¿Qué hacer ante las nuevas elecciones en junio?
La socialdemocracia supuso la sustitución al
marxismo para mejorar la gestión del capital
En épocas de
crisis, como la que estamos viviendo ahora, es la clase media la que sufre un
retroceso importante de sus derechos sociales que fueron logrados gracias a las
luchas de los trabajadores.
Porque nadie debe dudar que la
ideología que defiende la clase media, corresponda con la que defienden los
trabajadores y en conflicto con los intereses de una burguesía instaurada en el
liberalismo económico de corte puramente capitalista. La socialdemocracia de
Olof Palme y Willy Bramdt supuso claramente la sustitución al marxismo con la
firme intención de intentar mejorar la gestión del capital. Tal vez por eso la
“nueva” socialdemocracia pretende hacer suyo el marxismo y a través de estrategias
electoralistas que intentan aplicar programas de John Maynard Keynes, aunque
molesten a parte de la burguesía, porque su fin supone una nueva forma de
gestión del capital.
Cuando esta “nueva” socialdemocracia
llega al poder y aplica los mismos programas que no se le tolerarían a la
derecha se escuda bajo el “no hay otra alternativa”. Demuestran así sus fines
electoralistas, arribistas, oportunistas e inútiles frente a otra alternativa
real al capitalismo. Las falsas ilusiones que inocula la socialdemocracia,
engañan a los trabajadores. El problema no es la gestión del capitalismo sino su
misma esencia y todo lo que representa. Aunque por apariencia y discurso pueda
parecer en determinados momentos que tienen una posición de izquierdas, nada
más lejos de la realidad: son los que le hacen el trabajo sucio al capital.
Antes estas situaciones tardaban años
en destaparse pero esta vez en el caso de Grecia solo han hecho falta meses
para dar la razón a los comunistas. El gobierno de Syriza llegó al poder con un
nuevo lenguaje político, un nuevo mensaje ciudadano, otra forma de democracia
participativa, para acabar haciendo lo mismo que la derecha. Aceptó un nuevo
rescate de la Unión Europea, siguió en el euro, privatizó sectores
estratégicos, recortó las pensiones y subió el IVA. Los griegos ahora
trabajaran más y cobrarán menos además de que no podrán tener acceso a derechos
básicos indispensables, pero dieron una lección de democracia con ese
referéndum que nadie tuvo en cuenta.
La “nueva” socialdemocracia administra
el capital y se olvida de las demandas reales de los trabajadores. La
administración del capital solo beneficia a la clase media aburguesada que
quiere recuperar sus privilegios a costa de la explotación de los trabajadores.
La democracia no es un fin, como intentan hacernos creer, es un medio. De nada
sirve hacer referéndums cada semana si las familias no llegan a fin de mes.
Si la derecha aplica recortes y
privatizaciones es un acto criminal, si lo hace la socialdemocracia resulta que
no hay ninguna otra alternativa posible. La lucha no es contra las políticas
neoliberales sino contra el capitalismo. El brutal retroceso que intenta llevar
a cabo el “socialista” Françoise Hollande en nuestra vecina Francia, ¡¡No se
atrevería instaurarlo ni Nicolas Sarkozy....!! Lo peor de todo este debate es
que es la enésima vez que sucede, la enésima vez que hay fuerzas políticas
reformistas que le salvan los trastos al capitalismo. La “nueva”
socialdemocracia no es el cambio de nada, es el recambio de aquellos que han
estado vapuleando a los trabajadores desde el golpe de Estado del 36.
No se puede estar tanto tiempo sin Gobierno. ¿Saben ustedes, señores de la política, cuánto le cuesta esto a los sacrificados españoles? ¿Se dan cuenta ustedes de lo que están haciendo? España y sus reglamentos merecen un cambio. Ya. La desafección, la pérdida de credibilidad, el hastío y el aburrimiento, el cansancio por la lentitud con la que se hacen algunas cosas y la poca confianza que eso genera, tienen que cambiar hacia otro sistema más eficaz, más eficiente y de mayor y mejor resultado. Esto no puede continuar así.
ResponderEliminarPor otro lado. Les dije en la ronda de consultas que deberían ahorrar en gastos en la próxima campaña. Y no estoy de broma. Los españoles no están para dispendios. Esfuércense y sacrifíquense dando así ejemplo poniéndose por delante en austeridad y en el buen manejo de los caudales públicos. Y una cosa más. Que no pille a nadie haciendo campaña con dinero B. ¿Está claro? Espero que quede claro y que algunos se den por aludidos.
Voy más allá. Espero, señores de la política, que en la próxima campaña no hagan demagogia, que no la dediquen a echarse la culpa unos a otros porque eso sería perder el tiempo y además parecer estúpidos y mediocres, y por otro lado que no vea ninguna promesa que hagan ustedes y que luego no la cumplan. ¡Eso ni se les ocurra! ¿Entendido? Insisto en las alusiones.
Debemos ir por la senda de ganarnos la confianza de la ciudadanía mejorando el estado actual de las cosas. Mi padre prometió Democracia. Hagan todo lo posible para que eso sea así. En esta ocasión deben conseguirlo, o a cambio tendrán ustedes el definitivo desprecio de la ciudadanía por falta de credibilidad en todos ustedes. DEMOCRACIA, ¿me han entendido? Déjense de monsergas y de gilipolleces. España está necesitada de cambio y vamos a ir a por él. No me importa quién sea, pero quiero cambio. Esto no puede continuar así.
Por último, quiero que sepan que no me agrada nada tener que salir vestido de General de todas las fuerzas por la televisión, como hizo mi padre en aquella ocasión. Tengo la sensación de que ustedes tienen secuestrada a la nación, y eso no lo voy a permitir. Sé bien lo que digo y espero que también en esta ocasión los que tengan que darse por aludidos así lo hagan. ¿Quedó claro?
Creo que España necesita otro cambio a mayores. Me refiero a la mentalidad, al comportamiento, a la cultura, a la educación y, en general a la idiosincrasia que identifica y señala a la sociedad de este país en general, a la clase empresarial en concreto, y a la otra idiosincrasia que también identifica y señala a la clase política de este país: a los señores y a las señoras que “dicen” que nos representan, que se sientan cómodamente en los sillones del Congreso y de los Diputados, en especial, pero sin dejar de mencionar a Alcaldes, Presidentes de Diputaciones y de Autonomías, Concejales, Secretarios Generales y demás titulitos que pululan por las diferentes Instituciones Públicas.
ResponderEliminarNo es admisible que una legislatura tarde lo que un parto. Con un poco de suerte, el 31 de Julio del año 2016, puede ser que arranque la nueva legislatura porque ya se habrá hecho efectivo el nuevo Gobierno. Bien, fantástico, genial y además, original. Porque, me pregunto, ¿cogerán vacaciones los nuevos políticos del nuevo Gobierno y el resto de los Diputados y Senadores? ¡Pues qué bien! ¿Acaso se lo merecen? Pues eso, que con merecimiento o sin él, vamos a estar sin Gobierno casi nueve meses.