¿Qué es peor?
¿QUÉ SIGNIFICA SER DE IZQUIERDAS?
No hace demasiado tiempo participando en una
conversación con, Miguel Ángel Ramos y Andrés Matas, me dijeron que, yo opinaba
de esa manera porque era de “extrema izquierda”. Me quede en silencio y pensé para mí: “todo
depende del punto de partida, de la visión subjetiva”. ¿Yo de extrema izquierda?,
les dije, sí me dijeron ellos,…., eres muy radical en tus planteamientos.
No siguieron más comentarios, jamás me pensé que yo podía parecer eso y sin
saberlo.
¿CÓMO SE IDENTIFICA A AQUELLAS PERSONAS QUE
DICEN SER DE IZQUIERDAS Y CÓMO SE DEFINEN LOS QUE DICEN SER DE IZQUIERDAS? ¿QUÉ
HACE FALTA PARA SER DE IZQUIERDAS?
Sobre
todo, por encima de todo, lo que uno piensa sobre si se es de izquierdas o no
se es, y si eso identifica a quienes los son, es que se piense en óptimos y
justos repartos de todos los bienes comunes como son la justicia, la riqueza,
el estado de bienestar, el derecho al derecho, la libertad de expresión, etc.
Si
eso es ser de izquierdas, uno es de extrema izquierda, porque creo en la
igualdad de oportunidades, en el derecho a acceder a la vivienda y al derecho a
que no echen a la gente de las suyas. Cree en que no hay derecho a que unos
tengan tanto y otros, muchos, tan poco, sobre todo si el tener mucho no sale del propio esfuerzo de uno mismo, no sale
del sacrificio de muchas cosas, no sale de haber prescindido de muchas otras,
familia incluida, sino que sale del mangoneo,
del choriceo, del latrocinio y del salvaje asalto a las arcas comunes,
en las cuales hemos participado todos y de todos es lo que hay en ellas o del juego
sucio desde el poder de lo público o desde el chantaje de determinadas empresas
y definidos y declarados oligarcas financieros, políticos y empresariales. Uno,
para esos casos, es de extremísima izquierda.
Si ser de izquierdas
significa ser capaz de votar al político honesto,
sea del partido que sea, y de reconocer la valía de aquel otro para la cosa
pública, sin tener en cuenta en qué partido milita, soy de extremísima izquierda.
¿Qué es peor?
¿Ser
empresario con pensamientos denominados de izquierdas, con empleados de
derechas en sus nóminas, o ser empresario de derechas con un sindicato metido
en las entrañas de su empresa? De esos asuntos, quizá podría contar algo, sobre
todo del primer caso, ser empresario de izquierdas y tener empleados de pensamiento
facha. ¿Pero saben qué les digo? Pues que con diálogo y voluntad por
entenderse, todo es posible.
Es
eso precisamente lo que le sucede al actual panorama español, principalmente
desde la oligarquía gobernante y dominante. No hay voluntad de diálogo, priman otros intereses por
encima del bien común, del bienestar general. Sólo interesa, a la vista de los
hechos y las realidades crudas, el dinero, el puñetero poderoso caballero D
dinero. Pero si ese interés se acompañara de la sana intención de repartirlo de
manera justa y equitativa, probablemente no estaríamos hablando de derechas o
de izquierdas, sino que estaríamos hablando de convivencias, de sociedades, de
ciudadanía y de ejemplar paz. Ahí sí que seríamos la admiración del mundo, ahí
sí que asombraríamos, ahí sí que sorprenderíamos, pero, ¿seríamos entonces un
país de izquierdas o de extrema izquierda? ¿Seríamos bolivarianos, coreanos, trotskistas
o marxistas? Probablemente sí, pero sólo para las otras mentes planas y para
los fascistas retrógrados y represores. Para esos sí seríamos un país de
izquierdas, y sus pobladores, también. Uno al frente y como el que más. No sé
si cuela, incluso me da igual, pero lo que algunos entienden por izquierdas, es
justo lo que en realidad desean: ver que el mundo se puede construir de mejores
maneras, más justas, mejor y más equilibradas. Aunque también hay que reconocer
que al común de los mortales sólo le interesa lo que no sale más allá de sus
sombra ni muy lejos de su propia nariz. El espacio vital individual. Y lo
demás, que sea lo que quiera, pero si es de derechas, o de centro, mejor. Es lo
que está de moda. Y lo más rentable. Como dijo aquel: Mientras yo tenga mi
nevera llena.
Creo
que me voy a ir a dormir. Allí quizá diga o haga menos tonterías. Dormir es un
placer. Por cierto, ¿por qué será que duermo de mi lado derecho y en el lado
derecho de la cama? ¿Será el destino?. ¿Será que soy de derechas?
Cordial
saludo. PODEMOS, sí, y además,
debemos.
Ciertamente, numnca me he planteado si soy de izquierda o derecha ya que unas veces he votado al psoe y otrs al pp .dependia del momento. Ahora tengo claro que no votare Pilar.
ResponderEliminarHay alguna diferencia?
ResponderEliminarYo creo que eso de las ideologías se está perdiendo. Más bien está perdido. Ya no hay ni izquierdas ni derechas, aunque siguen existiendo dos grupos destacados. Uno es el de los que miran por el interés común, y el otro el de los que miran por el interés propio.
ResponderEliminarEn cierto modo Maite tiene su parte de razón, pero su tesis es afecta a la condicion humana y su cáustica moral. La forma o manera de plantear un modelo de estructura social tiene mas que ver con planteamientos ideologicos. Os voy a poner un ejemplo que pueda arrojar algo de luz, yo no entiendo la figura de Jesús de Nazaret si no se encuentra ligada a planteamientos de igualdad social. Me escandaliza el creyente recacrtante que no contribuye a mejorar la injusticia que existe en el mundo. Posiblemente desde esa perspectiva me considero socialista.
ResponderEliminarAl "ani mal politico" cuyo objetivo compulsivo es conseguir el poder a cualquier precio, se apunta siempre a "caballo ganador" para el que no cuentan planteamientos ideologicos. Lo mismo puede ser de IU que del PP, ya que su interes esta situado en otras coordenadas diferentes. En este caso Maite tiene razón, en todos los demás casos creo que Luis acierta.
ResponderEliminarSaludos