Elecciones en Madrid
SOLAMENTE SÉ,… A QUIÉN NO VOY A VOTAR Somos casi indistinguibles y es a nivel externo, verbal e ideológico, cuando asumimos posiciones antagónicas y esto significaba que las ideologías y valores políticos en muchos casos son superficiales y sobrepuestos. Una persona de izquierdas no es moralmente mejor que una persona de derechas en la vida diaria. Y si me apuran un poco en muchos casos el contenido ideológico no se trasmite al testimonio de vida y eso es muy duro para el idealista. Va para muchos años que dejé de participar en política, una política que se constreñía en un ámbito universitario en lucha para obtener libertades democráticas. La causa no fue que yo hubiera perdido o cambiado mis valores en modo radical. Fue que descubrí que detrás de la motivación política se escondía sed de poder por el poder mismo. Los valores, los principios, empezaban a ser secundarios o marginales. Actualmente se puede comprobar como muchos políticos cambian con facilidad de actitud