El Ayuntamiento debe contestar a las preguntas de los vecinos.
Quiero
seguir insistiendo por la inoperancia del Ayuntamiento de Valdemorillo.
No quiero dejar de machacar en un tema
que comienza a resultarme alarmante, y por el cual la actual alcaldesa deberia
sufrir las consecuencias por su cómplice silencio a dos escritos, presentados por registro mediante
los cuales reclamaba claridad sobre el costo
definitivo de la Plaza de Toros de Valdemorillo. Estas preguntas no han
tenido respuesta.
Contestar a
las preguntas de los vecinos, cuando existe una razón de índole judicial por medio,
deberia ser un objetivo prioritario del Consistorio, si bien muchas veces ya
sea por falta de medios personales o por acumulación de trabajo, contestar en
plazo se convierte algo difícil. En cualquier caso el ciudadano debe sentir que
sus preocupaciones por el municipio no caen en saco roto.
La Plaza de
Toros, es un ente que ocupa una superficie importante en el pueblo, que nos ha
costado de manera indirecta, directa o circunstancial, más de diez millones de euros. Su utilidad al
servicio del pueblo de Valdemorillo es mínima. Los Chanchullos del intento del
Plan General de Ordenación Urbana de Valdemorillo propiciado por el equipo de
Pilar López Partida y Carmen Villanueva: nos dejó una estela “poco clara” con
algunas promotoras, lo que se traduce en una situación administrativa que no ha
sabido ser gestionada correctamente por el equipo de “los cinco” que están en
el gobierno municipal con el permiso de los ciudadanos.
Desgraciadamente para todos, los toros en
España terminaran siendo algo residual, una atracción turística tradicional de
un uso secundario, que deberia transformarse en un inmueble para otras querencias
turísticos que permitieran ingresos para las maltrechas arcas municipales. Pero
la desidia administrativa grave que está sufriendo el Ayuntamiento de
Valdemorillo, de mantener silencio sin querer contestar a razones de índole
legal. La Ley 39/2015, apenas varía el régimen del silencio administrativo
del procedimiento contemplado en la Ley 30/1992, de 26 de noviembre, del
Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y del Procedimiento
Administrativo Común, si bien añade ciertos requisitos formales para poder
acreditar la producción del silencio administrativo.
Pero yo
vuelvo a insistir nuevamente en este Blog lo escrito en los documentos sin
respuesta presentados en el Consistorio, ya que después de haber consultados
unos expedientes en el Ayuntamiento, y disponer de diferentes datos
confirmados por el Secretario, que me permiten abrigar una serie de dudas en relación
con el dinero “real gastado” en la Plaza de Toros y la ausencia de documentaciones
que pueda certificar los pagos de las diferentes certificaciones de obra. Esa
es la base de mi pregunta en las diferentes consultas formuladas por registro
al equipo de gobierno municipal.
El escrito
presentado dice así:
Una vez analizado el INFORME AUDITOR solicitado por el
actual gobierno municipal. Se puede comprobar que: cantidades millonarias de la Plaza de Toros, pudieron ser pagadas sin soporte documental. Corresponde ahora al equipo
de Gobierno Municipal localizar esta
documentación, que deberia estar archivada.
Tal vez por eso, una parte del INFORME AUDITOR, de inicios de
legislatura, no se pudo realizar correctamente al no disponer del EXPEDIENTE sobre los
pagos efectuados por los responsables municipales. El informe, carecen de
soporte documental que puedan aclarar las CERTIFICACIONES realizadas en,
tiempo, cantidad y forma, lo lógico seria que la
aparejadora municipal conociera y otros
políticos aceptaran. Su desaparición podría interpretarse como INTENCIONADA para
no permitir su conocimiento. Corresponde ahora a nuestra representante en el
Gobierno Municipal valorarlo.
Desde luego, no cabe la menor duda que alguien debió
pagar todas las certificaciones de obra y de una manera especial las
correspondientes a la CUBIERTA DE LA PLAZA DE TOROS, que según todos los
indicios, fueron sufragadas íntegramente por el pueblo de Valdemorillo.
Lo que no cabe menor duda es que, el silencio
administrativo es una de las formas posibles de terminación de los
procedimientos. Lo característico del mismo es la inactividad de la
Administración cuando es obligada a concluir el procedimiento administrativo de
forma expresa y a notificar la resolución al interesado dentro de un plazo
determinado.
Un Concejal de la oposición nos remitió lo
siguiente: Revisando el informe de la auditoría se advierte "No hemos
obtenido constancia de la existencia de acta de recepción de la obra por parte
del Ayuntamiento. Sin embargo, con fecha 15 de noviembre de 2004 los servicios
técnicos municipales emiten un informe en el que se concluye que las obras de
la plaza de toros están terminadas". En otro punto se observa de igual
modo "Tampoco hemos podido constatar la existencia de acta de recepción de
la obra correspondiente a la cubierta de la plaza de toros". Adjunto para
quien quiera revisar este bloque de la Auditoría en dropbox (páginas11-17,41-42).
El grupo escindido del equipo gobierno puso
el Informe en manos de la Fiscalía, advirtiendo de múltiples acciones que debía
perseguir, investigar, indagar y exigir responsabilidades. Para algunas tenía
absolutamente toda la información, para otras, tras no haberse conseguido esa
información por parte de los auditores, tendrían que exigirla ellos mismos al
Ayuntamiento.
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