Ante una "imposible" Moción de Censura Municipal

¿Tenemos el gobierno que merecemos?

Opinaba Groucho Marx que: "La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar después los remedios equivocados".

Desde que el hombre optó por la convivencia, las normas y leyes que regirían esa armonía llegaron para quedarse, entonces se eligieron los encargados de velar por ella. Marcuse

Sobran tratados sobre cómo ser un buen gobernante, incluso sobre lo que es un buen y mal gobierno, pues la preocupación acerca del estado de bienestar de los gobernados es fundamental. Baltasar Gracián, en su obra “El Criticón”, escribía sobre la necesidad de tener gobernantes sabios: la sabiduría hace a los mancebos ancianos y a los ancianos mancebos y  es el pilar del buen gobernante que se  extiende al resto de sus colaboradores. Claro está que para que exista un gobernante, debe existir un pueblo al que se gobierne; y ahora, que haya votado mayoritariamente por su representante. Este deberia ser un principio cuasi elemental desde cualquier punto de nuestra razón. Pero en Valdemorillo no es el caso, gobierna una minoría que apenas representa la cuarta parte de los electores y además lo hace mal, pero lo peor no es eso, lo verdaderamente lamentable es que no existe posibilidad de poder remediar esta lacra, ya que cualquier combinación política posible resulta inviable. No solamente porque las personas que pudieran remediar la crisis no estuvieran capacitadas, porque cualquier composición partidaria resultaría inviable desde el punto de vista político. Luego la Moción de Censura se hace casi imposible.

Si consultamos el artículo 6 de la Constitución leemos que: Los partidos políticos expresan el pluralismo político, concurren a la formación y manifestación de la voluntad popular y son instrumento fundamental para la participación política…..Sin embargo la realidad es bien distinta, ya que la participación ciudadana se limita a echar una papeleta en las urnas cada cuatro años. Las decisiones trascendentales las toman los políticos, quienes son elegidos para representar a sus electores, no para ir en contra del pueblo, como por desgracia suele pasar. Esta paradoja ocurre porque en realidad los políticos son los capataces de los que verdaderamente ostentan el poder.

Valdemorillo está soportado la inactividad, una pésima gestión, con un costo económico muy elevado y un gobierno municipal cada vez menos autorizado a construir para los intereses del pueblo. Un gobierno municipal atrapado en su minoría e inanición y que además ha comenzado a tener problemas con la justicia que pueden ser muy serios, con un coste personal importante como es una posible Prevaricación, Falsedad de Documento Público y Malversación de Caudales Públicos. Los vecinos conocedores y conscientes de esta situación, lamentablemente no demasiados, nos preguntamos: ¿cómo puede haber una corregidora gobernando cuando falta casi las tres cuartas parte del apoyo ciudadano? Como todo el mundo sabe o debe saber, el gobierno municipal se estableció en el entorno de una mayoría a la que renunciaron quitándose de en medio a la casi mitad de concejales por desacuerdos, circunstancia que deberia haber sido catalizador de otra formación mayoritaria imprescindible para poder gobernar de forma efectiva.

Esperamos otro alcalde o alcaldesa que tenga la sabiduría de nombrar una unidad de equipo, puedan llevarnos a beneficios sociales, políticos y culturales demandados por lustros y que los anteriores no supieron, no pudieron, no quisieron o se les olvidó que hay que gobernar únicamente pensando en los verdaderos intereses del pueblo. La democracia sobrevive si la inteligencia compensa la mediocridad de los actores, incluido el eventual paso de inhábiles por el gobierno municipal.