La historia nos
juzgará por nuestra actitud. (R)
Con la imagen
impactante de un niño sirio de apenas 3 años muerto en una playa turca donde
había sido arrastrado por las corrientes del mar en que se ahogó. Todo un símbolo
del riesgo que miles de personas deciden asumir con el propósito de albergar
una vida mejor lejos de sus países de origen y, no cambio nada en la conciencia
europea al haber cerrado la puerta a esta realidad.
Como sabéis el Ayuntamiento de Valdemorillo ha propiciado un encuentro de
debate sobre el modo que Europa está gestionando el conflicto de Siria. La
conciencia ciudadana debe estar por encima de los intereses del capitalismo y
en sintonía con nuestras convicciones.
Según el informe “NO ES LUGAR
PARA NIÑOS” de UNICEF, se estima que más de dos millones de niños dentro de Siria, y 700.000
refugiados de corta edad, no pueden asistir a la escuela. El pasado año, 40
escuelas fueron atacadas y más de 6.000 centros docentes se cerraron.
UNICEF utilizo este informe para pedir la ayuda económica a la comunidad
internacional con el argumento de que una generación de niños están viviendo su
infancia en zonas de conflicto armado.
Ya en los comienzos de la guerra, la mayor parte de
los niños reclutados por las fuerzas y grupos armados eran chicos de entre 15 y
17 años de edad, que desempeñaban trabajo de apoyo lejos de las líneas de
combate. Sin embargo, desde 2014, todas las partes del conflicto han reclutado
a niños de hasta siete años sin el consentimiento de los padres. Más de tres
millones de niños sirios, uno de cada tres infantes nació en zona de guerra
desde hace ya cinco años según el FONDO
DE LAS NACIONES UNIDAS PARA LA INFANCIA “los niños que están luchando una guerra de adultos”, siguen
abandonando las escuelas y muchos son forzados a trabajar, mientras que las
niñas se ven presionadas a casarse a temprana edad. Además más del 80% de niños
sirios, se ven afectados por el conflicto, ya sea dentro del país o como
refugiados y según la AGENCIA DE LA ONU
306.000 menores nacieron como
refugiados desde 2011 en Jordania, Turquía, Líbano, e Irak, donde el
número de refugiados se ha multiplicado por diez, razón por lo cual el
colectivo infantil está sufriendo malnutrición, higiene básica, seguridad… El
60% de las cuales fueron casos de muerte o mutilación como resultado de las
explosiones de bombas en zonas pobladas. El informe de UNICEF revela que en 2015 murieron 400 niños en
Siria y los países vecinos, mientras que 500 sufrieron algún tipo de
mutilación.
La AGENCIA DE
LAS NACIONES UNIDAS PARA LA INFANCIA pide terminar con las violaciones de
los derechos de la infancia; levantar los sitios y mejorar el acceso
humanitario dentro de Siria; un fondo
de 1.400 millones de dólares para garantizar la educación de los niños;
restablecer la dignidad de los pequeños y convertir las promesas de
financiación en verdaderos compromisos que se cumplan. En este sentido, UNICEF lamentó haber recibido solo un
6% de la financiación requerida para 2016 para ayudar a los niños sirios, tanto
dentro como fuera del país. Esta misma Agencia pidió para este 2016 más de
1.000 millones de dólares y solo ha recibido 74 millones. De hecho, los fondos que NACIONES UNIDAS considera necesarios para ayudar a
la infancia en el territorio aumentan año tras año: en 2012 se pidieron
120 millones; 470 en 2013; 770 en 2014 y el año pasado UNICEF pidió 903 millones para cubrir las necesidades básicas de
los niños.
La gestión de la crisis humanitaria es un completo fracaso y ha ido a peor hasta llegar al punto de deshumanizarla totalmente, tratando a las personas como mercancía intercambiable. Lo peor es que los niños se han convertido en una mercancía muy preciada para las mafias. No podemos más que mostrar nuestro rechazo ante el acuerdo llegado por la Unión Europea y tenemos la obligación, como pueblo solidario que somos, de decirles a nuestros gobernantes que no es admisible tal retroceso en la protección de los derechos humanos
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