Igualdad de género = Igualdad oportunidades



Corresponsabilizar a los hombres para avanzar la perspectiva de género
Equiparación de las exigencias de ambos sexos con el tiempo de trabajo. Las fórmulas conciliatorias tienden a perpetuar la segregación entre mujeres y hombres y la atribución de roles sociales sexistas, profundizando en la desigualdad y desvalor del trabajo de las mujeres.
Conciliación en casi todo
En España, como en otros países de nuestro entorno, la sociedad está envejeciendo de manera alarmante. Muchas parejas han decidido limitar o anular su procreación teniendo en cuenta la complejidad del momento que nos ha tocado vivir, en donde la mujer ejerciendo de sus derechos más elementales, no quiere renunciar a su integración laboral dentro de un universo profesionalizado. La presencia del hombre y la mujer en el ámbito del mundo laboral necesita de soluciones que la sociedad en su conjunto debe articular para evitar la discriminación empresarial hacia las mujeres.
La Regularización laboral supuestamente equitativa, incide sobre el empleo de la mujer y provoca una menor participación de las mujeres en el empleo si no se acompaña de una mayor cooperación del varón en las tareas de atención a los hijos y la familia, normalmente cubiertas en exclusiva por las mujeres, como lo muestran las estadísticas. Hacen falta soluciones efectivas que incorporen la Igualdad de género al debate sobre la gestión del tiempo de trabajo, equiparando las oportunidades en el empleo entre mujeres y hombres.
Conciliar el trabajo del hombre con la guarderia del niño
La políticas de conciliación exige superar el estricto marco de la protección de la maternidad generando una igualdad laboral real y plena, donde la normativa tiene recorrido. Las medidas de conciliación deben flexibilizar el tiempo de trabajo a las mujeres sin perturbar rendimiento laboral y satisfacer, de esa manera, la demanda empresarial ya que la vida familiar coloca a la mujer en una posición de desventaja con respecto del hombre.
La maternidad es un derecho femenino que no debe confundirse con otras medidas conciliatorias, un incremento de estas, reconocidas solo a las mujeres, puede provocar un indeseable efecto que disuada al empresario a contratar mujeres  Hay que avanzar en la conciliación personal y laboral de los trabajadores. Si ambos, hombres y mujeres, no muestran diferencias relevantes en la relación entre vida personal y profesional, sí ocupan posiciones asimétricas respecto de la vida familiar, con mayor dedicación femenina a las tareas relacionadas con su atención y cuidado y mayores dificultades de congeniarlas con el trabajo.
Las mujeres congenien con más facilidad vida profesional y familiar, evitando que las cargas familiares perjudiquen la relación laboral provocando un resultado perverso. Hay que corresponsabilizar a los hombres haciendo avanzar la perspectiva de género, más que concediendo más derechos a las mujeres para que concilien, promoviendo la participación de aquellos en las tareas de cuidado del hogar y los niños.
Hay que potenciar soluciones coyunturales de trabajo relativas a la atención de las cargas familiares. El contrato a tiempo parcial podría incentivarse entre los varones a través de estímulos económicos, para lograr un reequilibrio que, equipare condiciones laborales entre trabajadores a tiempo parcial y a tiempo completo. No existen reparos técnicos significativos para ello en el marco de las acciones positivas como instrumento de lucha contra las desigualdades, en tanto medidas de discriminación positiva del hombre en la vida familiar, capaz de igualar roles sociales, incrementando sus responsabilidades familiares hasta igualarlas a las mujeres. El objetivo es la equiparación de las exigencias de ambos sexos en relación con el tiempo de trabajo e igual consideración de hombres y mujeres dentro de las empresas.

Comentarios

  1. Si bien es cierto sus afirmaciones, también es cierto que la situación económica y las previsiones de futuro de esos nuevos habitantes que llegarían al mundo proximamente no son de lo mas halagüeñas. La situación familiar es que muchas jovenes familias están subsistiendo en casa de los padres o de los abuelos, y que aumentar el número (siempre es una alegría familiar) no está bien. Realmente la igualdad de de oportunidades o de género no es lo que reduce la natalidad o por lo menos no lo veo yo así, es el miedo a poder sacar adelante a los hijos y posteriormente que esas nuevas personas puedan ser independientes.

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    1. Efectivamente Jesús, esa es una realidad que actualmente está afectando a muchas familias como consecuencia de la crisis, el paro y los sueldos de miseria que se están dando pero se deberia tratar de manera independiente al tema de debate de hoy.

      La sociedad y los poderes públicos sitúan a la mujer en un plano de igualdad pero esa equidad solamente manifiesta en temas puntuales que tiene que ver con sus deberes y menos con sus derechos, como: que en igualdad de puesto el mismo salario o no actuar como florero de nada ni de nadie. Te puedo asegurar, por mi vida académica, que las mujeres generalmente sacaban mejores notas que los hombres y terminaban sus estudios mejor preparados. Pero en la vida profesional tenían dificultades para encontrar trabajo y si lo lograban siempre con menor salario que los hombres. Posteriormente, como expreso en mi artículo siempre con verdaderos problemas de conciliación a la hora de ocuparse de los niños.

      Te voy a poner un caso concreto M…, Arquitecta y funcionaria con responsabilidades importantes en la administración del estado, debe llevar y recoger diariamente a sus dos hijos porque su marido, que trabaja en un banco, no puede. Consecuencia M…no asciende de categoría en la administración por ese asunto, y a su marido el banco le pone pegas para cumplir con lo que está establecido por Ley. Eso no ocurre en países de nuestro entorno europeo

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    2. Mariángeles Muñoz17 de agosto de 2015, 13:12

      Hay que repensar la economía en general desde una perspectiva feminista, es una tarea imprescindible. Es urgente avanzar con propuestas analíticas que cuestionen la propia neutralidad y objetividad del conocimiento económico. La consecución de esta apuesta es la que permitirá lograr cambios en los arreglos de poder entre hombres y mujeres, lo cual incluye transformaciones en la vida cotidiana y la cultura y en los patrones tradicionales que tiendan hacia la construcción de la equidad entre mujeres y hombres en los ámbitos, tanto público como privado.

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  2. La asignación de roles y atributos a mujeres y varones ha generado una desigualdad histórica que ubica a las primeras en un plano de subordinación por debajo de los segundos. El mundo laboral no resulta ajeno a esta construcción histórica y cultural de la diferenciación de género. Las relaciones de trabajo producen y reproducen, de manera flagrante, las inequidades y las situaciones de discriminación en perjuicio de las mujeres y de los atributos asociados a la femineidad.

    El género alude a las relaciones entre varones y mujeres, a sus jerarquías, a la división social y sexual del trabajo y las responsabilidades conse- cuentes, al manejo del poder en todos los ámbitos y, entre otras variables, responde al estado de desarrollo de las condiciones socio-económicas-culturales de las sociedades (Comisión para el Trabajo con Igualdad de Oportunidades, Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social). De esta manera, se atribuyen a los sexos biológicos de las personas distintos trabajos, valores y reconocimientos como así también responsabilidades y obligaciones (Antúnez: 2012).

    En los últimos años se ha evidenciado un crecimiento sostenido de la participación femenina en la vida económica y laboral. Cerca de 7 de cada 10 mujeres forman parte de la fuerza de trabajo 1. Es frecuente observar que cada vez más mujeres se encuentran a cargo de las jefaturas familiares y son sostén económico de sus hogares.

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  3. Aparcando la cuestión de que lo ético habria sido citar la procedencia del texto (Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo de Argentina) hay que señalar que las cifras dadas se corresponden con la realidad socieconomica de aquel país (Argentina), circunstancia esta que tendría que haber sido señalada igualmente.
    Puntualizado esto no puedo por menos que preguntar a Paloma Gómez si no se dedicará, por casualidad, a la política. Por su su intento de dar gato por liebre, quiero decir

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