Sobre Fuentevieja. Carta abierta de Mª Ángeles Nieto Mazarrón.

Coordinadora General de la Federación de Ecologistas en Acción de Madrid

 “La dignidad está en no ser reducido al vasallaje por la largueza de otros”. Antaine de Saint-Exupery

Detrás de Fuentevieja, se esconde una maraña de intrigas que saben unos, y otros vislumbran. Pero la falta de claridad del equipo de gobierno lo está convirtiendo en algo tan turbio que predice un fatal desenlace. 

 

Debido a lo que se viene arrastrando desde hace años, la Presidenta de Ecologistas en Acción de Madrid me ha escrito una carta, que publico íntegramente. Sintetiza todo lo que rodea a este feo asunto: para que cada cual pueda llegar a tomar conciencia de esta situación.

 

Estimado Jesús:

Motivada por tu último comentario, en el que haces un llamamiento a la dignidad de las personas y del Ayuntamiento de Valdemorillo, me he animado a escribir estas líneas. Con ellas sólo pretendo aportar algo de luz  en este complejo asunto.

Efectivamente, como bien dices, en el caso de Fuentevieja, no  estamos sólo ante una cuestión de defensa del medio ambiente o de legalidad urbanística; Fuentevieja simboliza una realidad miserable que se repite con demasiada frecuencia pero que se acalla para vergüenza de medios de comunicación, responsables políticos y ciudadanía.

Fuentevieja representa la prepotencia, la ignorancia y la soberbia de unas personas que teniéndolo  todo, no les basta. Necesitan, para seguir sintiéndose poderosos comprar voluntades, someter y humillar a quienes osan entorpecer sus fines, ensuciar y corromper todo aquello que tocan. Utilizan la precariedad en la que viven muchas personas para rodearse de fieles que, por un puñado de euros o de promesas, obedecen órdenes y no dudan en acosar, hacer la vista gorda, levantar falsos testimonios, etc.

En Fuentevieja, no sólo está en juego una naturaleza extraordinaria, cuya conservación – por encima de intereses particulares-, sería el objetivo de cualquier administración honesta; en esta finca durante cinco años, dos personas (una de ellas octogenaria) están viviendo un infierno. Dos personas a las que les ha fallado el sistema de garantías democráticas porque nuestra democracia está enferma, muy enferma y cuando se tejen redes de intereses espurios, nada funciona.

Demasiadas veces nos hemos encontrado ante situaciones similares (Pelayos de la Presa, San Lorenzo de El Escorial, Torremocha de Jarama, Garganta de los Montes, Guadalix de la Sierra), para afirmar que no estamos ante casualidades.

Ecologistas en Acción, tiene conocimiento de los hechos acaecidos en Fuentevieja el 7 de julio de 2017. Una persona desesperada acude a la sede de la organización. Todo le ha fallado y se agarra a nosotros como a un clavo ardiendo. Me bastó una hora de conversación y la vista de una carpeta repleta de documentos, para comprender que estábamos ante otro maldito caso en el que se había tejido una red clientelar al servicio de los intereses privados de alguien con mucho poder.

Como en todos estos casos, el poderoso, ayudado de las administraciones, había creado una verdad paralela. Para utilizar un término muy de moda, la llamaremos la realidad “fake”. Esta fake, consiste en repetir una y otra vez, ante las sedes judiciales, en los plenos, en los informes de la Dirección General de Urbanismo de la Comunidad de Madrid, que las personas denunciantes actúan por despecho, buscando un interés económico y que para ello no dudan en acosar, amenazar, manipular, presentar denuncias falsas, etc. Justo lo que hace el poderoso y su red clientelar.

El 18 de octubre de 2017, el 14 de noviembre de 2017 y el 10 de enero de 2018, Ecologistas en Acción presenta denuncias ante la Delegación de Gobierno en la Comunidad de Madrid para que se tomen las medidas adecuadas para proteger a estas dos personas. Es relevante señalar que el 17 de octubre, Fuenteladera S.A, colocó tres grandes rocas en el único caminos de acceso a la finca de las personas denunciantes, impidiendo el tránsito con vehículos. 48 horas duró. Un octogenario quedó incomunicado sin poder utilizar su vehículo porque a alguien se le antojó. Sólo este hecho deplorable debería haber removido la conciencia de todas las personas responsables. Pero no pasó nada, más allá de nuestra indignación y la presentación de la primera denuncia ante la Delegación de Gobierno.

¿Pero cómo se ha llegado a esta situación?. En octubre de 2013, Fuenteladera S.A compra la finca Funetevieja (F2). Obviamente, el fin no era la contemplación de las rapaces que anidan y campean en la zona. La empresa pretende obtener una rentabilidad mediante la ejecución de un proyecto que no es autorizable, ni por la normativa urbanística regional ni local. El proyecto supone la demolición, casi en su totalidad, del complejo agropecuario existente en la finca. Se trata de un conjunto que aparece reseñado en los planos militares de 1877. Cuenta con capilla y jugó un papel destacable durante la Guerra Civil, al ser cuartel republicano. Por tanto el complejo debería estar protegido, en base a la Ley de Patrimonio Histórico de la Comunidad de Madrid.

Pero nada de esto importó, el 5 de mayo de 2015 la entonces alcaldesa, concedió licencia de obra de “rehabilitación y consolidación de edificaciones inventariados”. Con posterioridad, el 17 de marzo de 2017, la Consejería de Medio Ambiente, Administración Local y Ordenación del Territorio, emite calificación urbanística (Orden 566/2017). Esta calificación que debería haber sido anterior a la concesión de licencia y por ello, la Comunidad de Madrid debería haber puesto de manifiesto esa grave irregularidad. Pero no pasó nada, es más la propia Consejería de Medio Ambiente, eximió el proyecto del procedimiento de evaluación ambiental, cuando era una obligación establecida en la Ley 21/2013 de Evaluación Ambiental, al afectar a un espacio protegido Red Natura.

El particular, el 12 de abril de 2017, recurre la Orden del consejero de Medio Ambiente por la que se autorizan las obras.  El 20 de abril de 2017, la Secretaría General Técnica de la Consejería de Medio Ambiente, comunica al Ayuntamiento de Valdemorillo que, en el plazo de un mes, la Orden del Consejero, podría quedar sin efecto al haber sido recurrida. El 12 de mayo de 2017,  esa Orden quedó suspendida.

En mayo de 2017, estando la arquitecta municipal realizando estudios en Estados Unidos, el arquitecto suplente y la técnico de medio ambiente, el 8 de mayo de 2017, informan favorablemente el proyecto de ejecución presentado por Fuenteladera y ratifican la licencia firmada por Pilar López Partida el 5 de mayo de 2015. Nótese que la ratificación de licencia es un proceso no contemplado en la normativa urbanística y que el personal técnico carece de competencias para validar una licencia, competencia exclusiva de la alcaldía.

Bien, pues en este contexto, el 19 de septiembre de 2017 comienzan las demoliciones del complejo de Fuentevieja. Además,  se instala un vallado de obra, carente de licencia que se utiliza para cerrar la servidumbre de paso a las personas denunciantes. Se abre un camino alternativo, sin condiciones, que se encharca y embarra en cuanto llueve. Además se instalan dos puertas en el camino de acceso, sin otro objeto que obligar a las personas denunciantes a salir hasta tres veces (las dos puertas que se instalan más la puerta de salida de la finca) de su vehículo para abrir y cerrar puertas cada vez que salen o entran de su casa.

Imagínate, Jesús, un hombre de 82 años, en invierno, con lluvia o nieve, teniendo que salir tres veces de su coche, abriendo puertas y cerrando. Incluso las puertas se han llegado a cerrar con gruesos alambres, obligando al octogenario a cortarlos con cizallas porque con las manos no tiene fuerza. Por supuesto, todo observado bajo la humillante y provocadora mirada de vigilantes privados. Esto es indigno e indignante.

Estos hechos los conocen de sobra la actual corporación municipal, la policía municipal, la Guardia Civil, los Agentes Forestales y todos y cada uno de ellos guardan silencio. No pasa nada.

El 21 de diciembre de 2017, con ocho meses de retraso, la Secretaria General Técnica de la Consejería de Medio Ambiente, resuelve el recurso interpuesto por los denunciantes contra la Orden 566/2017 que autorizaba las obras y el consejero anula su propia Orden. La nueva Orden de nulidad es la 4813/2017.

Paralelamente, y tras el inicio de una investigación por parte de la Guardia Civil (consecuencia de las denuncias interpuestas por Ecologistas en Acción), la Dirección General de Urbanismo concluye, dos años y medio después de su emisión, que la licencia concedida por Pilar López Partida, el 5 de mayo de 2015 es “nula y no convalidable”. Por ello,  requiere al ayuntamiento a suspender sus efectos y a paralizar las obras. Este requerimiento es de fecha 15 de diciembre de 2017.

A pesar de lo expuesto, la alcaldes de Valdemorillo se niega a paralizar las obras porque argumenta contar con un informe jurídico, elaborado por un abogado externo, contratado por el Ayuntamiento, que considera que las obras no deben paralizarse. Ese informe jurídico nunca ha sido mostrado, no se encuentra en el expediente y no se ha remitido a Ecologistas en Acción, a pesar de haber sido solicitado mediante escrito de fecha 1 de febrero de 2018.

Ante la actitud municipal y su negativa a paralizar las obras, la Consejería de Medio Ambiente demanda al Ayuntamiento ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid. Sólo entonces, la alcaldesa firma un decreto de paralización. El decreto es de fecha 15 de febrero de 2018, pero las obras no se paralizan hasta el 28 de febrero de 2018.

Desde diciembre de 2017, cuando la Comunidad de Madrid requiere a la alcaldesa que paralice las obras, hasta el 28 de febrero que se paran, Fuenteladera siguió construyendo ilegalmente, colocando las estructuras metálicas del tejado de los diferentes edificios demolidos y vueltos a construir con mayor volumen, altura, superficie, etc., e instalando los paneles sándwich en todas las cubiertas.

Ante esta situación, Fuenteladera recurrió, ante los juzgados contencioso-Administrativos de Madrid, el decreto de paralización de las obras. El Ayuntamiento no comunicó este hecho a las partes interesadas: Ecologistas en Acción y los particulares denunciantes. Tampoco ha presentado alegaciones contra los argumentos, fácilmente rebatibles de Fuenteladera, en relación a la seguridad de las edificaciones, construidas ilegalmente. Por tanto, el juzgado sólo cuenta con la versión de Fuenteladera, la presunta infractora que obviamente, lo único que pretende es seguir construyendo.

Pues bien en este contexto, el Juzgado nº 12 de lo contencioso-administrativo de Madrid ha emitido un auto que comunicó al Ayuntamiento de Valdemorillo, con fecha 29 de junio de 2018, instando a que permita determinadas obras en las edificaciones para evitar posibles problemas de seguridad, en concreto: cubrir aguas, cerrar huecos y permitir el cierre de la fachada este de unos de los edificios que según la versión dada al juzgado se derrumbó de forma natural. Existen fotografías, vídeos y lo conoce perfectamente el concejal de urbanismo y la aparejadora que ese muro fue demolido a golpes por maquinaria pesada. Pero nadie ha dicho nada.

La alcaldesa no ha informado sobre la existencia del auto, desde el pasado mes de junio, y tampoco lo recurrió. Sin embargo, la aparejadora ha informado favorablemente el inicio de obras de acuerdo a un planning presentado por Fuenteladera, en el que se pretende ir más allá de lo propuesto por el auto judicial y que no se ha dado posibilidad a las partes interesadas de pronunciarse al respecto. De esta forma, las obras se reiniciaron el 3 de septiembre de 2018.

Un detalle de gran relevancia, en este asunto, es que a pesar de la complejidad del expediente, el servicio jurídico municipal, no ha emitido un solo informe en todos estos años. Hecho muy ilustrativo, a mi modo de ver.

Y en este punto nos encontramos, lo aquí relatado son sólo los principales hitos, el caso es mucho más complejo. Ecologistas en Acción, se ofrece a aclarar cualquier duda, e incluso si se considera de interés a explicar públicamente todo el proceso con documentos que acrediten todas y cada una de nuestras afirmaciones.

 

Fdo. Mª Ángeles Nieto Mazarrón

Coordinadora General de la Federación de Ecologistas en Acción de la Comunidad de Madrid