Todos los votos valen igual
Pero no han sido decididos de
la misma manera.
Estamos a las puertas de elegir
alcaldía y al máximo representante de nuestra comunidad autónoma, en definitiva
con nuestro voto vamos a decidir el futuro local durante los próximos cuatro
años. Cada ciudadano o ciudadana concluirá la persona u opción política que
voluntariamente haya decidido. Estamos en momentos históricos, convulsos, en
donde muchos de nuestros principios del pasado se van destruyendo como
castillos de naipes, las referencias que nos servían en el pasado han dejado
paso a otras marcadas por unos intereses a veces espurios.
El liberalismo económico está
propiciando una enorme brecha de desigualdades, en donde la ambición campa a
sus anchas; tal vez, ante este panorama, se necesite una mayor dosis de sentido
común a la hora de votar, de forma que la razón, nuestra razón y el nivel de
conocimiento de la opción votada se pongan en sintonía y nos permitan elegir poniendo
por delante nuestra consciencia. Por ello yo me voy a permitir lanzar unas
reflexiones desde la objetividad.
El sentido tradicional, histórico
de derechas izquierdas, haciendo coincidir el sentido de burguesía y
proletariado pueden no ser en la actualidad modelo de referencia, pero sí
pueden marcar una tendencia de intereses económicos concretos que deberían ser
considerados por el elector. Pero al
ciudadano le corresponde tener en
cuenta, muy en cuenta, la experiencia histórica, el conocimiento
adquirido que afecta al comportamiento y la honradez de los líderes políticos que concurren a las
elecciones. Según Santayana el que olvida su historia está condenado a
repetirla; aquellas personas que
usaron del poder como instrumento de enriquecimiento ilícito deben ser
apartados de la vida política. El político que se engancha al mismo poder durante
muchos años, corresponde ser cuestionada su gestión y que otros políticos tengan
la posibilidad de conocer y valorar, desde dentro, su gestión.
Durante los últimos años
hemos asistido a un desfile inacabable de escándalos de corrupción, de enriquecimiento
ilícito, mientras que una importante bolsa de personas lo está pasando muy mal.
Si esa corrupción y fraude fiscal no se hubiese producido la crisis en España
no hubiera existido.
Hay que arrojar del poder
a todos aquellos que pudieron aprovecharse de manera directa o indirecta de él.
Hay que potenciar una mayor participación ciudadana en la gestión de lo público
permitiendo la total trasparecía de las cuentas. Hay que buscar y encontrar
otras alternativas políticas que permitan otro tipo de gestión diferente. Hay
que propiciar un cambio, permitiendo otra manera de gobernar menos personalista
y mucho más clara. En definitiva Valdemorillo debe encontrar otro alcalde o
alcaldesa, durante algún tiempo. Dejando a la actual en una situación de oposición
democrática para poderse defender de las críticas y proponer otras alternativas
y formulando alternancia.
Y para terminar la ciudadanía
debe sentirse mucho más participativa en todo aquello afecto a sus interese económicos,
de la misma manera que llevamos el control de todo aquello que consideramos de
nuestra propiedad al servicio de un mundo más equitativo y justo.
Todos los votos efectivamente no pueden ser iguales los hay:; improvisados, comprados, obligados , esclavos, libres……Lo que ocurre es que todos se computan igual. Hay que hacer una proclama popular para que el ciudadano libere su vote y vote conforme a su conciencia y no lo que le indican que debe votar.
ResponderEliminarEn Valdemorillo tenemos conocimiento de la capacidad que han alcanzado algunos de los políticos que se presentan por enésima vez. El PP ya sabemos que es lo que verdaderamente persigue con su alcaldesa imputada al frente. Por supuesto Pivalde no nos puede engañar nuevamente y progresistas se mantiene en su tibieza de otras veces. Nos queda. Ciudadanos, Anticorrupción, UPyD, Podemos y…, para de contar. Yo os propongo según ideologías votéis a cualquiera de ellos y cambiemos definitivamente el ayuntamiento
EliminarVotar es el máximo acto de soberanía que realizamos los ciudadanos. Nos permite algo tan fundamental como elegir a nuestros gobernantes, un derecho que a los españoles les fue negado durante cuarenta años por la dictadura franquista, que la mitad de la población actual afortunadamente no tuvo que padecer. Conviene no olvidarlo, aunque la política nos conduzca a menudo a la náusea. Las urnas permiten, precisamente, sancionar a quienes han gobernado contra el interés de la mayoría, a los que han intentado desmantelar lo público para favorecer a los amigos, a quienes han metido la mano en la caja.
Ojalá este domingo regrese la decencia.
La inmensa mayoría de loa valdemorillenses no muestra el menor interés en lo político y lo acoge o soporta como algo ajeno a sus vidas. No siente ni frío ni calor por la política. Y en concreto en las elecciones les da igual quien gane. Tienen, sí, una preferencia, por inercia, pero les resulta indiferente que su opción triunfe o no. Lo ven todo con un cierto desprecio. Saben que la democracia está asegurada, aun con sus enormes deficiencias, pero dentro de ella les da igual quien la conduzca. No confían ni en unos ni en otros, y no se disgustan si ganan los otros. La política es algo que está ahí para que unos cuantos se enzarcen entre ellos, y, al final, todos les parecen iguales, lejos de los intereses de los ciudadanos y cerca de los propios. Es tremenda una democracia en la que el político es una figura sin reconocimiento ni prestigio alguno. Ahora mismo, con motivo de las elecciones municipales, lo ven como un espectáculo o torneo cuyos resultados no les apasionan o seducen.
ResponderEliminarPrecisamente así me siento yo a nivel municipal Maite, el poco interés que ha tenido la anterior regidora junto a su equipo de gobierno y cruzo los dedos para que la actual no sea así por los que vivimos fuera del casco urbano me hicieron meter mi sobre vacío, el espectáculo de ver a todos pavoneándose en el colegio electoral el día de las elecciones era "repugnante", arrastrándose en el último momento para pedir mi voto.
EliminarLa política de Valdemorillo es y ha sido siempre un juego de familias y voy a cumplir casi los 50, por lo que ya llevo unos añitos viéndolo y creo que lo digo con cierto conocimiento de causa, los candidatos elección tras elección han sido personajes de nula preparación y con oscuros deseos y a las pruebas me remito, hacer memoria de los que han sido alcaldes en anteriores elecciones y como les va la vida ahora.
La política municipal que debería importarme mucho por ser la más cercana a mi, la que más me toca es precisamente la que menos me importa y a la que menos caso hago, llegue el que llegue viene con el bolsillo vacío y se va con el lleno aunque luego se justifique o diga que todo es mentira -Sra. Villanueva dixit-.
Ángel Iván
Yo seuiré abogando por el voto responsable... Aunque me repita:
ResponderEliminarMuchas son las encuestas, estimaciones de voto e incluso quinielas que estamos leyendo y escuchando durante los días de campaña electoral, a veces dando voz a lo que hasta ahora son meras quimeras o creyendo la supuesta transformación de los partidos en el poder.
Siempre he tenido la firme convicción de que el votante no es estúpido, tan sólo en ocasiones está desinformado, por lo que se deja llevar por aquellos nombres que tanto vemos en los medios de comunicación antes de conocer quiénes son realmente los candidatos, qué han hecho hasta ahora y lo que son capaces de hacer. Cuando dichos candidatos son inaccesibles por vivir en una gran ciudad o ante unas elecciones de mayor ámbito puedo comprenderlo, pero no puedo compartirlo cuando hablamos de una localidad como Valdemorillo en la que el cara a cara es infinitamente más sencillo.
Con el panorama electoral tan disperso con el que se presenta este año ya no sirve hablar de voto útil sino de voto responsable. Es por ello por lo que desde Acción Votante deseamos que todos los que el domingo acudáis a la cita electoral, toméis conciencia a la hora de otorgar o denegar la gestión de nuestro municipio durante los próximos cuatro años. Vuestro voto no debe ser nunca un cheque en blanco para que quien no lo merezca decida sobre nuestro futuro a su libre albedrío.
Como siempre, estamos a vuestra disposición para contrastar ideas, responder a vuestras inquietudes y que al final libremente decidáis qué es lo mejor para Valdemorillo.