Otra vez PODEMOS
REGENERACIÓN DEMOCRATICA E
INDEPENDENCIA JUDICIAL
Podemos ha reunido en menos de tres horas, través de
la red, los 10.000 euros necesarios para atender los gastos iniciales del
procedimiento judicial contra Esperanza Aguirre y Eduardo Inda. Esto representa
la prueba inequívoca de la vitalidad y del apoyo popular del nuevo partido que
no desea la ayuda de los créditos bancarios. Podemos presentará una demanda de
conciliación, y si Aguirre e Inda no se retraen de sus declaraciones, dará
curso por vía penal a la querella correspondiente.
Pero el margen de interpretación de los jueces en
asuntos relativos al honor es muy amplio y no existe jurisprudencia unánime.
Tal vez, sería preferible no presentar una querella penal, sino una demanda
civil contra el honor, teniendo en cuenta que, por lo general, los tribunales
son reacios a castigar penalmente estos asuntos. En la práctica es más difícil
que prospere una acción penal que una civil. Y la sanción económica sería
igualmente eficaz y reparadora. Porque, además, es impensable que Esperanza
Aguirre o Eduardo Inda entrasen en prisión por decir que Iglesias apoya a ETA.
Personalmente me parece un acierto empezar con activar
estos mecanismos judiciales para que tomemos conciencia de claridad y veracidad
en nuestras aseveraciones públicas, ya que no se debe permitir que se deformen
los hechos con ánimo descalificador. Para el futuro que andemos con cuidado
para que la libertad de expresión discurra por cauces mucho más creíbles para
la opinión pública en su conjunto, permitiendo encontrar unas nuevas vías de
participación que sean más claras y veraces.
El proceso en el que se ha embarcado el representante
de Podemos será largo por sus correspondientes apelaciones a Audiencias, Tribunal
Supremo y en su caso Tribunal Constitucional, y finalmente Tribunal de Derechos
Humanos de Estrasburgo pero esta actuación resulta imprescindible teniendo en
cuenta la subida en intención de voto de este nuevo partido político. De esta
manera el acoso previsible se detendrá
desde el primer momento.
Si las acciones judiciales no tuvieran éxito, se
volverían contra Iglesias, al que vapulearían y acusarían de insensatez y
temeridad y otras lindezas. Pero es una obligación moral, cívica y democrática
presentarlas. Iglesias no queda como tantos cantamañanas que dicen que van a
presentar y no lo hacen. Igualmente es una forma de limpiar el asqueroso mundo,
político y no político, de la difamación gratuita.
La
libertad de prensa debe estar siempre presente, pero también una justicia no
contaminada por los políticos en el poder.
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