1% de la población acapara el 50% de la riqueza
En una sociedad justa, solidaria.
Y por encima de postulados ideológicos
de ningún tipo, habría que dotar a todas aquellas personas que deambulan en
situación irregular administrativa, de una identificación municipal imprescindible
para conocer la realidad de nuestro entorno inmediato.
Incluso
desde nuestra propia seguridad, ofrecer a toda esta gente la documentación necesaria
expedida por el Ayuntamiento, que les permita el acceso a los servicios más
elementales: la salud, una vivienda, unos servicios que les atiendan y protejan
en su difícil situación.
Con
esta documentación local y de control poblacional, los inmigrantes, marginados etc.,
podrá solicitar atención sanitaria en los centros municipales, podrá acceder a
la bolsa de pisos sociales que se deberían articular a partir del descomunal número
de viviendas vacías que tienen los bancos También se podrían evitar la, pobreza
energética y la malnutrición, por medio de los servicios sociales municipales y
el Fondo de Emergencia con la asignación presupuestaria suficiente.
Todo
es obvio, si somos capaces de plantearnos la vida desde una perspectiva de la más
elemental justicia distributiva. Ya que resulta alarmante conocer noticias como
la que anunciaba, ayer miércoles la primera página del País: el 1% de la población mundial acapara el
50% de la riqueza del mundo. Con este dato, ¿cómo es posible albergar
la más elemental esperanza de justicia?
Es
posible que esta argumentación pudiera resultar para algunas personas como revolucionaria
al presuponer que la desigualdad social es la clave de una sociedad como la
nuestra. Es también viable que esas persones, así mismas, se consideren
portadoras de valores morales e incluso colaboradoras de alguna entidad benéfica
como Caritas o se confiesen católicas. Sin saber que de lo que se trata es de defender
los más elementales derechos humanos de un colectivo marginado por una realidad
social que debe ser asumida por todos, más allá de palabras vacías y promesas
huecas. Con hechos. Con programas. Con ideas. Con coraje.
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