Algunas conductas prevaricadoras habría que castigarlas con la cárcel.
POR
UNA JUSTICIA QUE PERMITA LA IGUALDAD
Comienzo hoy mi trabajo
casi de la misma forma que lo hice con el anterior, declarando nuevamente que se hace necesaria
la crítica permanente y el conocimiento como la forma de obtener mayores
niveles de libertad, y que también es muy importante tener la mejor justicia
que permita una igualdad de oportunidades.
Sobre
este particular ayer domingo leía en el dominical del País la entrevista que concedió
a un periodista el Juez Miguel Ángel Torres Segura instructor del caso malaya. El
Juez considera que en España hay una corrupción política institucional, de
arriba hasta abajo, tenemos una corrupción en el sistema, no de los
funcionarios. Que también existen presiones por parte de los políticos poniendo
como ejemplo: cuando estás investigando un caso de corrupción, si no llegas muy
lejos tu carrera puede prosperar. Si haces determinadas cosas que favorecen a un
grupo político.
El
magistrado considera que hay jueces y fiscales que siguen las consignas de los
de arriba para prosperar. También que habría que castigar con cárcel muchas
conductas prevaricadoras y que en España la sociedad en general tiene una falta
de ética hacia la corrupción y existe una falta de transparencia en las
administraciones públicas. Igualmente acaecería concienciar a la sociedad de
que determinadas conductas son malas, no solamente las de los políticos sino
las conductas habituales de los ciudadanos como, por ejemplo, con el pago de
los impuestos.
También
el Magistrado considera que los delitos que van ligados a la corrupción son el
cohecho, el tráfico de influencias, el fraude, el blanqueo, la prevaricación que es un delito mayor que no se castiga con
pena de prisión sino con una pena de inhabilitación: pero que su partido
posteriormente se encargará de garantizar que seguirá viviendo bien. Algunas
conductas prevaricadoras habría que castigarlas con la cárcel.
Hay
que finalizar con los puestos políticos casi vitalicios, que se perpetúan año
tras año, de legislatura en legislatura. Que aun siendo lícitos en la forma no
lo son en el fondo. También acabar con los feudos y con las baronías locales. Exigiendo
que todo aquel que aprovechándose de su posición política se haya quedado con
una parte del dinero de todos lo restituya. Que las grandes fortunas declaren
sus bienes y devuelvan lo evadido ilegalmente.
Hasta
mañana.
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