La recogida de basura en Valdemorillo a debate

Buscando una solución definitiva y justa

Según reglamentación, la recogida y eliminación de basuras y residuos sólidos urbanos procedentes de viviendas y alojamientos, debe constituir un hecho imponible. Lo mismo que los locales o establecimientos en donde se ejerzan o puedan llegar a ejercerse actividades industriales, comerciales, profesionales, de servicios, públicas o privadas.

El nuevo gobierno municipal, tiene la obligación ineludible de afrontar las necesidades del pueblo, confrontar carencias con realidad, estudiar soluciones justas y terminar ofreciendo soluciones dando unos servicios que se ajusten a parámetros reales. Gobernar bien y con justicia requiere esfuerzo, también precisa del conocimiento necesario para no seguir dando palos de ciego.

Sobre el asunto del servicio de recogida de basuras y residuos sólidos urbanos el ayuntamiento de Valdemorillo siempre se ha quedado mirando más al votante que al ciudadano. Esta decisión parte desde la injusticia y transcurre por el desafuero para desembocar en un mal servicio que no satisface a nadie. Gobernar desde la equidad y el conocimiento tiene por ventaja que las críticas, que siempre las habrá, puedan ser neutralizadas desde la razón y no desde la quimera como se ha venido haciendo hasta ahora.

Si la tasa del servicio de recogida de residuos es el pago por un servicio a su costo, debe fundamentarse en razones contundentes para garantizar la prestación. No deberia ser igual un piso en el casco urbano que una vivienda unifamiliar adosada en la periferia, que una unifamiliar aislada en una urbanización a las afueras. Tampoco una gran superficie como Simply, Mercadona o una industria como Rexam, un centro clínico o un taller de coches...etc.

Como hay que buscar soluciones envolventes que permitan establecer hitos referenciales, también se deberían sopesar parámetros superficiales y de uso para poder actuar con un criterio justo y poder sufragar los costos totales derivados del servicio completo de la recogida y eliminación de basuras y residuos sólidos urbanos de distintos tipos.

Está demostrado que la recogida en urbanizaciones es más costosa que la del pueblo y por tal razón se realiza con menos asiduidad, focalizando lugares de recogida, algunos a bastante más de 200 m de su origen. Tampoco es igual un servicio habitual que otro inexistente o de uso temporal.

Si las tasas tienen la función de cobrar por el servicio no deberían ser iguales, sino progresivas en función del lugar, metros, parcela, uso, servicio... etc. También hay que tener en cuenta el factor impositivo IBI, las ya injustas por ley, tasas de las urbanizaciones a la hora de gravar, para evitar asfixiar al contribuyente. En las urbanizaciones, la recogida de basura orgánica (verde) se realiza dos veces a la semana, y la de envases (amarillo) solo una vez. Esto que pudiera resultar suficiente en periodo invernal, es arriesgado en el periodo de verano donde la gran afluencia de personas a las urbanizaciones aumenta la cantidad de los residuos y las altas temperaturas favoreciendo su descomposición .

Creo que los vecinos aceptarían de buen grado pagar un poco más si los servicios prestados estuvieran a nivel de la necesidad, pero la verdad es que está faltando mucho para poderse considerar aceptable. Y para ser la población de las urbanizaciones tratada de forma idéntica a los vecinos del pueblo, sin tener que soportar núcleos de suciedad acumulada durante demasiados días a merced de la contaminación subsiguiente. Sobre este particular hay que poner nuevamente sobre la mesa la necesidad de ir normalizando una injusticia de segregación urbanística que está fuera de toda ley teniendo que mantener de manera ilegal las Entidades Urbanísticas de Conservación como si se tratara de edificaciones suntuarias. La recogida de basuras son servicios generales y los impuestos, para ser justos, precisan haber sido establecidos como unas tasas en función del servicio suministrado