LA FIESTA DE LA FAMILIA EN VALDEMORILLO.
Todo un éxito de crítica y público.
Ya
se sabe, no hay nada que una más a los españoles que una buena fiesta, lo
llevamos en nuestra carga genética.
Las fiestas de los pueblos pueden ser de
muchos tipos, con infinidad de actividades, ceremonias y juegos para los niños,
pero todas, con independencia de dónde se encuentren, poseen multitud de elementos en común.
No
hay fiesta que no reserve parte de su cartel a los niños. Son ellos los que dan
alegría a las calles del pueblo los pueblos. Dentro de unos días en las calles
de Valdemorillo se verán únicamente a los niños y niñas que van al cole.
El
ayuntamiento se las debe ingeniar para que los pequeños dispongan de su espacio
en las celebraciones; atrayendo de esta manera a los padres y abuelos.
Hoy domingo 2 de septiembre se repitió la fiesta de los colores y la espuma y la
plaza del ayuntamiento se llenó de matrimonios jóvenes y no tanto, acompañando
a los pequeños en todo un festival de color en el más amplio sentido de la
palabra.
Los
urbanitas, tenemos una imagen ciertamente distorsionada de la realidad de un
pueblo y sus festejos. Pero la verdad sociológica de lo que ayer pude ver en
Valdemorillo dista mucho de la imagen tradicional del pueblo, ya que en cierto
modo este pueblo como otros próximos a Madrid se ha transformado en otra cosa. Tuve la sensación que la inmensa mayoría de la gente que se congregaba entorno
a la fiesta de los niños no eran de Valdemorillo, al menos no habían nacido allí.
La
realidad de un informador debe sobrepasar lo simplemente normal para intentar
entresacar algunas consecuencias sociológicas. La primera que adviertes que la representación
institucional municipal era escasísima. imperceptible a pesar que hay varios
concejales de gobierno y oposición con hijos en edades escolares y deberían participar
con ellos también de la fiesta. Vi en un retazo de tiempo a la concejala de
cultura que rápidamente se marchó, o al menos yo dejé de verla. Yo siempre he creído
que los políticos deberían significarse de los saraos del pueblo haciendo
campaña, pero en Valdemorillo esto también es distinto a otros pueblos.
La
fiesta fue un éxito para los niños y la participación de los papás y mamás y algún
abuelo. Todo un éxito donde todos disfrutamos de lo lindo: los actores y los
espectadores de la fiesta. Debo confesar que me lo pase en grande viendo
disfrutar a los niños y jóvenes.
Las
actividades infantiles en los pueblos pueden ser de muchos tipos, pero
suelen centralizarse, como la de ayer, en fiestas de la espuma, castillos
hinchables, guerras de globos de agua y juegos a
los que ya jugábamos los más veteranos. La diversión
clásica nunca pasa de moda, esto se pone de manifiesto en todas y cada una de
las fiestas de los pueblos. Porque no importa que vayan dirigidas a los niños
como a los más mayores: por las fiestas populares no pasan los años.
Gran
parte de las fiestas es común a todos los pueblos, pero otros
elementos permanecen autóctonos. Y son estos los que
terminan mereciendo la pena: visitar un pueblo supone adentrarse en una
parte de la historia. Paséate por esa historia, por sus calles, por sus
plazas.
Efectivamente yo estuve en esa fiesta de niños que fue magnifica desde el punto de vista de los chavales. Las personas que montaron la fiesta lo hicieron muy bien y el marco magnifico
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