Caminando con el nuevo gobierno municipal
Hacia una cultura más participativa:
La cultura, no puede ser vista como adorno que ponemos y quitamos, la
cultura es el individuo mismo que abarca desde su raíz y se mantiene en el
tiempo como protagonista transformador de la sociedad.
Las formas de pensamiento, del lenguaje y de acción
humana adquieren un valor universal, a su vez logra un sentido local, puesto
que también se produce en Valdemorillo y en un tiempo determinado. El hombre y
la mujer, no se ven como sujetos pasivos sino como constructores de sí mismo,
un participante consciente en el proceso de transformación. El
animador cultural del pueblo debe proveer las actividades que legitimen su identificación
con Valdemorillo y que el mensaje sea transmitido sin caer en ningún tópico de
intereses político o personalista. Hay que eliminar la cultura
dirigida, que no llega hasta los sectores más desposeídos y ser
importantes los sectores críticos que
desarrollen debate. La cultura debe ser vista como parte de nosotros,
como una necesidad.
La educación
debe convertirse en el modelo eficaz del conocimiento, estrategia fundamental
que ayude al proceso de culturización. Una educación postulada en conexión
entre la realidad pasada y la realidad actual, que permita el enriquecimiento
de la memoria cultural. En este proceso incluir igualmente los constantes
cambios producido en el campo social con la llegada de la era tecnológica y la
presencia de los medios de comunicación, el producto cultural pierde su esencia
creadora, su sensibilidad y sentido estético en el valor cultural de los pueblos.
El proceso educativo, debe estar directamente relacionado con el fenómeno de la
comunicación, orientar a la lectura de los lenguajes modernos, fomentando el desarrollo
de modelos pedagógicos que permitan abordar la cultura como un proceso de
comprensión del mundo que nos rodea, haciendo que el mensaje comunicado se
transforme en un producto que perdure en el tiempo y sea transportador de un
proceso de retroalimentación entre el productor cultural y el receptor de la
cultura, causando un dinamismo en ambos para la producción de nuevos mensajes formativos.
La integración de los individuos debe darse a través de lo tradicional, de no
por la alienación de patrones preconcebidos.
Cada individuo transmite y expresa ideas de acuerdo a la carga cultural donde este inmerso, produciéndose una constante comunicación con su mundo, por consiguiente, actúa como creador de su cultura.
El objeto
fundamental que se ha ido forjando en Valdemorillo ha sido inundar la cultura de elementos que no
propicien una conciencia crítica, sin dejar libre el camino de las ideas en un juego
de subyugación y subordinación.
No hay que dejar
a un lado lo tecnológico sino restablecer programas pedagógicos dentro de los
medios, incentivando la comprensión de lo que se quiere dar a conocer, que la
transmisión del conocimiento no nace de un programa alejado de la realidad sino
inmersa en ella y que nosotros necesitamos conocer. Es allí donde se deben
implementar políticas de inserción cultural que partan de una verdadera
educación que fomenten y fortalezcan los valores locales.
Se ha estado
estimulando la educación tecnócrata que prefiere el conocimiento irreflexivo,
alejado de la dialéctica cultural que provea a los ciudadanos de una
autenticidad cultural que permita reaccionar contra las imposiciones. Es por
ello que en la comunicación con el entorno social nos remite a valores
culturales y sintiendo la necesidad de darlos a conocer sin tener en cuenta su
lenguaje. Lo importante es que su mensaje sea liberado con un proceso
imaginativo que nos acerque a crear desde el ser mismo. Debemos observar que nuestra
esencia es la naturaleza misma, que no es lo mismo leer un libro sentado bajo
el cobijo de un pino que leer en un libro digitalizado, esto quiere decir, que
muchas veces olvidamos que se construye desde la sensibilidad del hombre con su
entorno inmediato.
Se tienen
que conseguir verdaderos grupos sociales, que a
través de sus trabajos sean impulsadores de una tarea creadora para convertirse
en actores activos de comunicación del producto cultural a transmitir. Para
ello se hace necesario plantearse modelos donde se combine la capacidad
creadora y donde se incorpore el desarrollo tecnológico para el desarrollo de experiencias
enriquecedoras en el pensamiento y en la acción humana dentro del proceso de la
cultura.
Efectivamente, la cultura debe surgir desde el interés del pueblo, jamás dirigida desde otros intereses, cualquier obra teatral organizada por vecinos supone éxito cultural y participación asegurada con un coste bajo. Hay que estar atentos a los gustos para programar actos culturales y estar atentos a cualquier iniciativa que promueva un colectivo aunque sus planteamientos ideologicos no sean coincidentes con el poder municipal.
ResponderEliminarSe pude encontrar cultura en muchisimas manifestaciones de la vida diaria siempre que se separan canalizar desde un verdadero planteamiento cultural de expresión artistica.
Hay que fomentar el debate entre los habitantes del pueblo planteando temas de interés que puedan suscitar la opinión, el dialogo y la participación.
La reiteracion de temas aunque muchas veces interesen a un colectivo concreto puede aburrir a otros. Por su repeticion. Los festivales de niños interesan a los padres y pueden llegar a ser reiterativos.