PARA OBTENER Y CONSERVAR EL PODER: CONTENTAR AL PUEBLO.

La crisis de confianza en las autoridades de Valdemorillo.

Los que mandan no lo hacen mejor que el resto de ciudadanos o, desde luego, no han sido capaces de hacérnoslo creer así. Cabe pensar que, si no muestran un mejor desempeño, es porque no están preparados para asumir esa labor.

Ya Platón apunto la necesidad “que haya en ellos vivacidad para los estudios y que no les sea difícil aprender, y que sean “personas memoriosas, infatigables y amantes de toda clase de trabajos”. El pensador griego no solo enlaza con la época contemporánea en la cuestión de la imagen; también en la de la igualdad.

Ahora nadie se atreverá a poner en duda que el nivel de conocimiento, facilita el acceso a puestos de poder. Si nos gobiernan personas poco formadas, sin los saberes suficientes nos saldrá muy cara su ignorancia y realizar gastos con poco

futuro a costa del dinero de todos los contribuyentes, como: la plaza de toros ayer o el la auditoria o el carril bici hoy. Un dinero mal invertido con una pésima gestión que termina pagándolo el pueblo, sólo son ejemplos vistosos.

La plaza de toros se usa unas  horas al año, el carril bici no lo usa nadie y constituye un verdadero fiasco injustificable con el signo de los tiempos. De la auditoria ya hemos comentado suficientemente; cualquier otra inversión de interés social habría tenido mejores resultados. Es cierto que los políticos en Valdemorillo tienen una composición educativa parecida a la de la población en general pero ellos deben tomar decisiones a costa de nuestros intereses. Igualmente las diferencias en el nivel medio de educación entre los políticos locales y la población son extremadamente estables a lo largo del tiempo. La composición de los entes locales sigue una evolución muy similar a la de la población, con una disminución del porcentaje de concejales con educación primaria a lo largo del tiempo.

El Príncipe de Maquiavelo, tiene muy claro que lo fundamental para obtener y conservar el poder es contentar al pueblo. Y para ello, no es tan necesario que los gobernantes sean virtuosos o  que lo parezcan. Habla de cinco cualidades esenciales: bondad, confianza, humanidad, lealtad y religiosidad, pero como da por supuesto que es muy difícil tenerlas todas, apuesta por, al menos, aparentarlas ante los súbditos y, sobre todo, “tener gran cuidado de que nunca le salga de la boca una cosa que no esté llena de las cinco mencionadas cualidades”. Todo un adelanto de lo que serán hoy día los fundamentos de la reputación e imagen política. Lo verdaderamente imprescindible de la actividad pública es que sus responsables entiendan lo que están haciendo, en un doble sentido, se percibe una cierta incapacidad de tener en cuenta la realidad y atenerse a ella”. Por otro lado: “Las decisiones se toman como respuesta a algo previo: un conflicto, una demanda social... y con la respuesta se da por terminado el problema, sin considerar que lo verdaderamente importante es lo que empieza entonces. El efecto de esa decisión no solo afecta al presente, sino que condiciona el futuro.

Desde estas páginas aconsejaríamos a los gobernantes que se lean los siguientes documentos que aparecen en la red: el Código de buen gobierno local y Medidas de transparencia y ética pública: que basa sus recetas en la

transparencia, la rendición de cuentas y la responsabilidad de los ediles, encabezados por su alcalde, que debe ser el referente ético de sus concejales. Igualmente que se empapen bien de las sitios en la red que recopilan una abundante documentación sobre lo que debe ser el buen gobierno municipal. Que lean mucho y se documenten bien antes de alumbrar nuevas normas y ordenanzas. Que incorporen el ayuntamiento de Valdemorillo a las redes de ciudades que trabajan y colaboran entre sí para combatir el cambio climático, promover los derechos humanos y la igualdad, trabajar por la inclusión social, la diversidad cultural y la cooperación al desarrollo. En definitiva, que piensen globalmente y actúen localmente pensando en el bien común y no en los intereses estrechos del partido que les colocó en su lista.”