A los políticos que hicieron de la política una profesión ruin


...Y podrían encajar en cualquier partido.
La evidente la crisis que atraviesan los partidos políticos, los aleja cada vez más de la ciudadanía. El pueblo, percibe cómo gente sin principios que cambia de opinión generando confusión. Tal vez por ello, una parte importante de la sociedad no está marcada por la división de clases o de ideas, sino por el desconcierto y por el fanatismo. Todavía hay personas que apoya a “los suyos” o venden su voto por encima de las ideas a sabiendas que son corruptos.
Se da por evidente la crisis que atraviesan los partidos políticos alejados de la ciudadanía, a pesar de que deberían ser los ordenadores simbólicos, productores de identidad y formuladores de discurso con el que generar mapas cognitivos y emocionales para poder interpretar la crisis una crisis que constituye una de las mayores preocupaciones que tiene la sociedad española, según el CIS. Sin duda, del hecho de que sigan jugando este papel depende en buena medida su sobrevivencia. Ahora, según los sondeos de opinión, el pueblo los percibe sin principios sólidos, que cambia tanto de ideas y que generan una confusión que es imposible diferenciar. Tal vez por ello una parte importante de la sociedad no está marcada por la división de clases o de ideas, sino por la confusión y por el fanatismo. 
En general, los partidos políticos manipulan la mentira como si fuera un cincel para modelar a la audiencia, usando el dinero público para comprar votos y doblegar voluntades. Todavía hay personas que apoya a “los suyos” por encima de las ideas o del comportamiento que evidencien y los siguen votando, incluso, cuando han demostrado ser unos corruptos. Para el residente inmigrado, que le importa muy poco la gestión política, puede ser su voto fuente de ingreso en las elecciones municipales.
A los partidos, les une la partidocracia, el apoyo a los privilegios, la distancia del ciudadano, el monopolio que ejercen de la política, el afán de poder y la primacía del interés propio sobre el bien común. Lo que les separa son apenas unos rasgos de menor importancia: la izquierda alardea de políticas sociales, cobra más impuestos y gasta más, mientras que la derecha genera más riqueza, cobra menos impuestos y es más autoritaria.
Hay una máxima marxista según la cual “no es la conciencia la que determina la vida, sino la vida la que hace la ideología”. O sea, sienta a los airados muchachos en la mesa, se amansarán con las legislaturas y los cambios generacionales. Así ha sido casi siempre y lo seguirá siendo, porque todo idealismo frente a la necesidad suele terminando siendo el engaño. Cuando gobierna la derecha se suele predicar la austeridad, pero algunos de sus gobiernos son los más endeudados; la izquierda exhibe su política social, pero ningún gobierno ha aplastado más con una mala gestión de la crisis que el PSOE de Zapatero.
La derecha y la izquierda se financian con fondos públicos y sienten idéntico apego a los privilegios y prebendas; unos y otros se proclaman demócratas, pero ambos violan la democracia a diario; hablan de Justicia independiente, pero nombran jueces y magistrados; dicen servir al ciudadano, pero únicamente sirven sus propios intereses. Además, para mayor escarnio, tanto el PSOE como el PP han aprendido a convivir con la corrupción con todo lo que ello supone para una sociedad que ha sido sometida a reducir gastos por necesidades de salario. Por esa razón cuando los políticos municipales se asignan los sueldos y las dietas, el pueblo lo vive como “un abuso de poder”, solamente por eso deberia ser consultada su asignación. La ciudadanía informada no deberia ver a la política o al político como seres extraños que abusan de su poder para diferenciar sus privilegios de los del pueblo.
Seguimiento del blog ayer
Las nuevas hornadas de políticos jóvenes son "profesionales" que quieren vivir el mayor tiempo posible vinculados al poder, más que a las ideas. Aspiran a una vida de privilegios y de lujos, gracias a la política, lo que implica que podrían haberse subido a cualquier tren, sin que importen muchos las ideas y programas. En casi todos los países hay ejemplos lamentables de políticos profesionales que empezaron en un partido, después en otro y hoy están en otro de ideología opuesta. En el mejor de los casos, cuando comprueban que el bando propio es impresentable y no merece el poder, lo votan a pesar de todo, sólo para evitar que los otros, el enemigo odiado, consiga gobernar. Los resultados de ese mecanismo diabólico y degenerado es el fin de la democracia. Sin confianza no puede existir democracia y sin verdad la democracia está muerta. El resultado final de todo es que los políticos se apartan de los ciudadanos, se “bunkerizan” y se transforman en una “casta” cada día más odiada por aquellos que, en democracia, son los soberanos y los únicos que pueden otorgar legitimidad al sistema.
En la actualidad todavía la mayoría de medios informativos existentes siguen una transición conservadora con falta de voluntad de renovación después de más de tres décadas de democracia. Solo internet ha facilitado a los círculos activistas impulsar espacios mediáticos, desde donde intentar disputar la hegemonía ideológica. Pero continúan apareciendo propuestas que se apoyan en capitales mediáticos y nuevos recursos metodológicos-formativos para la experimentación desde donde los militantes activistas buscan influir en una ciudadanía todavía mayoritariamente pasiva.
Para finalizar, puede que la causa fundamental por la cual está disminuyendo la cuota de militancia tiene que ver con la poca importancia que se los da cuando sus dirigentes vienen a decirles que excepto para llenar mítines para poco más sirven y que a la hora de tomar decisiones llamarán a independientes. La militancia, por mucho que se obstine en su lucha por pedir cambios, abrir los partidos, proponer procesos revocatorios, exigir primarias, reclamar transparencia, hacer esenciales las listas abiertas y un largo etcétera de regeneración democrática…termina resultando un incordio para quienes llevan toda una vida dedicada a ser profesionales de la política del sillón.

Comentarios

  1. Esto que ha escrito profesor, me recuerda aquella anécdota del señor que había sido concejal en varios partidos y, una vez más, se convirtió en concejal de un nuevo partido. Con laudable y valiente intervención, un amigo le dijo: "Yo no te entiendo: cambias de partido con cada estación del año. Has sido concejal en varios partidos. No entiendo tu ideología". El tránsfuga respondió rápido: "ES MUY FÁCIL DE ENTENDER: MI OBJETIVO ES SER CONCEJAL Y ESA ES MI IDEOLOGÍA". Esto les está pasando a todos aquellos y aquellas que ya conocieron que la teta municipal resulta rentable siempre. Hay un exconcejal socialista que ahora pulula por la derecha. Otra concejala pepera durante cinco lustros, que ahora está en otro partido e intenta seguir chupando del bote hasta que se muera, ya no sabe hacer otra cosa.

    ResponderEliminar
  2. Cuantos del pp pasaron a Cs, todavia me acuerdo, ahora en Benisa, los de ciudadanos se pasan en bloque a vox, éste último es un claro ejemplo de lo que expones.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sinceramente, creo que hay más probabilidades de encontrarse a gente capaz, trabajadora y con vocación de servicio público dentro de la clase política que, en los medios de comunicación o la universidad, por citar dos espacios desde donde se suelen construir desde la arrogancia los ataques a la clase política. La desconfianza de la ciudadanía hacia sus representantes está injustamente generalizada.
      Quizás el debate político no es de tan mala calidad como el que reflejan los programas que han hecho de la política un espectáculo y donde se recopilan las peores jugadas del día para que la ciudadanía se sienta superior a esos políticos de trazo grueso. A lo mejor tampoco las redes sociales son muy activas en seguir los debates de cada una de las comisiones que trabajan discretamente en todas las instituciones. La defensa del pluralismo político requiere de la ruptura de las trincheras mediáticas. Puede que la sociedad no esté tan polarizada como dicen esos titulares. La mayoría de los españoles, por ejemplo, está a favor del dialogo en Cataluña. Vale la pena probar a suministrar, de vez en cuando, alguna noticia positiva sobre los políticos y su capacidad de llegar a acuerdos y poner en marcha iniciativas que nos benefician a todos.

      Eliminar
  3. Jesús, hoy tenías que haber escrito todo esto en MAYÚSCULAS, GORDAS Y COLOREADAS. AMEN cien veces.
    Pasadlo bien. Andrés

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Por más que se empeñen algunos políticos en decir lo contrario, es descorazonador constatar que cuando entran en política, aunque afirmen que buscan servir al ciudadano, a lo que muchos aspiran es a alcanzar el poder y mantenerse en él por encima de todo. La estrategia “de presentarse como servidores del ciudadano” es un conocido mecanismo de defensa psicológico que algunos ponen en juego para disfrazar sus deseos de poder, por otra parte, lícitos, intentando dar una explicación lógica y altruista a su gestión; racionalizan de este modo una ambición que podría aparecer a los ojos de los ciudadanos como un comportamiento poco digno y con una excesiva ansia de mandar; algunos lo describen como “la erótica del poder”.
      Una vez conseguido el poder, al analizar su conducta, es frecuente observar cómo en muchas de sus acciones, en lugar de preocuparse por atender los intereses de los ciudadanos y solucionar sus problemas y necesidades, se ocupan de los suyos propios, trajinan denodadamente por mantenerse en el sillón e incumplen, sin pudor y con enorme cinismo, cuantas promesas hicieron a la hora de conseguir sus votos. Esta categoría de políticos son aquellos que acceden a la política sin vocación y hacen de ella exclusivamente su profesión.
      Weber distingue, además, dos formas de hacer de la política una profesión: “vivir para la política o vivir de la política”. Entre vivir “para” y vivir “de” existe una importante diferencia: quien vive “para” la política se encuentra en el nivel alto de las convicciones, de los principios e ideales de servicio a los ciudadanos; el individuo, en cambio, que vive “de” la política se coloca en un nivel egoísta; son profesionales en este nivel aquellos políticos que no desean gobernar en calidad de servidores de los ciudadanos sino al servicio de sus intereses y/o de sus jefes políticos; no están al servicio de los principios sino a los del poder o poderes; son los políticos del nivel y perfil “económico”; convierten la política en su fuente de ingresos.

      Respecto a estos últimos, recuerdo un artículo del filósofo José Luis López Aranguren, profesor de ética en la Universidad Complutense de Madrid y Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades en 1995, en el diario El País en el que, al analizar el perfil del político que vive “de” la política afirmaba tajante: “todo en ellos consiste en permanecer”; es decir, mantenerse contra viento y marea en el ejercicio del poder y en ello -escribía- comprometen “la hacienda y la vida”, incluso “el honor” la ambición de poder -concluía- forma parte de su ADN.

      Eliminar
  4. Menudo palo que les das a algunos políticos de este pueblo que permanecen en el rollo político como si nadie se diera cuenta que son tramposos y a pesar de sus continuos fracasos se mantienen firmes para ver si consiguen algo. Su ética política ya no existe y sin embargo continúan creyendo que nos engañan. Ahora me vienen a la cabeza una docena de personas que siguen jugando a la política municipal más rastrera, pero como sé que no te gusta que demos nombres me callo, pero tengo yo también ganas de desahogarme ya que están haciendo un daño atroz a los políticos honestos.

    Me encantaría saber que os que estos políticos no quieran salir a la palestra dando la cara con razones, sus razones de debate. Yo tengo una idea clara, no se atreven por pudor y miedo. También por qué no descubramos su inconsistencia y su escasa preparación para defenderse.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. En este asunto no se puede generalizar, pero me parece importante conocer su opinión, por tal razón he mandado una nota por Wasap a todos los políticos que tenía sus referencias para que opinen sobre este asunto, desde luego no tengo esperanzas que lo hagan, pero esto demostrara también algunas cosas.

      Eliminar
  5. En plena crisis económica, el malestar con los políticos estaba asociado a los recortes y a la discutible gestión de la Recesión. Pero la crisis se ha retirado, llevamos un lustro de fuerte crecimiento y la incomodidad con los políticos no deja de crecer. La primera causa es la parálisis en la que se ha quedado petrificada la política española en los últimos tiempos con la polarización en la que se ha instalado la política española. La pésima percepción obedece al legado de la crisis económica, que situó los niveles de preocupación muy arriba y los ha mantenido ahí durante mucho tiempo, combinado con factores más coyunturales como la incapacidad para resolver la crisis catalana, los casos de corrupción y, sobre todo, en las últimas semanas, el ruido y la inestabilidad que se ha instalado en la política española.

    Aquí en Valdemorillo, cualquiera que se asome un rato a la celebración de los Plenos, puede comprobar rápidamente el nivel en que se mueven los políticos tanto del gobierno como de la oposición. Las intervenciones retoricas de los concejales se muestran vacías de contenido, están más preocupados de decir incluso a sabiendas que están aportando solo palabras y por eso los Plenos se hacen interminables. Por esa razón seria conveniente que los políticos municipales vean como salen en la “foto de los Plenos” y la sarta de tonterías que pueden decir, sin decir nada.

    ResponderEliminar
  6. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

    ResponderEliminar
  7. Es raro encontrarse hoy día con un texto en defensa de la clase política. Es más popular criticar, denostar, descalificar a todos los políticos, colocando sobre cada uno de ellos la etiqueta de indeseable y de indecente. Quien así proceda recibirá, más que probablemente, el aplauso unánime. Existe un estado de opinión que identifica política con corrupción. No es justo. No es cierto.
    No me gusta descalificar a la clase política en su conjunto. Creo que hacerlo es un gesto antidemocrático. En primer lugar, porque la democracia es el mejor régimen entre los posibles, en segundo lugar, porque ni todos los políticos son malos ni todos son iguales y, en tercer lugar, porque se suele hacer esa descalificación sin la menor piedad y con escasa intención de que sirva para mejorar el clima moral.

    Deberían dedicarse a la política los ciudadanos y ciudadanas más inteligentes y más responsables de la sociedad. Porque se van a dedicar a gestionar el bien común. En una democracia el poder está al servicio de los ciudadanos y no a la inversa. Los políticos son los servidores del pueblo, no sus dueños. Y son los ciudadanos quienes tienen el deber de elegir a los mejores. Para ello, deben estar bien formados y bien informados. Otra vez la educación. ¿Cuántos hay que ni siquiera votan, excusándose en la idea de que todos los políticos son iguales (de malos, se entiende)? Es muy cómodo y muy cínico dejar en manos de los demás la responsabilidad de elegir. Y luego despotricar de los elegidos.

    ResponderEliminar
  8. ¿De qué se quejan los políticos? ¿De que los ponemos a caldo? Es el ejemplo que ellos nos dan, basta ver cualquier pleno del Ayuntamiento de Valdemorillo y podemos constatar las lindeces que se dedican, eso sí, con todo el cariño del mundo y muchísimo respeto. No todos, que los hay con mucha educación. Pero si este ejemplo no os parece muy adecuado, os recomiendo que os veáis la Sesión de Investidura del insigne hijo político de nuestro, no menos, insigne Don José Luís Rodríguez Zapatero, la investidura de Don Pedro Sánchez. En mi vida, perdonad que me repita, he visto tanto cinismos junto, tanta mentira, tanta cara dura, tanta miseria... hasta lágrimas de cocodrilo se vertieron en el hemiciclo en donde está representada la Patria Potestad del Pueblo Soberano.
    No se le pueden pedir peras al olmo, pero lo que tampoco podemos es callarnos, como si fuéramos cebollinos. Hay que hablar, denunciar todo lo denunciable, no pasar ni una y si hace falta gritarlo a los cuatro vientos.
    Tampoco podemos olvidar que los buenos políticos, muchas veces, aunque tengan buenas intenciones y buenas ideas, lamentablemente, no consiguen tener un equipo que les acompañe. Esos, lo sufren como nadie. El que quiera entender, que entienda.
    Pasadlo bien, si podéis. Andrés

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Prefiero no poner mi nombre. Estoy de acuerdo con Andrés, ahora no estoy sentado en la mesa de los Plenos, pero estuve algún tiempo y actualmente cuando veo al personal me produce un doble efecto desagradable, alguno que conozco: me asombra la manera de decir ampliamente lo contrario a lo que piensa y lo hace con un descaro impropio de su madurez. También me doy cuenta que sentarse en esa mesa permite tener mayor acceso a estar metido en la pomada del mandorreo municipal. No comprendo cómo personas de mi tiempo siguen brujuleando por algún partido, diferente al mío, que siguen haciendo méritos para seguir estando en puestos clave de las listas.

      La regeneración del Ayuntamiento no será posible mientras sigan una serie de personas participando en la mesa de los Plenos y manejando intereses del pasado.

      Gracias Jesús por estos trabajos, nos sirven a todos para tomar conciencia y reflexionar sobre el mal de este pueblo que sigue permaneciendo entre todos nosotros.

      Eliminar
    2. Pedro, o quien quiera que seas, lamento que tú también tengas que esconderte y camuflarte como los políticos que tenemos actualmente en este pueblo. Toma nota de Andrés Matas, un antiguo militante que continua fiel a su partido y no tiene pelos en la lengua para decir todo aquello que piensa. No coincido con él en muchas cosas, pero su honestidad política le hace merecedor de mi consideración como libre pensador. No podemos dejar de decir lo que pensamos, desde el respeto a la persona, criticando al político.

      Hace algunos días ley en la Vanguardia de Barcelona un estudio sociológico sobre: la opinión que tenía la población de los políticos, y me quede perplejo con la valoración tan nefasta que tenían de la opinión publica el 95% de la población no creía lo que decían. Esto debe hacerlos pensar para que sean capaces de hacerse su autocritica y abrirse a la opinión pública sin miedo.

      Como me imaginaba ningún político finalmente dio la cara para opinar sobre este asunto a pesar de haberlo leído todos, bueno la inmensa mayoría (456 entradas hasta ahora) Yo estoy convencido que seguirán haciéndolo como anónimos, ellos sabrán.

      Mañana pondré en circulación un nuevo tema que plantea el PLAN GENERAL QUE QUIERE HACER EL NUEVO GOBIERNO MUNICIPAL. A partir del cual tengo esperanza y miedo. Esperanza, porque es imprescindible un PGOU para normalizar el asunto de las urbanizaciones; y miedo porque el anterior Plan de Dña. Pilar este pululando por el interés de las Promotoras y sus presiones. Este asunto tengo la ocasión de abordarlo directamente con el Alcalde, que hasta ahora no me dio suficientes razones para no creerle, pero mientras tanto vosotros tenéis la palabra.

      Eliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

La verdad, " toda la verdad y nada mas que la verdad", sobre la plaza de toros

La situación actual con las EUCC en Valdemorillo

Sr. Alcalde, informe con detalle al pueblo sobre el agua y otros temas