Valdemorillo versus: Soto del Real

¿Cuánto nos falta para tener un Ayuntamiento que funcione?
ES IMPRESCINDIBLE un nuevo paradigma municipal que suponga: EL DESTIERRO DEL CACIQUISMO que perdura desde antes del establecimiento de la democracia y que ha supuesto confeccionar un Ayuntamiento marcado por el nepotismo histórico. Resulta INELUDIBLE LA INTEGRACIÓN Y LA PARTICIPACIÓN ACTIVA DE LOS HABITANTES DE LAS URBANIZACIONES EN LOS ASUNTOS MUNICIPALES.
Hace cincuenta años no existía democracia, pero, ya había jóvenes que nos preguntábamos: "¿Cuánto falta para llegar?". Y entonces, como ahora y para siempre, lo preguntábamos sin saber que lo importante no es el destino sino el camino. En cualquier caso, tal vez como pócima mágica ilustrada o placebo letrado, el humanista-renacentista Tomás Moro público hace quinientos años su Libellus… “De optimo reipublicae statu, deque nova insula Vtopiae”. Y ponía de moda para siempre una de las palabras más incorrectamente y peor usadas en toda la historia de la humanidad: utopía. (Busco el título en latín en Wikipedia, esa suerte de territorio utópico para todo escritor).
Esta entradilla literaria me sirve para confesar a mis lectores que soy persona que necesita de la utopía para poder encontrar el camino de la felicidad. De una utopía que se encuentre al alcance de cualquiera que quiera querer soñar para trabajar por un mundo más justo y mejor. Pues bien, Ayer escuchando al joven alcalde de Soto del Real, antes Chozas de la Sierra, pude sentir en mi rostro una bocanada de aire quimérico que me hizo ver que la utopía se encuentra en la vuelta de cualquier esquina. Juan Lobato, un jovencísimo alcalde socialista nos hizo ver que se puede gestionar un pueblo de manera eficaz teniendo como estandartes la participación de los ciudadanos y la transparencia ineludible para que esa participación pueda traducirse en hechos concretos y siempre al servicio del pueblo.
Juan, nos hizo ver con hechos concretos que pueden ser perfectamente constatables como se puede gobernar de manera eficaz un pueblo partiendo de los cuatro parámetros fundamentales: honestidad, querer, poder y saber. En la entradilla de la página web municipal se pregunta: ¿Cuál es la misión del Ayuntamiento? Y se responde: Gestionar de manera eficiente los recursos económicos y materiales del municipio para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, teniendo en cuenta sus expectativas y comprometidos con el interés general. Responder a las necesidades de las personas, asociaciones y empresas locales. Promover mejoras que contribuyan a que el pueblo evolucione con el tiempo, siendo capaz de asumir retos de futuro. Todo ello, creando un clima de convivencia y preservando el equilibrio entre nuestro entorno ambiental y la población.
¿Cuál es la visión del Ayuntamiento?: Transformar el pueblo en un municipio amable para los ciudadanos, en el que éstos convivan con seguridad y felicidad, que sea sostenible en la gestión de recursos (energéticos, residuos y movilidad), en el que se promueve un entorno participativo, ¿solidario y que esté conectado con el mundo mediante la tecnología y el conocimiento?
¿Cuáles son los valores del Ayuntamiento?: responsabilidad, orientación a la calidad, atención al ciudadano, accesibilidad en la gestión y trabajo en equipo.
En el debate con el público apareció en escena el ente referencial con nuestro pueblo llegándose a la conclusión de que para que Valdemorillo pueda encontrar el camino hacia un municipio que sea capaz de auto gestionarse correctamente, con la participación ciudadana necesaria y una transparencia que permita que sea posible esa participación; se hace imprescindible un nuevo paradigma municipal que suponga el destierro del caciquismo del pueblo que perdura desde antes del establecimiento de la democracia y que ha supuesto confeccionar un Ayuntamiento marcado por nepotismo histórico y la participación activa de los habitantes de las urbanizaciones en los asuntos municipales de manera efectiva. En soto del Real durante la legislatura del alcalde Lobato se recepcionaron 13 urbanizaciones,l sin traumas para nadie.
Debo poner en conocimiento del ciudadano de Valdemorillo que, en este debate estuvieron presentes representantes de los partidos políticos: Ciudadanos, PSOE y Anticorrupción de Valdemorillo y tuvieron la ocasión de conocer de primera mano esta experiencia participando en el debate.

Comentarios

  1. Tengo unas referencias magnificas de la gestión de este joven alcalde lamento no haberme enterado que estuvo ayer hablando de su pueblo ya que me hubiese interesado asistir.

    Ha potenciado el acceso ciudadano al compostaje familiar como medio de ahorro por medio de compostadores que se autofinancian en el tiempo ya que disponen de exenciones en la recogida de basuras municipales.

    Al parecer este alcalde de 30 años también es diputado.

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  2. Me gustaría tener un Juan Lobato para Valdemorillo. Este muchacho terminará siendo Presidente de Gobierno de España, tiempo al tiempo

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  3. Mucho se habla de honestidad de la clase política, pero en los últimos años hemos vistos muchísimos casos de corrupción que podríamos aplicarlo en mayor o menor medida a todos. ¿Falta honestidad cuando se tiene un cargo político? ¿Hay vocación de servirse y no de servir? ¿Cambia el político cuando tiene un cargo público de cuando comenzó su carrera política? Seguro que si hacemos una encuesta a la ciudadanía sería todo que sí, aunque tenemos que decir que son miles los políticos que no son corruptos o al menos salen de sus cargos después de años sin verse en algún escándalo por corrupción.

    ¿Qué pensamos por una persona honesta? Decimos que alguien es honesto, si es íntegro. Honesto es aquel que se manifiesta como una persona transparente, de “una sola pieza” y sin doblez, la sinceridad, el cumplimiento de la palabra empeñada hace que las personas confíen en su honestidad. Por eso el transfuguismo de los últimos días nos tiene que oler mal necesariamente. Si alguien no se encuentra conforme con el ideario del partido debe irse y dejar a los siguientes de lista que los hay, nunca marcharse manteniendo los privilegios o teniendo las manos libres al mejor postor y sin importar demasiado su origen.

    La honestidad es la virtud que hace a la persona honrada y su imagen no se deteriora. Ser tildado de deshonesto es una deshonra, sea esto verdadero o no. En política levantar información de corrupción de una persona es una práctica que se está llevando a cabo para desgastar, al contrario, pero no siempre es verdad y se daña la imagen de esa persona acabando con su vida política y repercutiendo en su familia. Hay bastantes casos que han sido archivados en los tribunales sin pruebas suficientes de corrupción, pero el daño se ha producido. Lamentablemente son mucho más los de corrupción juzgados o por juzgar.

    Honesto es el individuo honrado, que no roba, estafa, defrauda se beneficia o beneficia a otros poniendo por delante a las personas que le dieron su confianza, tiene vocación de servir a los ciudadanos en la política. En la sociedad que vivimos se necesitan regenerar la imagen de los políticos, y no es nada fácil cuando hay tanta desconfianza. La honradez de un político puede llevarle en muchos momentos a diferencias dentro de sus propios partidos que les obliga a incumplir promesas electorales o cambios internos etc., esto puede defraudar a los votantes que le dieron su confianza, por lo que mantener su convicciones y promesas le puede llevar a una salida de la organización o por el contrario a quedarse aceptando lo que le indican por diferentes razones entre ellas su beneficio personal y este es el caso de Pilar López y sus acólitos.

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  4. Esta claro, todo parece indicar, según términos de Jesús Martínez, que en este grupo lo que falta es honradez y honestidad.
    Todos conocen al PP en todos sus detalles y aspectos. Luego si hay alguna diferencia lo que deben hacer es darse de baja en el partido y en el ayuntamiento, dando paso a los siguientes en la lista del PP.

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  5. Profesor, durante muchos años ser alcalde suponía un honor que se daba casi siempre a alguien conocido del pueblo, o sea un hombre de bien. Sin embargo ahora cualquiera quiere ser alcalde, porqué ser alcalde supone una serie de beneficios importantes para su interés personal.

    Encontrar a alguien que pueda ser un alcalde bueno para el pueblo no resulta fácil. Nosotros en Valdemorillo hemos tenido una mala experiencia. Siempre los caciques han procurado tener en el poder municipal a alguien que pudiera favorecerle la tarea, su negocio.

    Importaba poco si este o aquel alcalde era de un determinado partido político lo importante es que mucha gente de su familia de su entorno lo votará para salir elegido. Toda la saga familiar se movilizaba para votar a la persona adecuada que pudiera favorecer los intereses. Los Gamella los Entero los Partida, los Bravo movían los intereses del pueblo a su antojo.

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