¿HORAS DISPONIBLES PARA UN BUEN FIN?
“TODO POR EL PUEBLO, PERO SIN EL PUEBLO”.
Lean
"La Fontana de Oro", libro de Benito Pérez Galdós, ambientada en el
trienio liberal del reinado de Fernando VII. Además de reírse, porque la novela
es un puro vodevil, una farsa que retrata con crudeza e ironía a la sociedad
española, descubrirán que hay cosas que nunca cambian, y cómo, en el siglo XIX,
en España, la izquierda exaltada era mucho más perjudicial para el progreso que
los propios absolutistas, y cómo la intransigencia condujo al desastre de la
restauración del despotismo de “todo por el pueblo, pero sin el pueblo”.
Aquí
y ahora adentrándonos en el siglo XXI, hemos tenido oportunidades para atajar
esta lamentable situación política que vivimos, tal vez tuvimos la esperanza de
que nuestro gobernantes con el tiempo aprenderían a hacer su trabajo, pero la
hemos dejado pasar en la esperanza de que hubieran aprendido quienes nos
atosigaban con sus leyes y normas. No hemos acertado, más bien al contrario. Al
ver que tragábamos, nos dieron otra vuelta más a la tuerca y nos apretaron más
aún. Nuestra buena fe la de muchos españoles no funcionó. Hemos fracasado en
tantas ocasiones como nos han atizado y o hemos aprendido nada. Y ese fracaso,
para mayor redundancia en la desgracia, jugó en nuestra contra por que no hizo
otra cosa que mermar nuestra capacidad, nuestra autoestima y nuestras fuerzas.
Nos hemos minorado por voluntad propia y hemos perdido credibilidad ante
nosotros mismos y ante los demás. Y de eso los malos gobernantes, los políticos
sin escrúpulos y de pacotilla, ayudados por una parte del pueblo también
interesado han sabido sacar provecho. Estos políticos aprovechados y amorales,
son oportunistas además de depredadores. Son el Sistema, el Aparato, El
Régimen. Es el resultado de admitir demagogia
embustera en lugar de exigir Democracia. Los que mantienen la mentira como
modo de gobernar en: ayuntamientos, diputaciones parlamentos autonómicos y
nacionales….que están repletos de malos políticos que eclipsan a los que quieren
trabajar por el bien común. Es el fruto que sale de haber sembrado lo que hemos
sembrado: La Mediocridad, la insidia. Y de ahí, ¿qué podemos esperar? Ni
siquiera estamos en condiciones de poder exigir nada porque hemos sido nosotros
solitos los que nos hemos puesto a sementar. Eso sí, las semillas nos las
dieron quienes querían que sacáramos el fruto acre que cosechamos. Y nosotros
hemos mordido, hemos caído en la trampa. Es por esto que la situación se agrava
aún más porque todo nace de una buena fe por nuestra parte cuando nos ofrecen
un sistema de convivencia basado en justicia controlada y en un sistema en que
el poder radica en la soberanía popular. Hemos tenido buena voluntad y algunos
de ellos: los poderosos, los demagogos, los mentirosos, mostraron sus más
atroces instintos y se aprovecharon de nuestra candidez, de nuestra buena fe y
nuestras ilusiones. Canallada, puñalada trapera, traición. ¿Qué nos queda ahora?
Las evidencias no engañan: Que volveremos a caer en la trampa porque ya se
encargan ellos de decirnos aquello de “España va bien y Valdemorillo tambien”
con el fin de que nos relajemos pensando que mañana nos encontraremos con el
paraíso, con jauja, con la apoteosis. Con las longanizas. ¡Qué engañados
vivimos y de qué manera nos engañan! ¿Cuándo aprenderemos y cuánto? ¿Cuándo
cambiaremos y cuánto? ¿PODEMOS?
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