Ahora, los foráneos somos mayoría.
CON DESIGUALDAD, EL CACIQUISMO, SE MANTIENE. D. Joaquín Costa, en 1901, identificaba oligarquía y caciquismo, como la forma de Gobierno del pueblo , pero aquel fúlgido análisis no quería decir que el problema fuese nuevo. Nuestra historia ha estado marcada por los caciques y su idea de la política como una extensión de sus propiedades, y que daban lugar a toda una red de: patronazgos y clientelismos, paternalismos y dependencias y, por tanto, favores y castigos. En una sociedad de desigualdades socioeconómicas, el caciquismo, en tanto que plasmación de relaciones de poder, mantiene las raíces, readaptando modos y medios. Si sus formas nos generan cierta perplejidad y hasta conmiseración. La corrupción misma, tiene raíz caciquil, la perpetuación de algunos concejales en el cargo y ciertos rasgos del propio sistema electoral. Las listas cerradas y bloqueadas condicionan profundamente no solo las relaciones de los ciudadanos con los políticos, sino las de los políticos con