Coincido con algunas personas de mi generación
La “posverdad”, manejada por los políticos es: un atentado a la inteligencia. Empecé a ver el debate entre el Presidente del Gobierno y el candidato del PP en Antena 3; no pude resistir más de cinco minutos. Inmediatamente, la indignación por lo que decían y como lo hacían, me llevo a dejar de verlo y dedícame a otro menester bien distinto. En el fondo me siento convencido que hay verdades que resplandecen siempre, otras que no lo hacen nunca y otras que lo parecían, pero luego no eran verdades en absoluto. Lo importante es buscar siempre esas verdades que nos hacen ser mejores y contribuyen al desarrollo de la humanidad dentro del binomio inseparable de respeto y libertad. En política, a eso, ahora, se llama posverdad Con una reiterada afirmación de puntos de discrepancias en los cuales las réplicas fácticas o hechos, son ignoradas. La veracidad, tiene una importancia secundaria es algo que denota que los hechos objetivos son menos influyentes, en la la opinión pública