La opción politica
Defenderse ante los poderosos
La mayoría, escoge elegir a sus representantes para defender sus
derechos ante los Poderes del Estado y los poderosos, los Poderes del Estado
están formados por esos mismos representantes, es una lucha de estos contra sí
mismo, por supuesto ganan ellos.
En
cuanto a los poderosos, si nuestros representantes no lo son ya, antes de ser
elegidos, a nadie extrañará que cuando acaben su representación pertenezcan, de
pleno derecho, a esa élite o casta. Es como elegir el restaurante en el que vas
a comer, cuando hay pocos donde elegir, aunque no te guste, no tienes más
remedio que optar por algún plato, el que parezca el menos “asqueroso”, al
final te acostumbras, no tienes más remedio, si no te quieres morir de hambre.
Piensas que lo ideal sería ir al dueño del restaurante y decirle: “me voy a
preparar mi propia comida, yo elijo los ingredientes y la receta”. El dueño o
amo, tomará una de estas posturas: Se mondará de risa, te dará una patada en el
culo y te echará del restaurante o llamará a los guardias, que es lo más
socorrido por si vas “en serio”.
Siendo
muy jovencito, en mi cabeza ya había sólidas creencias de izquierdas, forjadas
en mis últimos años escolares. Pero también un gran desconocimiento de cómo se
"comía" la acción política. Ya en la vida universitaria de finales de
los sesenta, mi primer y lógico impulso fue leer a Herbert Marcuse y acercarme al partido comunista, el
"Partido", como se expresaba entonces, como si fuera el único y leí a
Friedrich Engels y Karl Marx. En
pocos meses de trato con los comunistas, de mi Escuela Técnica, me repelieron:
eran gente de aspecto triste y gris, que pretendían adoctrinarme y
disciplinarme. Cuando reflexioné seriamente sobre cuál era la opción política
en la que debería encauzar mis inquietudes sociales e ideológicas, descubrí a
un señor sueco, que se hizo famoso y salió en todos los periódicos porque pedía
con una hucha postulando para la libertad de los españoles, se llamaba Olof
Palme; y después encontré a otro señor alemán, llamado Billy Brand. Me convencieron
sus planteamientos ideológicos y pensé que mi futuro podría estar en esa línea. También me confundí,
el PSOE no era tampoco el sitio que pudiera satisfacer mis expectativas ideológicas
y el tiempo me mostraría que no estaba desencaminado.
Repito
que es una postura muy humana, la desidia, el miedo y una fingida buena
educación, hará que te sientes y pases por el aro, en este caso por el plato de
mi carta. Ahora bien, por mucho esfuerzo que haga mi mente, no puede alcanzar a
comprender el seguidismo incondicional a un partido político, concreto haga lo
que haga. Eso se puede hacer con un equipo de futbol al que se le toma cariño
después de seguirle durante años, pero jugar con las cosas de comer tuya y de
los demás, me parece algo tan sumamente incongruente, tan poco meditado que, al
ser algo bastante frecuente en cierta especie de seres humanos, vas poco a poco
perdiendo la fe, aunque tengas mucha, en la humanidad. ¡Así, no! Así no tenemos
remedio.
Un
partido se basa en la interpretación fala ciega de una ideología, que si bien
en su umbral podría estar fundamentada en principios más o menos éticos, la
ambigüedad, la tergiversación, los subterfugios manipuladores, de sus
intérpretes hacen que sus secuaces tengan un comportamiento lacayuno, o, en
muchos casos, fanático.
Supongo que es algo característico de la juventud, el idealismo proletario, yo cantaba a Quilapayun y Víctor Jara mientras ajusticiaban a Puig Antich, las juventudes socialistas aportaron conocimientos políticos menos duros de los que tenía, hasta que Felipe dejo del Troskismo para convertirse el PSOE en un partido de centro con tendencias capitalistas. Con la edad aprendí que ningún grupo político llena al 100% mis espectativas y debes ser tu quien en función de tus propias experiencias apoyes o repudies con tu voto sin importar las siglas.
ResponderEliminarActualmente lo vemos en base nacional o municipal que muchos buscan un trabajo remunerado por encima de ideales. Francamente para eso más hubiera valido haber callado la boca, sumisos, aborregados, dejando que el fascismo y sus secuaces nos siguieran mandando.
La gente de cierta edad vivimos un mundo diferente y lo sufrimos en nuestras carnes.
Los jóvenes de la actualidad no se enfrentarían (creo yo) a las armas de los grises sabiendo como sabíamos nosotros que muchos se quedarían en el camino cada día.
Te adelantas con tu razonamiento a algo que tenía la intención de abordar. El beneficio, ese interés desmedido por el sueldo del político, desvirtúa la esencia misma de la política y produce nauseas para aquellos que luchamos por la instauración democrática.
EliminarPero este fenómeno está tan imbricado en la vida política de los municipios que un militante del IU puede asemejarse a uno del PP en esencia, presencia y potencia y viceversa.
En estos momentos son las personas, su talante, su educación, en definitiva sus vergüenza los que definen tendencias. Muchas veces oigo callo y alucino con lo que oigo y veo.
Un detalle cuando preparaba un trabajo, entré en contacto con Jorge Vestrynge, delfín de Fraga en AP. Su perfil político había evolucionado hasta posturas cuasi trotskistas. Tal vez por eso, a estas alturas de la vida debes sentarte, observar y si tienes ganas contarlo.
Confió en la gente joven que debe renovar moldes viciados, durante esta etapa y se han ido cargando unas estructuras hipócritas fundamentadas en barro