A quien se cree gran mandatario…. poniendo precio a sus ambiciones,

La corrupción y los políticos, problemas importantes para todos.

Resulta lamentable, que siempre que se descubre un pufo de corrupción sean solo los medios de información los únicos capaces de “levantar la liebre” y ofrecer a la opinión publica un nuevo escándalo, que el poder judicial debe resolver. En algunas ocasiones, los funcionarios conocedores de la corrupción, participan junto a los políticos de ella, como cómplices necesarios.

“La injusticia es humana, pero más humana es la lucha contra la injusticia”. Bertolt Brecht.

Datos del CIS

Resulta patético que algunos ciudadanos tengamos que realizar un trabajo de comprobación pericial, cuando existen funcionarios y técnicos. Ellos deberían ser a los que corresponderían realizar la tarea de inspeccionar, conocer los pormenores de cualquier irregularidad y denunciarla. Sin embargo, casi siempre las irregularidades, algunas escandalosas, son descubiertas por los “medios” mediante pesquisas previas que posteriormente son lanzadas a la opinión publica para su depuración por los tribunales de justicia.

Me pregunto yo, y me imagino que también se preguntaran una buena parte de los ciudadanos de este pueblo. ¿Qué especulan los políticos locales que repiten un año tras otro en listas electorales con la idea obsesiva en tocar poder municipal?  Algunos políticos, llevan inscritos muchos años en una candidatura, incluso alguien ha sido capaz, para conseguirlo, de cambiarse a otro partido ¿Cuál es la razón primordial de que estas conductas se repitan una y otra vez? Desde luego y lamentablemente, no lo hacen con la generosidad de servicio a los intereses del pueblo; están en la política por un sueldo y otras prebendas aparejadas, tal y como venimos relatando en este blog.

Es precisamente con este comportamiento, donde se descubre la verdadera naturaleza de estas personas que se incomodan y se van, indignadas, porque el dinero no corre a su favor, porque prefieren vivir muy bien a costa de los actos de desvergüenza de algunos partidos; que también, comparten la buena vida del político corrupto. No falta el que se cree gran mandatario poniendo precio a sus ambiciones, buscando chanchullos y reclamando estar en la “pomada”.

Pocos políticos, afortunadamente alguno si hay, han permanecido en el poder en el tiempo de manera digna con la coherencia de no compartir el lodazal con otros, que no tienen precio. Lo que resulta verdaderamente lamentable es: cuando la ciudadanía se da cuenta del chanchullo, de la trampa. Los malos políticos utilizan el simplismo más absoluto, para intentar ofrecer justificación a su actuación infantil que queda reflejada documentalmente como el caso de Fuentevieja.

Con este tipo de individuos, solo sirven a los intereses inmediatos de quien los utiliza para después volver al cubo de la basura. Son hombres y mujeres sin convicciones serias, sin compromiso social, sin dignidad, que buscan el dinero fácil para acrecentar su dominio, que, cuando toman decisiones no están pensando en el pueblo, están buscando su rentabilidad. Estos no van sufrir por la falta de recursos para seguir alimentando su manera de hacer política, porque todos se caracterizan por sus palabras grandilocuentes a favor de los intereses ciudadanos, porque solo a ellos les va bien. Ellos, no representan a nadie. Tampoco se dan cuenta que cuando se marchen de este mundo se quedaran como cuando llegaron a él, desnudos.

Este comportamiento parece ser una constante en nuestra democracia, que obedece a una falta de principios morales, de verdadera ideología de quienes buscan un cargo para beneficio personal, ahí es donde ponen su mayor esfuerzo. Un político debe estar durante un tiempo en política y después marcharse para trabajar en otro ámbito profesional y que otros más jóvenes ocupen su lugar.

Muchas veces, he escuchado discursos de personas que llega a sonrojarse ante la injusticia social, pero en realidad siguen su estrategia, su plan, que nada tiene que ver con impulsar una verdadera justicia social, la incongruencia de los que solo miran por su propio beneficio, es tal que no les avergüenza el cambiar de color, de ideología y de proyecto solo por una razón, su FUTURO POLÍTICO, que nunca tiene que ver con el impulso de políticas públicas que vayan en beneficio de los ciudadanos, jamás piensan en el pueblo a la hora de tomar una decisión, solo miran POR SU PROPIO BENEFICIO. Estos políticos son una verdadera calamidad y forman parte de cosas que deben cambiar, no podemos permitir que gente que se supone trabaja por generar mejores condiciones de vida, solo ocupe espacios de privilegio y sobre todo, de toma de decisiones para llenarse los bolsillos y seguir viviendo a costa de ciudadanos que creyeron en ellos, la historia debe cambiar, los ciudadanos debemos exigir también a los partidos políticos que no incluyan a repetidores, a sinvergüenzas que solo tienen como mérito compadreas con empresas constructoras y personas próximas a los núcleos de decisiones políticas partidistas, personas que se las ve en todos los saraos de poder decisorio y no el servicio del pueblo.