La neo picaresca del Siglo XXI
Los españoles somos los europeos que mayor corrupción percibimos
En el telediario del medio día, los comentarios
sobre los juicios en proceso que estamos viviendo ahora, han ocupado la mayor
parte del noticiario.
El
largo rosario de escándalos que con efecto retardado han ido estallando en los
últimos años ha desenterrado el viejo estigma del país condenado fatalmente a
repetir sus desvergüenzas y a renovar el género literario de la picaresca del
Siglo de Oro. Enmendar esta faceta de la historia española es un ejercicio tan
desconcertante como equívoco en la medida en que puede hacernos creer que nos contemplamos
en el espejo del pasado y que es un problema que forma parte del ADN nacional.
Los casos Palau, ERE, Correa de Valencia….deben ser
capaces para que los políticos, ejercientes en la actualidad, sepan tomar
conciencia de la realidad social que vivimos actualmente. "De unos años a
esta parte, ¡todo el mundo a rasgarse las vestiduras! Pero nos las teníamos que
haber rasgado muchísimo antes" Si hacemos una simple radiografía de la corrupción en
España, vemos que hay cerca de dos mil causas abiertas en sus diferentes
órganos judiciales, más de 500
imputados en estos procedimientos y sólo una veintena cumpliendo condena
en alguna de las cárceles de España.
Madrid, Valencia y Cataluña, acaparan los más
importantes y numerosos casos de corrupción cuando el PP dominaba con mayoría
absoluta en Madrid y Valencia. Además de los casos Gürtel y Púnica. Tenemos al menos otros 30 casos pendientes o en proceso de resolución: Imelsa, Taula, Emarsa, Brugal, Alviasa, Fórmula 1, Palma Arena, Novo Carthago. Puerto Lumbreras, Umbra, Nueva Condomi
na, Escombreras, Serrallo, Estepona, caso Amat, caso Eólicas….Todo un muestrario que se puede ver incrementado al paso
del tiempo.
Frecuencia de entrada al blog del lunes 15 |
Insisto
nuevamente, que a pesar del abultado número de procesos, la cifra de personas
que están en prisión cumpliendo condena es muy reducida, debido entre otras
cosas a la dilatación de los procesos
judiciales y que su investigación
abarca un amplio periodo de tiempo.
Las nuevas
generaciones deben tomar conciencia de esta realidad que nos cuesta lo que no podemos pagar. Hay que mentalizarse todos para que la sociedad no permita
ni el más mínimo caso de corrupción. Quien tenga algún dato, por pequeño que
sea, debe ser denunciado. El cómplice, si calla, se transforma en el reo de su
propia conciencia.
Aunque esté claro que son corruptas las personas, como individuos, por mucho que puedan cooperar con otros para satisfacer esos fines inmorales y delictivos, los casos de corrupción tienden a ensuciar la imagen pública bien de los partidos políticos, de otro tipo de asociaciones o de las instituciones relacionadas , en cierto modo, con los implicados.
ResponderEliminarLos respectivos rivales de los implicados, no ya a título personal, sino a título partidista, tienden a reprochar a los implicados, independientemente de que bien estos o las formaciones políticas a las que pertenezcan estén también envueltas por el susodicho fenómeno básicamente inmoral. Pero también es cierto que hay gente que pasa de entrar en la dinámica del “y tú más” o de dejarse llevar por la demagogia de quienes quieren conseguir lo que no consiguieron en las urnas, sosteniendo, en cambio, que “todos son iguales al llegar al poder”.
No hay “soluciones mágicas” contra el fenómeno de la corrupción pero, se puede tratar de prevenir muy considerablemente pero, ¿cómo? Básicamente, hay que reducir el poder político. Hay que fomentar la separación de poderes: el poder judicial no puede estar subordinado a los criterios de los burócratas de turno.
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