Los poderes.
En la España de Charanga y Pandereta.
También en la España
de charanga y pandereta,... La lluvia fina, ¡vaya si cala! No hay más que pasar
por las tertulias y escuchar en silencio lo que dice la gente, como se lamenta
de lo que está pasando pero con el antiguo espíritu de la resignación. Consciente
de todo lo que se está cociendo y que no trasciende a la opinión pública porque
la prensa está en las manos del Poder Económico.
Ese poder económico, conocedor de los Paraísos
Fiscales y de enorme influencia en los medios de información, en los centros de
investigación, que son los promotores de los recortes de gasto público social
con el fin de reducirel déficit público y la deuda pública. Y que a la vez, han
estado facilitando la utilización de Paraísos Fiscales para que las grandes
empresas y los más ricos no paguen impuestos, generando así el déficit público
y los recortes sociales.
Cuando escampa, la justa indignación
provocada por la incuria de los que gobiernan, se ve apaciguada por el mero
transcurrir del tiempo (poco: no hace falta demasiado) y el empleo de
adormideras programadas como el futbol que permitan satisfacernos con nuestro
equipo.
Esta situación es particularmente
preocupante en España, donde los mayores medios de información tienen, como El País,
una relación estrecha, de dependencia financiera, con los grandes bancos como
el BBVA, el Santander y otros. Entidades que han jugado un papel fundamental en
encauzar dinero hacia otros Paraísos Fiscales, incluyendo Panamá. Es bien
conocido que la gran prensa de España carece de diversidad ideológica,
consecuencia, en parte, de la dependencia de tales medios de la gran banca que
los financia.
También ese poder económico orquesta
las campañas electorales direccionadas para evitar que votemos a partidos que
pueden poner en peligro su estabilidad. Si finalmente hay elecciones, cosa que
dudo, vamos a asistir a una concatenación programada, consistente en satanizar
a un Podemos que constituye un peligro demasiado importante para mantener su hegemonía.
Por el contrario, y como siempre viene ocurriendo, nos alimentaran de fútbol y
deificación de cualquier artista convertido en mito por la propaganda. Siempre
me he maravillado ante la visión de colas, enormes (incluso de dormir en la
calle) para pagar un precio prohibitivo por asistir a un espectáculo que
podría, si me apuras, ser transmitido por televisión. O aquellas que tienen por
objeto besar un dedo de un pie de una imagen en la esperanza de que, por este
gesto su vida mejore.
Me llama la atención el tono épico que adoptan los defensores de Podemos, como si los pertenecientes a este partido político (o sus partidarios) arrostrasen peligros sin cuento por defender sus afinidades políticas (como si en este país no hubiese libertad de opinión)
ResponderEliminarMe llama también la atención la continua apelación al miedo del ¿gran capital? a que Podemos llegue a gobernar el país.
No pertenezco a ese difuso Gran Capital (creo) pero creo que puedo afirmar que a la BANCA (con mayusculas para entendernos) Podemos no la priva de un sólo segundo de reposo. Y, me temo, lo mismo le ocurre al Gran Capital.