El perro del hortelano, ese que ni come ni deja comer.
Con independencia de preferencias.
Lo que nadie debe poner en duda es que la cúpula de
Podemos está constituida por unos cracks de la política, con su estrategia
se va a cargar a un PSOE que ha querido situarse en un entorno sociológico que
no le corresponde.
La metamorfosis, cada cual la ve como quiere
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La
repetición de elecciones es un triunfo de Iglesias. Sacó el 20% de los votos
con todos los medios y demás partidos en contra, pero como eso todavía es poco
se mueven con magistral habilidad para que no se vuelva a representar un nuevo
acto del teatrillo que montan el PP-PSOE con uno de ellos en el gobierno y otro
de alternativa. Consiguen así romper ese ciclo que se inició en los 80 y con
las nuevas elecciones nadie duda que se convertirán en la alternativa. Es obvio
que no alcanzarán el gobierno, pero conseguirán hacer un tipo
de oposición diferente y eso ya es un cambio enorme.
Las fallidas elecciones generales dieron al PSOE la llave de la gobernabilidad del país. De tal manera que, con su concurso, podría haber formado gobierno en dos direcciones bien distintas: la liderada por el PP o la coalición progresista en la habría de contar con la imprescindible participación de Podemos. Desde el primer momento, el PSOE dejó claro que no iba a darle el gobierno al PP y, consecuentemente, ni siquiera se brindaría a hablar con su líder, Mariano Rajoy, para tratar del asunto. También rechazó la oferta de Podemos para formar un gobierno integrado por militantes de ambos partidos.
Las fallidas elecciones generales dieron al PSOE la llave de la gobernabilidad del país. De tal manera que, con su concurso, podría haber formado gobierno en dos direcciones bien distintas: la liderada por el PP o la coalición progresista en la habría de contar con la imprescindible participación de Podemos. Desde el primer momento, el PSOE dejó claro que no iba a darle el gobierno al PP y, consecuentemente, ni siquiera se brindaría a hablar con su líder, Mariano Rajoy, para tratar del asunto. También rechazó la oferta de Podemos para formar un gobierno integrado por militantes de ambos partidos.
Así
que optó por firmar un acuerdo con Ciudadanos que fracaso estrepitosamente en la
sesión de investidura, lo mantuvo vigente y como primera providencia para
negociar con cualquier otro partido. De esta forma tan expeditiva, el PSOE tiró
la llave de la gobernabilidad al fondo del mar. De ser el perejil de todas las
salsas, pasó a convertirse en el perro del hortelano, ese que ni come ni deja
comer. El despropósito socialista nos va a costar a los españoles más de medio
año sin gobierno y unos cuantos cientos de millones de euros
Al
PSOE le falto imaginación, talento y empuje. No conseguida su investidura, y debió
convocar a prensa, radios y televisiones para emplazar a Podemos a negociar
públicamente y preguntarle en primer lugar si estaban dispuestos a renunciar al
referéndum catalán, rogando respuesta meridiana y sin rodeos y antes de entrar
en los demás temas. Si la respuesta fuera NO, daría por terminada la
negociación. Si fuera SÍ, pasaría al resto de puntos, todo ello con los medios
de comunicación presentes en todo momento. De esa forma, los españoles veríamos
en directo las exigencias y renuncias de ambos. Ya está bien de que si las
conversaciones son en privado, luego cada uno diga una cosa y se culpen
mutuamente. Y tampoco es válido el argumento de que la publicidad les restaría
espontaneidad y libertad. Deben rendir cuentas de su actuación ante los
españoles sin secretismo alguno.
Si
la respuesta a lo del referéndum hubiera sido NO, manifestaría ante la opinión
pública, siempre ante las cámaras, que me consideraba libre y legitimado para
transar con el Partido Popular. Y lo haría llamándole ante los medios, aceptando
abstenerme en una votación de investidura del PP en coalición con Ciudadanos y,
repito, la abstención del PSOE, con unas condiciones que deberían ser aceptadas
tales como modificación de la Reforma laboral, ley de educación, ley sanitaria
y ley mordaza. Y ejercería de Oposición, pues el hecho de abstenerme no lo
impediría en ningún caso. Y después de eso, que los españoles juzgasen si el
PSOE había actuado correctamente y en beneficio de la gobernabilidad de España.
Todo el proceso, insisto, públicamente y ante los medios en todo momento.
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