferraz, a Genova, al Casoplón, a... Y ahora, os sentáis a pensar que podéis hacer por los vecinos, con el dinero que tengáis. Hacéis una lista valorada de todas las necesidades. Ponéis en primer lugar el DESHACER ENTUERTOS, que tenéis un montón. Luego, al tran-tran como en el mus.
ResponderEliminarLa ideología es algo personal e intransferible, no la mezcléis con el buen hacer para con Valdemorillo, no tienen nada que ver.
Si entre los Políticos y los Funcionarios no sois capaces de hacer esa lista de ENTUERTOS, solo tenéis que decirlo, rápidamente os podríamos pasar una, GRATIS.
Claro que esto tiene una respuesta muy fácil por parte de los aludidos: "Si tanto sabéis, presentaros a las elecciones". Y ya nos han "pillao", sin carrito del "helao", porque ese es para ellos, pero nos han "pillao". Pues, no es tan fácil presentarse a unas elecciones, si quieres ir con un partido, tienes que hacer "méritos", en el partido, ya sabéis lo que es eso. Dado que no hay democracia alguna en los partidos, mucho menos en época de elecciones, lo más probable es que tengas un encaje difícil. Puedes ir por libre, más complicado todavía.
Noto que, los más de veinte mil muertos, me están nublando las entendederas, aquí lo dejo.
Cuidaros, y no os olvidéis pasarlo bien. Andrés
Los programas de los partidos aparecen escondidos bajo la estrategia mediática y la gestión de la imagen. Los discursos son más importantes que las acciones. Y lo que es más grave, el mercadeo tiene más peso que la política misma; eso se ve un Pleno Municipal a poco que se analice ligeramente. Lo que resulta curioso es ver como se expresan marcado el rol que representa y matizando papeles.
EliminarPolíticos que no les importa vivir vinculados al poder, más que a sus ideas, porque QUIEREN SUS PRIVILEGIOS a cualquier precio incluso permaneciendo cuatro lustros mamando de la “teta municipal” dentro de un partido; y cuando este considera que es demasiado tiempo intenta formar otro. Eso es difícilmente asimilable en una democracia, pero lo que hay es otra cosa marcada por el signo de los tiempos.
Creo que esta pandemia que estamos pasando puede servir para que algunos se ENCUENTREN DE BRUCES CON SU REALIDAD, dándose cuenta si merece la pena estar vendido a la ficción en vez de BUSCAR LA FELICIDAD, poniéndose al servicio de una sociedad más justa.