Patrones culturales
POR UNA CULTURA PARA TODOS
Solo el que sabe es libre, y
más libre el que más sabe...Sólo la cultura de libertad...
No proclaméis la libertad de
volar, sino dad alas; no la de pensar, sino dad pensamiento. La libertad que
hay que dar al pueblo es la cultura. MIGUEL
DE UNAMUNO.
Hay dos elementos que
inciden en el proceso de cultura, como es el caso de los medios de comunicación
y la educación que pueden ser identificados como acumulaciones para adquirir
conocimientos, pero, donde cada uno de ellos puede mostrar un aspecto distinto
a la hora de afrontar la realidad. Los medios de comunicación, son destinados a
crear un pensamiento SIN IDEOLOGÍAS predeterminadas que se entienda que
obedecen a un fin concreto SIN SENTIDO DE PERTENENCIA con pensamiento CRÍTICO.
Hoy día se puede ver
como lo especializado ha acaparado los medios de comunicación convirtiéndose en
una práctica que utiliza ciertos elementos que seccionan la verdadera esencia
del conocimiento, enlodando la cultura del pueblo, desde EL DIRIGISMO por
parte de su alcaldesa y que no propician una conciencia CRÍTICA A LAS PERSONAS,
sino más bien, una suerte de amodorramiento que deje libre el camino de las
ideologías para el juego
de la SUBORDINACIÓN.
El uso de las nuevas tecnológicas nos enmarcan en un
tipo de sociedad creando cierta preferencia por el consumo dirigido a un modelo
instintivo, que nos hace olvidar la visualización de un paisaje, la creación de
una obra artística modelada con nuestras propias manos y la lectura y reflexión de un
libro.
Las sociedades capitalistas intentan formar bárbaros
pensantes, por eso estimulan la educación que prefiere el conocimiento irreflexivo,
alejado de la dialéctica cultural que provea a los ciudadanos de una
autenticidad cultural, que permita luchar contra las imposiciones políticas. La
persona crea valores culturales y siente la necesidad de darlos a conocer, no
importa el lenguaje que utilice lo importante es que el recado sea liberado en
su proceso creador e imaginativo sin necesidad de otros intereses que nos
alejen de la verdadera intención que es crear desde la autenticidad y no desde
el simple hacer.
En consecuencia, una cultura creada desde la interacción
misma que represente la gente a los que va dirigida, dentro del conglomerado de
una realidad humana activa y diversa. Es por ello que el hombre se refleja en
el devenir cultural y social de su mundo a través de su pensamiento. Observando
que su esencia está en la naturaleza misma, p.e. no es lo mismo leer un poma sentado
bajo un árbol que leerla en una Tablet. Ahora bien, no sólo lo cultural se
refleja en lo culto, lo cultural también se halla inmerso dentro de un grupo
social que no ha tenido la oportunidad de formarse en escuelas o universidades
pero que también siente la necesidad de mostrar su valor como persona.
Si la cultura está en vías de ser exterminada o suplantada
por falsos valores de mediatización y alienación, el papel crítico y correctivo
ya deja de ser un problema de individuos, de sectores, de clases, para
convertirse en un problema de supervivencia de la especie. Tal vez por esa
razón, se hace necesario plantearse modelos donde se combine la capacidad
creadora del individuo incorporando un desarrollo científico para el progreso
de la cultura.
Quiero terminar saludando a Beatriz, Concejal
de Cultura de Valdemorillo, con un pensamiento de, Friedrich Nietzsche, que dice así:
La
sencillez y naturalidad son el supremo y último fin de la cultura.
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