El escenario social
NUEVO PARADIGMA, un aviso para navegantes.
Coexisten corrientes de opinión sociológicas, con el
fin del establecer fiables criterios de actuación para futuras citas
electorales. Yo desde aquí y ahora, no presiento que los poderes tengan
conciencia de una realidad que se palpa en las últimas encuestas publicadas.
El escenario social, visto por un
sociólogo de título, docente de profesión, que actualmente se
halla en reposado júbilo, coincide con la forma y el fondo de los
acontecimientos, pero hubiera preferido otro contexto social distinto que arrojar a los
políticos corruptos al basurero de la historia.
Es más que probable que formaciones
electorales como Podemos, u otras, cosechen importantes éxitos en la medida que
representan la desesperación, ante la ausencia de futuro, de la
juventud, y el hartazgo de amplios sectores populares ante una corrupción
político-empresarial demasiado extendida.
Tras
la movilización que supuso el 15M, sin programa político claro, se reclamaba a
los gobernantes que escucharan al pueblo, las MAREAS UNIVERSITARIAS y las
MARCHAS DE LA DIGNIDAD simbolizaron un ascenso en el nivel de lucha y de
organización que apuntaba un esquema de ruptura (el No al Pago de la Deuda), que
exigía a los gobiernos de la Troika que se fueran. Cerca de dos millones de
personas de todos los puntos abarrotaron las calles de Madrid no fueron
suficientes para echarles. Pero sí se dio un importante para marcar el camino en
la construcción unitaria del poder popular en muchos barrios y pueblos. La
percepción en la calle fue, una vez más, de impotencia ante el rumbo de los
acontecimientos. Ahora el principal objetivo para mucha más gente.
Los
cambios en el poder político electoral no afectan esencialmente a la médula del
poder real. Tampoco implican modificaciones de fondo en la correlación de
fuerzas que, para que se consoliden, requieren de avances decisivos en el nivel
de organización del pueblo. Y éstos, con la extensión suficiente, aún no se han
producido. Ante el riesgo de estos cambios pudieran dar lugar a políticas
contrarias a sus intereses o desnaturalizar y domesticar a los nuevos dirigentes,
vía sobornos o amenazas de todo tipo, o bien impedir que lleguen al poder
mediante gobiernos de coalición de tecnócratas o directamente por medio de un
golpe de fuerza, nada deseado por nadie. Pero los ejemplos de corrupción son insoportables,
una buena parte del poder político ha entrado directamente en las cloacas de la
insolidaridad ciudadana, mientras otra cada vez más numerosa lo está pasando
mal.
Sólo
el poder del pueblo organizado es capaz de oponerse a la enorme fuerza de la
presión de los intereses económicos que pretenden realizarse a costa de lo que
sea. Y esto vale tanto para preservar a las y a los representantes políticos de
la corrupción y la traición que implica, o para que quien se deje sobornar, no
lo haga impunemente.
Es
preciso que cualquier programa político anteponga la satisfacción de las
necesidades sociales a los objetivos de reducción de la Deuda y del Déficit que
se incluyeron en el nuevo artículo 135 de la Constitución, que impone la UE a
través del Tratado de Estabilidad (TSCG) y el Estado mediante la Ley 2/2012.
Como colofón y a forma de cierre
Lo que es muy difícil de
comprender por los hombres es su ignorancia con respecto a ellos mismos
Friedrich
Nietzsche
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