AUDITORÍA DE LA DEUDA
PARA DETERMINAR SU LEGITIMIDAD
Algunos ciudadanos queremos acometer
la gestión de nuestro entorno a través de un Valdemorillo con mayor transparencia, más control ciudadano, un reparto más
justo de los recursos y el fin de la corrupción.
A los ayuntamientos y entre ellos a
Valdemorillo se les dotó de competencias y posibilidades de gestión, pero no se
les suministro de una adecuada financiación. El resultado fue que al no haber dinero
para desarrollar esas competencias, empezó a endeudarse y ejercer su competencia
a través de la especulación urbanística para extraer beneficios de la economía
financiera. Este es el proceso que ha producido el desastre que vivimos ahora y
que está abriendo un periodo de ruptura institucional que se puso en marcha
cuando se modificó la Constitución el verano de 2011 para ligar nuestro
orden constitucional al pago de la deuda privada. Ante el momento de emergencia,
las primeras medidas debería ser: atender las necesidades básicas perentorias,
con mejoras en la dotación presupuestaria y de personal. Paralelamente
tendríamos que COMENZAR YA UNA
AUDITORÍA DE LA DEUDA PARA DETERMINAR SU LEGITIMIDAD O NO y proponer modificaciones presupuestarias a la hora de atender
prioridades.
Las posibilidades de acción del ayuntamiento
dependen en buena medida de las competencias y partidas presupuestarias que se establecen desde el Gobierno y la CAM, es por ello que la complejidad de los proyectos
municipales puede chocar contra muros difíciles de salvar. Lo que parece innegable
es que cada vez hay más presión ciudadana para poder intervenir y decidir en
los asuntos que les atañen más directamente su bolsillo. Y ello resulta aún más
natural en la esfera de gobierno más próxima a la ciudadanía. Ya que estamos
acostumbrados a considerar que eficacia y participación ciudadana son objetivos
antitéticos, pero aunque resulte contra intuitivo, cada vez más ante la
complejidad de los problemas actuales, participación, eficacia y continuidad de
las políticas a aplicar resultan elementos que necesitan complementarse.
Esto implica que las actuaciones
públicas municipales pasen a realizarse de manera limpia y transparente. Para
lograrlo, se pueden poner en marcha mecanismos sencillos y establecer normas
que dificulten la corrupción de las personas que participen en la gestión de la
vida municipal, evitando la profesionalización de la política, limitando las
funciones de cada representante a un máximo de dos legislaturas y los concejales
deben estar obligados a someter sus actuaciones con transparencia, y facilitar
la participación ciudadana en la toma de decisiones, dando cuenta de sus acciones
de manera periódica. Hay que dotarse de los mecanismos necesarios para revocar
los cargos electos que incumplan esos compromisos tanto sin son del gobierno
como si son de la oposición.
El endeudamiento es el principal
problemas de Valdemorillo, ya que está generando dependencia y subordinación de
la estructura social ante los bancos. Lo primero que hay que hacer es paralizar
las políticas que han llevado la deuda hasta el estado actual. Parece ser que
una parte de este endeudamiento es ilegítimo, ya que se ha contraído a espaldas
y en perjuicio de las mayorías sociales e incluso de la oposición partidaria.
La solución pasa nuevamente por AUDITAR
LAS DEUDAS CONTRAÍDAS y saber que parte de ellas no nos corresponde
pagar
El gobierno municipal debe velar por
los intereses de los ciudadanos e intentar intervenir en la medida de sus
posibilidades para contener los costos derivados de los servicios que son
imprescindibles para vivir como: la facturas de los servicios hoy insoportables.
El agua es un bien común que no tenemos garantizado porque los ayuntamientos
han regalado su gestión a empresas de amigos con las que los propios
gobernantes se han beneficiado en privado. El foco, por tanto, no se ha de
poner en la medida que tome un Gobierno, sino en la práctica de algunas
empresas con respecto a los bienes comunes, algo que tendrá que ser regulado a
través de un nuevo proceso constituyente en el que todos decidamos cómo
proteger esos bienes.
Uno de los ayuntamientos que ya ha empezado con esta labor es el de Madrid. Han entregado un informe con una petición de máximos cómo se tendría que abordar esa auditoría: que hubiera la mayor participación ciudadana posible, que la gente técnica del ayuntamiento estuviera controlada por organismos ciudadanos, que la ciudadanía elija qué deuda es legítima e ilegítima y que se pueda encausar a las personas responsables del sobreendeudamiento de Madrid
ResponderEliminarNo es que desconfíe, por principios, de todas las promesas de los que optan como candidatos en una opción política determinada. Pero llevo 45 años escuchan y leyendo los programas de los partidos y, TODOS, dicen lo mismo con distintas palabras, pero lo mismo. No importa su ideología, a la hora de ofrecer y prometer son todos iguales.
EliminarEsos programas ( que a la postre, una vez subidos en la poltrona unos, otros en la oposición, subidos también en poltronas, medianas, pequeñas, pero al fin y al cabo poltronas ) no se cumplen ni se tienen en cuenta para nada, se convierten en papel mojado. Lo triste es que las cuevas de alí-baba se construye dentro de los municipios, de los ayuntamientos, cabildos, cc,aa, etc., cuyo botín se reparten. haciendo partícipe a los poderes legislativo, ejecutivo y judicial, que a su vez, tienen sus respectivas cuevas de alí-baba, de cuyo botín, éste de volumen inmensurable, hacen participe a bancos, empresas, testaferros, padrinos, etc., y así sucesivamente. Es decir el cuento de nunca acabar. Como sucede con lo dado a las ONGs: 10% para cubrir lo que decimos que vamos a hacer, y 90% para repartirlo entre todos, y a los paraísos fiscales, por si acaso, se venga abajo el tinglado....
Nuevamente tenemos aquí al “desengañado” que hace tabla rasa y culpa de todos los males a otros (en este caso a la “clase política” o “Casta” y también, y esto es original, a las ONG’S).
EliminarSomos víctimas de los “poderes legislativo, ejecutivo y judicial” que, en alianza con “bancos, empresas, testaferros, padrinos, etc.,” conspiran para robarnos hasta el último céntimo.
Parece que aquello de la “conspiración judeo masónica” ha arraigado fuertemente en la mentalidad colectiva.
Por supuesto, todo el mundo tiene derecho a opinar lo que quiera (resulta cansino tener que repetir esto una y otra vez) pero, como ya hice en su momento, vuelvo a citar el comentario de un viejo amigo: Si no existiera Merkel, habría que inventarla.
"Han entregado un informe"
ResponderEliminarPregunto ¿Quienes han entregado y a quien han entregado?
Concreta la pregunta para intentar dar respuesta, si es posible claro
EliminarMe extenderé entonces.
EliminarParece claro que alguien a entregado un informe de máximos.
La pregunta es: ¿Quién ha entregado ese informe? (¿una comisión de la corporación municipal de Madrid, la propia alcaldesa Carmena, un grupo de vecinos....?) y ¿a quien han entregado ese informe? (¿a la asesoría jurídica del Ayuntamiento, a la CAM, al gobierno de la nación, al Papa...?)
¿Porqué no te pasas por el ayuntamiento y te enteras la mar de bien?
EliminarLo siento, pero la oficina que atiende impertinencias se abre a partir de lunes. En cualquier caso, gracias por la sugerencia
EliminarLo que parece bastante obvio es que cada vez debe haber más presión ciudadana para poder intervenir y decidir en los asuntos que les atañen más directamente. Y ello resulta aún más natural en la esfera de gobierno más próxima a la ciudadanía. Hay mucho terreno a cubrir, tanto en formas de democracia directa como en transparencia y rendición de cuentas. Pueden establecerse elecciones directas de concejales de area, fórmulas de consulta sobre los asuntos más relevantes, procesos obligatorios y periódicos de rendición de cuentas, presupuestos participativos, etc.
ResponderEliminarLas grandes inversiones son acompañadas de grandes sisas, de presupuestos engordados con la connivencia de las inmoviliarias. Las comisiones de favor son dificilmente controlables pero que suponen un importante costo para el contribuyente.
ResponderEliminarEstoy plenamente de acuerdo en que debemos dar un giro importante en los mecanismos de transparencia que imposibilite los chanchullos. La sociedad debe reconvertirse dentro de otros parametros en donde el ladron sea el listo y el honesto el idiota, el iluso.