7/26/20

Las iInfluencias históricas en el pueblo.

La democracia, está secuestrada por los neo caciques.

Estamos en un sistema político que coloca a los individuos en la categoría de súbditos del cacique, y tienen el poder debe ser forzosamente de adhesión. No puedo por menos de volver a recordar el asunto de Fuentevieja ya que los neo caciques, como ocurría con los vetustos, amenazan, desprecian y manipulan a la sociedad con el fin de tapar sus vergüenzas y utilizan su poder para intimidar con coacciones al ciudadano.

El caciquismo se consolidó en España durante la Restauración a principios del siglo XX y estuvo basado, como lo está ahora, en la corrupción electoral y en la utilización de la influencia y poder económico de determinados individuos sobre la sociedad. El adulterio del voto fue una práctica habitual en todas las elecciones, la manipulación y la trampa electoral también. Eran precisamente ellos los que se encargaban de controlar los votos de todas las personas con capacidad de sufragio de su pueblo, lo cual era la base de la alternancia política que los caciques eran personas con poder, de inteligencia preparación o dinero, que contaban, y siguen haciéndolo, con un séquito de gente incondicional formado por grupos, capaces de apabullar a sus convecinos; es algo que me recuerda a los alfas y los beta del libro un Mundo Feliz de Huxley. Aldous.

Valdemorillo, como ocurrió en otros pueblos próximos a la capital, la influencia sociológica de los nuevos vecinos fue influyendo para que el caciquismo a la antigua usanza fuera desapareciendo dando entrada al neo cacique que dispone de las mismas prerrogativas pero que necesariamente no tiene por qué ser oriundo del pueblo.

En Valdemorillo estas clientelas ha estado unido históricamente a una serie de apellidos que de una manera u otra ejercieron además del poder económico el político de este pueblo. Los Gamellas, los Bravos, los Partidas, los Entero…, entre otros, controlaron, y en algunos casos lo siguen haciendo, una parte de la economía de este pueblo (agricultura, cerámica, ganadería, construcción, comercio…) y se turnaron como alcaldes de Valdemorillo en el tiempo y conforme sus intereses. Ahora con el asunto de Fuentevieja tenemos importado por el “Corte Ingles” un nuevo cacique que está pretendiendo afianzarse con la relación de “Hechos Consumados”.

Como he comentado y a pesar de lo que pudiera parecer a primera vista, la red caciquil no fue estática ni cerrada desde el primer momento, sino que es posible concebirla como un conglomerado dinámico, que poco a poco parece ir consolidándose en el tejido socio-político hasta hacer poco menos que imposible su desmembración, incluso algunos consiguieron afianzarse durante la larga etapa de la dictadura franquista. El cacique, que de alguna manera lo sigue siendo ahora, controlaba la jefatura local de uno de los partidos, eslabón en la cadena de una de las muchas clientelas que componían el sistema político y su misión consistía en la manipulación para la consecución de unos resultados más o menos ficticios, muchas veces obtenidos por medios ilegales, favorables a su jefe de filas. Tengo la sospecha que aún queda reminiscencias del pasado con compra de votos. Espero y deseo que esta costumbre tendera a una normalización con la experiencia democrática de la Transparencia. Pero las familias caciques, algunas muy numerosas, siguen controlando toda una estructura clientelar que sigue haciéndolas fuertes. En Valdemorillo esta experiencia se puso en práctica con grupos clientelares de derechas. En cierto modo esta experiencia ha servido para que los grupos políticos no pusieran en sus listas a los más preparados sino a los fieles que permitieran una mayor influencia caciquil.

Actualmente el neo caciquismo se desarrolla en los partidos políticos de los cuales surgen una casta política nauseabunda, que da forma y sentido al actual caciquismo. El nace o tiene su origen en la "Partidocracia “y es causa de la ignorancia política y de la apatía de una parte muy importante del electorado y unidas al poder desmesurado que han acaparado los partidos. La única esperanza que cabe imaginar en el futuro de la política es que uno de los grandes partidos políticos se decida a abrazar la democracia y que los ciudadanos le premien ese gesto con el poder y desarrollen una efectiva Ley de Trasparencia que nos permita bucear en la historia de este pueblo sin trabas para que algunos asuntos pendientes del pasado reciente queden definitivamente aclarados por el bien de todos.

Nuestra democracia ha sido poco a poco adulterada hasta convertirse en una partidocracia alejada del sentir de muchos ciudadanos, el nuevo caciquismo ha conservado su clientela mediante la caridad y el favoritismo, repartiendo mercedes entre las familias de los votantes cuyas necesidades conocían.

Los caciques de Valdemorillo, también han comprado lealtades malversando fondos públicos para fines privados en una red hermética de influencias. El resultado es un sistema electoral ajeno a la voluntad de la mayoría, una administración ineficaz y una justicia al servicio de los poderosos. Sobre este particular no puedo por menos de volver a recordar el asunto de Fuentevieja ya que los caciques amenazan, desprecian y manipulan al pueblo con el fin de tapar sus privilegios y utilizando su poder para intimidar con coacciones, el cual aparte de pagarle su sueldo tiene que aguantar la soberbia desmesurada de un político que ni quiera ha sido votado directamente por el pueblo.

El ciudadano se tiene que dar cuenta de que la democracia está secuestrada por los nuevos caciques y que estos no cambiarán hasta que no sean elegidos directamente por medio de listas abiertas. Estamos en un sistema político que coloca a los individuos en la categoría de súbditos del cacique, lo que supone una relación de adhesión a los intereses caciquiles y no basada en derechos ciudadanos que garanticen su independencia de los poderosos.

Para finalizar este nuevo escrito quiero haceros participes de una reflexión refranera, muy común entre los ciudadanos que nos preocupamos por el entorno en que vivimos. Una cosa es predicar, y otra dar trigo. Resulta más fácil dar consejos que practicar lo que se aconseja. Algunos refranes geográficos aluden al incumplimiento de la palabra dada: El escudero de Guadalajara, de lo que promete a la noche no hay nada a la mañana. Los de Peñaranda, lo que dicen a la no che no lo cumplen a la mañana.

Esta reflexión quiero hacerla extensiva a cualquier miembro en el poder con una pregunta de la que estoy seguro no tendré respuesta: Que pasa con la normalización de las urbanizaciones de Valdemorillo. Informe algo Sra. Concejala.

 

1 comentario:

  1. Tres veces ha mencionado Fuentevieja en su artículo, Profesor. Es, sin duda, un caso repugnante de caciquismo y corrupción. Este cacique llegó al pueblo con su proyecto previamente "apalabrado" con puestos políticos de la Comunidad de Madrid, y al equipo de gobierno de nuestro pueblo le hicieron los ojos chiribitas. Como en "Bienvenido Mister Marshall". Ha llovido un poco desde entonces. Lo que es escandaloso es que sigan trabajando. Mañana a las nueve habrá gente subida al tejado, sin EPIs porque no hay ni proyecto ni licencia ni la propiedad deja pasar a la inspección, aprovechando un auto ambiguo de un juez al que al alcalde actual se le pasó informarle que no hay licencia y que hay un denunciante afectado por las obras, al que el ayuntamiento ha permitido que se le corte el acceso a su casa ilegalmente.
    Sin duda está usted al corriente de esto, como de la nota de prensa enviada por Ecologistas en Acción denunciando amenazas al alcalde y de la existencia de diligencias preliminares de un juzgado, que pueden suponer un terremoto en nuestro ayuntamiento, y que, por respeto a ese juzgado, entiendo que no mencione.

    ResponderEliminar