OTRO NUEVO TEMA PARA EL DEBATE
VALDEMORILLO, NECESITA UNA CATARSIS No es necesario ser sociólogo para para percatarse de una realidad que se abre paso entre la parte más concienciada de la opinión pública, que considera que los pactos interesados no son buenos. Menos cuando se hacen contra del pronunciamiento de las urnas y de manera interesada y en donde se fuerza codiciosamente un pacto cicatero con verdades absolutas. En donde no se acepta la mínima crítica, en donde se reclama, de sus correligionarios, obediencia perinde ac cadáver , y que se anatemizan ipso facto a quienes se atreven a llevar la contraria. En donde se ve en la crítica política una amenaza y en el control un peligro real y sólo se fía de aquellos a los que pueden fácilmente intervenir. En donde se pretende a los trabajadores transformarlos en marionetas, en auténticos correveidiles in pensantes, que tienen que tragar carros y carretas para poderse mantener en la poltrona. Basta escuchar la voz de la calle para oír que todos los